capítulo 6

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Incómodo.
La palabra con la que podía describir perfectamente lo que estaba pasando.

Alastor tenía rato que no soltaba una palabra desde que volvieron a emprender viajé.
El ambiente se volvió bastante tenso por lo que ninguno de los dos sabía cómo romper el silencio.

No tenía mucho desde que Alastor había parado con su amiga para hacer una pequeña presentación, la verdad no quería confiarme mucho y no lo hacía porque, ¿Quien confiaría demasiado en una persona que apenas acababa de conocer? Yo no.
Esa fue la misma razón que puse para pedirle a Zestial que cuidara de mi hija al igual que yo me armé.

Una nueva pregunta se formó en mi mente.

"¿A dónde vamos?" O porque habría pedido a su amiga que cuidara de mi hija, no había mencionado el lugar al que iríamos.

Mi cabeza comenzó a divagar y varía preguntas se formaban, necesariamente tenía que tener respuesta a cada una de ellas.

Y de la nada interrumpió mis pensamientos un suspiro de parte del hombre que hacía sentado a una lado mío sin quitar la vista de el camino.

Voltee con obvia curiosidad hacia el castaño ladeando mi cabeza, odiaba que fuera tan curioso pero no podía evitarlo por eso siempre me busco problemas.

Al momento de mi acción el castaño volteo hacia mi encontrándose con un rubio con ojos curiosos y cierta intriga, una sonrisa se formó en su rostro y habló.

—¿Que sucede cariño? —me decía aún mirándome.

—eh? Nada yo...me preguntaba que... ¿A dónde vamos? —pregunte levantando los hombros y con un rostro de duda.

—Tanta urgencia por saberlo?

—em...¿Si?

—pues no comas ansias que ya vamos a llegar —me dijo volteando nuevamente hacia en frente.

—okey

—Te gusta el café? Sinceramente

—no

—¿Y el té?

—por supuesto

—bien entonces, no te haces una idea de dónde podríamos ir

—una...¿Cafetería?

—acertaste

—ou y... ¿Tanto tiempo tardaremos en tomar un poco de líquido?

—por supuesto que no

—Entonces?

—queria llevarte a más lugares pero debo ser ahora yo el que pregunte ¿Es necesario hacer bastantes preguntas? ¿O siempre eres así?

Eso me avergonzó

La vergüenza no me dejó seguir mirándolo a la cara, pues desde que comenzamos a hablar yo no había dejado de mirarlo y ahora que lo pienso eso se podría malinterpretar.

—yo... —ya no sabía que decir, no me esperaba que preguntara eso, quería contraatacar pero no tenía nada.

Mejor me quedé callado.

Y algo se me vino en mente.

—solo soy alguien que necesita información —lo solté en un hilo y me sorprendió que lo dije sin tartamudear, seguía aún sin mirarlo.

—me parece algo patético de tu parte

—ah? ¿Que cosa? —dije ofendido

—que no eres digno de enfrentar que te digan lo que es cierto y en vez de eso prefieres bajar la cabeza, aver, mirame —dijo frunciendo el ceño

†El Bosque De Las Desgracias† Donde viven las historias. Descúbrelo ahora