† capítulo 11 †

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Lucifer llegó a su casa y entro con las bolsas de las compras, entrego lo que Charlie le había pedido y acomodo lo demás.
Mientras estaba acomodando llamaron a la puerta y dejo todo en la mesa para dirigirse a ella. Era una niña de cabello corto y castaño, morena y con un parche en el ojo izquierdo que venía acompañada de su madre quien pidió a la niña que se comportase y saludar al rubio.

Ambos entraron y Charlie al ver a la niña la saludo y se la llevó a su cuarto donde sería la reunión o bueno "pijamada".

Desde ese momento entendió que pasaría el resto del día solo, se hundió entre sus pensamientos y no se dió cuenta cuando volvieron a tocarme la puerta.

Cuando entro en conciencia, corrió a la puerta y la abrió dejando a la vista al castaño con unas flores en las manos y esbozando una sonrisa con las cejas curvadas.

-mm? -pronuncio el rubio mirando confundido

-son para tí -le extendió las flores y este las tomo, mientras que Alastor tomaba una de las manos de Lucifer para besarla

-eh...gracias Al. Pasá -caminaron dentro aún de la mano.

Dejo que Alastor entrara y se sentará en la sala mientras que Lucifer se dirigía a la cocina a colocar las rosas en agua y se dirigía a lavarse las manos.
Estuvo un largo momento en silencio mientras solo se escuchaba el agua del grifo que chocaba en sus manos y miraba atento las marcas de sus muñecas donde hace unas horas había ocurrido el "accidente", volteo al sentir una presencia tras suyo con obvio curiosidad aún sabiendo de quién se trataba.

-que necesitas? -pregunto con calma

-nada solo quería hacerte compañía ya que me aburro estando solo -se acercó sentándose en el comedor

-claro...¿Quieres conversar?

-bien ¿Alguna sugerencia?

-que tal de tus programas de radio -propuso- dices que eres locutor de radio y no te eh visto ir a hacer tus transmisiones

-estas en lo correcto, no las eh echo por estar tratando de conocerte

El rubio hizo una mueca mientras curvaba las cejas.

-lo siento...-susurro

-porque querido?

-mmm...ya sabes, tu...yo...estos conflictos. Pues sobre todo perdóname si te eh echo sentir incómodo y estresante demasiado y preocuparte por mis asuntos

-no tienes porque hacerlo, yo soy responsable de todo y lo que hago lo hago por mi gusto y no porque tú me lo estés ordenando o algo parecido

Suspiró -tienes razón y sin embargo no puedo evitar sentirme culpable. Aún sigo sin creer que quieras conocer el desastre que soy

-en primera, no tienes que sentir culpa y en segunda, vete acostumbrando porque no parare

-bien. ¿Te gusta la pasta?

Asintió -si, y si quieres yo puedo ayudarte a prepararla

-claro, si es mucha molestia -rio bajo

-para nada -se levantó y se acercó a este mientas se quitaba el saco y lo colgaba en una silla

-bien entonces, tu hierve la pasta y yo haré la salsa

-esta bien

Se separaron y el silencio reino en el cuarto mientas lo único que se escuchaba eran los utensilios.

Haci estuvieron hasta terminar de cocinar.

-y tu hija?

-Charlie está arriba

-y no vendrá a cenar?

-no. Cuando fui al supermercado compré la cena para ella y su amiga

-su amiga se quedará la noche?

-si. Charlie comenzó a sacar conclusiones bastante precipitadas sobre nosotros y fue lo único que se me ocurrió -rió- "una pijamada" -hizo comillas con una mano mientras tomaba dos platos donde sirvio la pasta en ellos- ya está servido. Bien, Al, que querés para tomar

-simplemente un vaso de agua

-bien -tomo una jarra que lleno de agua y sirvió un vaso dándose lo a Alastor para colocar la jarra en la mesa y sentarse al otro lado de la mesa

-Lucifer

-mm?

-necesitamos hablar

-y...¿Podría saber sobre que?

-por lo que pasó en la mañana

Desvío la mirada -ya sabes lo que pasa, no necesito decir más -llevo el tenedor a su boca

-estas en lo correcto, ya se el motivo más sin embargo algo no me quedo muy en claro

-que cosa?

-tu tipo de sangre

Lucifer se comenzó a ahogar mientras tocia.
Inhalo y exhaló reconfortando su respiración y volvió a hablar.

-ehm...¿De que hablas? -hablo nervioso- No entiendo a qué viene eso. Mi sangre es normal

-ambos sabemos que eso no es verdad, y eso no es todo, dejando de lado lo primero. En el hospital me dijeron que antes de tratar tus heridas estás ya habían comenzado a desaparecer sin siquiera dejar rastro -volvio a comer-

-no lo vale

-que?

-las personas se asustan. Y pensándolo bien no sabría si tú reaccionarias igual o peor -dejo de lado el plato- y siendo te sincero no quiero saberlo -se paro de la mesa y camino al inicio de las escaleras dandole una última mirada- buenas noches...

-por que tienes que ser haci -se quejo poniéndose de pie

Siguió al rubio y abero la puerta de la habitación sin hacer ruido entro a esta, encontrándose con que está habitación ya no estaba igual de destruida que antes.

Busco al rubio con la mirada y lo encontró en el balcón, se acercó y se puso frente a el recibiendo una mirada que reflejaba dos cosas "culpa y tristeza".

-que quieres?... -pregunto sin muchos ánimos mientas que otras lágrimas amenazaban por salir

-la verdad

-no quiero que te vayas...

-no lo haré

-como puedo estar seguro de eso

-con la prueba de las veces que eh regresado sin importar nada -se acercó a Lucifer y lo tomo del menton obligado lo a conectar miradas- ya lo eh dicho antes quiero saber de ti hasta lo mas minimo sin importar lo que sea -con su otra mano quitó las lagrimas de sus ojos y soltó el menton de Lucifer para tomar ambas manos y besarlas con sumo cuidado como si fuera la pieza de porcelana más frágil, comenzo a hacer pequeñas caricias con sus pulgares en las manos mas pequeñas para después soltarlas poco a poco- y si no estás listo lo entiendo -su sonrisa desapareció

El más alto comenzó a alejarse, eso asustó al más bajo haciendo que se parará de su lugar tropezando en el momento corriendo a Alastor quien seguía caminando deteniéndose al instante que sintió el cuerpo más pequeño abrazarlo fuertemente por detrás.

-Alastor por favor no me dejes-solto un sollozo

El antes mencionado se alejo haciendo que Lucifer lo soltará y lo mirara con temor.
Tenía una visión muy pobre a causa de las lágrimas que empañaban sus ojos sintiendo sus piernas flaquear por la poca fuerza que tenia en estas.
Estaba apunto de caer al suelo hasta que los brazos del otro evitaron su apunta caída abrazando fuertemente.

Rápido correspondió el abrazo con fuerza abrazando su cintura mientras que Alastor acariciaba sus cabellos tratando de que esté tratara de tranquilizarse.

-tranquilo Luci no me iré. Y te prometo algo


"Yo estaré ahí para evitar que caigas"

†El Bosque De Las Desgracias† Donde viven las historias. Descúbrelo ahora