Capitulo 64

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Las maletas pesaban demasiado. Dos meses era más de lo que quizás ambos podrían aguantar separados pero tenían que hacerlo si querían que todo contiuase como tenían planeado. Niall agarró con fuerza la mano de  Camille  mientras caminaban hacía los controles, arrastrando la maleta tras él y a lado y lado de ellos estaban los demás, también cargando consigo sus respectivas maletas y hablando entre ellos.
-Bueno-Liam paró en seco y miró las pantallas que había sobre sus cabezas, informando de los horarios de los vuelos-El nuestro sale en una hora, así que deberíamos ir pasando por el control ya y yendo hacía la terminal.
Niall sintió como un nudo se creaba en el centro de su estómago y como los latidos de su corazón se aceleraban de manera horrible.  Camille  dio varios pasos y se colocó delante de él, mirándolo a los ojos con tristeza. Sabía como se estaba sintiendo él en aquellos momentos porque ella se estaba sintiendo igual, y era imposible hacer algo para sentirse mejor. Él se iba dos meses. Ella estaría sin sus besos, sus abrazos y sus caricias durante sesenta días. No podía creer que fuera cierto. Pero todo por lo que había pasado la había conducido a la madurez y sabía que así debían ser las cosas y que tenía que acostumbrarse a ello. Niall era una estrella del pop y su trabajo era contentar a las fans con su música, dando conciertos, aquí y allá, y  Camille  no podía convertirse en una lapa e ir pegada a todos lados junto a él. Aquel era el trabajo de Niall, no el suyo, y debía dejarle un espacio. No obstante, estaba segura de que cuando él regresara, la abrazaría bien fuerte y no se separaría de ella ni un segundo hasta que tuviera que volver a marcharse.
-...Te quiero, ¿vale?-Llevó una mano a su mejilla y lo acarició, y al momento, el rubio cerró los ojos con fuerza y dejó escapar una lágrima-No, Niall. No llores, porfavor.
Era tan doloroso sufrir aquel momento que  Camille  estalló en llanto y se lanzó a sus brazos, abrazándolo con fuerza tal y como él hacía también.
-Te amo. Te amo. Te amo-Le dijo él pegado a su oreja y rodeandola con sus fuertes brazos.
-Todo saldrá bien-Lo calmó ella, acariciandole la espalda y siento las mejillas frías por las lágrimas-Te llamaré cada día, ¿de acuerdo?
-No me bastará con una llamada. Necesitaré saber como estar cada minuto del día.
-No exageres- Camille  forzó una sonrisa-No me necesitas tanto. Sé que podrás aguantar dos meses sin mi-Se separó de él, colocando las manos en su pecho.
-No-Le confirmó él-Ya estuve dos años separado de ti. ¿Sabes como dolió? Y ahora no te estoy dejando solo a ti, también estoy dejando a nuestro pequeño.
-Vamos, Niall. Esos dos meses pasarán rapidísimo, ya lo verás. Disfrutarás un montón en los conciertos, con las fans y los chicos. Será increíble.
-Lo sería más si tu también vinieras...
-Niall... ¿Porque no haces las cosas más fáciles?-Hizo una mueca-Tu elegiste este camino. Sabía que ser una estrella de la música venía con la responsabilidad de dejarme mientras tu estuvieras de gira. Y no me digas que la idea de ser cantante te vino cuando estábamos separados porque en cuanto nos conocimos me dijiste que tu sueño era cantar.
Niall la miró unos instantes más a los ojos y luego bajó la mirada al suelo, suspirando pesadamente.
-Eh- Camille  colocó dos dedos bajo su barbilla y lo obligó a mirarla-Sonríe. Quiero verte sonreír antes de que te vayas.
-Dame un beso alucinante y entonces te regalaré la mejor sonrisa del mundo-Le contestó, tratando de cambiar su actitud y de no hacer la despedida tan larga y dolorosa.
-Eh, chicos-Avisó Zayn-Tenemos que irnos ya.
-Un momento-Pidió Niall, y en cuanto volvió la vista hacía  Camille  , ella lo cogió de la nuca y acercó su cabeza a la suya, robándole un beso, chocando sus labios contra los de él, ejerciendo fuerza, robándole el aliento, cada sosiego... Abrió la boca y comenzó a moverla sobre la de él, con pasión y ansiedad.
Niall hundió los dedos en el cabello de  Camille  y la pegó más a él si cabía. La besó como si el mundo fuera a acabarse. Y tras cinco minutos más de insistencia por parte de los chicos, el rubio abrazó por última vez a  Camille  , acarició su vientre y se marchó, aguantando las lágrimas que volvían a amenazar con salir. No quería volver a mirar atrás porque sabía que si lo hacía, no lo soportaría y saldría lanzado a sus brazos de nuevo. Así que se limitó a caminar hacía delante, alejándose de ella y de su bebé...

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