Promesas

Capitulo 48

-¿Qué ha ocurrido?-Le preguntó Danielle, sentándose en el borde de la cama, al lado de Ro. Camille se había acomodado minutos antes, quien persistía con el llanto y apretaba un cojín contra su pecho, tratando de descargar en él toda la tensión y el miedo que sentía.
-Los hombres solo quieren a las mujeres por diversión...-Sollozó.
- Camille  ...-Rosario le acarició el brazo-¿Piensas eso de Niall?
Ella cerró los ojos y apretó los labios con fuerza. Sus ojos liberaron más perlas transparentes, eran la fuente del llanto, cada lágrima una muestra del dolor que aún punzaba en su interior, haciéndola sufrir.
-¿Sabes todo lo que hizo Niall para encontrarte y salvarte, Camille  ?-Le habló Danielle-Si solo te quisiera por diversión ahora mismo no estaría aquí, cuidándote. Se habría quedado en Inglaterra y habría buscado a cualquier otra chica con la que pasar un buen rato, pero no. No es así. Él está aquí, contigo y por ti.
-Si no fuera por Louis habría sido capaz de venir él solo hasta aquí con tal de alejarte de esos idiotas. Invirtió casi todo lo que había ahorrado durante años para que le dieran un jet privado y pudiera volar hasta aquí lo antes posible. No quería perder ni un segundo. Según me contaron, estuvo a punto de ser atropellado mientras corría como nunca hacía el departamento de Leonardo. Arriesgó su vida por encontrarte y ponerte a salvo. ¿Crees que ahora debes pagarle con esa moneda? ¿Diciéndole que se marche, que no quieres verlo?
-Entendemos que estés así, Camille  . Aunque realmente no tenemos ni la más mínima idea de cómo te debes estar sintiendo pero confía en nosotras si te decimos que Niall jamás te obligaría a hacer algo con lo que tú no estuvieras de acuerdo. Él es magnífico, es un chico estupendo.
-Más maduro que Harry...-Murmuró Ro-No se va chocando por ahí con la chica de la que se enamora.
 Camille   alzó la cabeza y tras varios segundos mostrando la seriedad y el temor en sus brillantes ojos reprimió una carcajada que le costó una débil molestia a un lado de la mandíbula.
-Así es como queremos verte.
-Así es como quiere verte, Niall,  Camille  . Sonriendo día y noche.
-Han sido muchos años a su lado. Hace mucho que os conocéis. ¿No crees que ya conoces a Niall de sobras como para saber que su único error en la vida es amarte tanto?
 Camille  agachó la cabeza y perdió la mirada en alguna parte. Sus amigas tenían toda la razón del mundo. A pesar de todo lo que había vivido con Niall, de todos los obstáculos por los que habían pasado, en ningún momento él la había tocado haciéndole daño, nunca la había obligado a hacer algo a lo que ella no hubiera puesto voluntad, en las discusiones que habían tenido no había utilizado las palabras en su contra, mintiéndole con cosas semejantes a un "te odio" o "nunca te quise, lo nuestro no es más que una relación con principio y final". Él había hecho todo lo posible para acercarse a ser el novio perfecto, siempre había estado ahí.
-¿Te-tenéis un poco de gloss?-Sus amigas la miraron. Danielle enarcó una ceja-Es para... Tengo los labios...
-Ah, claro-Ro rebuscó en su bolso y le entregó una barrita a  Camille  , quien se dispuso a incorporarse cuando Danielle la cogió del brazo y la devolvió a la cama.
-¿Dónde crees que vas, señorita? Apenas te sostienes en pie.
-Le debo una disculpa a Niall -Se justificó.
-Le diremos que venga. Tú no te muevas-Danielle la señaló y acompañada por Ro salieron de la habitación.
 Camille  esperó. Dejó escapar un suspiro y se acurrucó entre sus propios brazos. El dolor en el estómago volvió. Se llevó las manos a los bordes de la camisa y la levantó, viéndose varios moretones y cortes en el vientre. Sintió un nudo en la garganta y un apretón en el corazón. Cerró los ojos y trató de calmarse, de olvidar.
Niall estaría con ella en unos segundos.