Eros/ Km-Ym

17

Jungkook sacó un pañuelo de su bolsillo y limpió el semen esparcido en su cara.

-¿Te sientes bien?- La mano de Jungkook era gentil y su expresión parecía mucho más tranquila que de costumbre. -No importa cuánto lo prepares, seguramente será imposible para él aceptarnos a los dos al mismo tiempo. No le he enseñado tanto-. Jungkook frunció el ceño y dijo esto como si estuviera decepcionado de si mismo por ser un mal profesor. -Y no es como si mi padre tuviera ese derecho...

-¿Cuál derecho?-Yoongi interrumpió a Jungkook mientras sonreía de una manera misteriosa. -Si hiciste que Jiminah se expiara por la muerte de Shinae, yo tengo el mismo derecho. ¿No es así?

-Es diferente.

¿Yoongi y Jungkook estaban tratando de compartirlo?

Jimin finalmente pareció entender la situación debido a la conversación que se estaba suscitando entre los dos. Y la verdad era que las palabras de Yoongi eran bastante difíciles de creer. Es decir, era imposible. No había forma de que eso pudiera pasar en algún lugar además de su cabeza. Lo pensó con cuidado, pero el núcleo de su cuerpo estaba horrorizado por algo que rondaba entre las palabras 'imposible' y 'esperado.'

-Debería haber hablado de mis sentimientos honestamente, sin mencionar ninguna expiación. En primer lugar, no debí haber pensado en casar a Shinae y a Jimin solo para no perderlo.-Adorablemente, Jungkook lo tomó de la cara y lo miró. -Desde que cuidé de ti, cuando te enfermaste en el círculo universitario, tuve unas ganas terribles de hacerte mío. Tú, con las mejillas calientes y los ojos llorosos, solo dependías de mí. Tenías un resfriado, lo entiendo, pero eras increíblemente hermoso. Me gustaste tanto que por eso traté de mantenerte atado a mi. Discúlpame...

-Jungkook...

Pero mientras Jimin lo miraba, Jungkook continuó con una voz cargada de autodesprecio.

-No me importaba el tema del castigo, pero estaba enojado con el hecho de que dijeras que podrías morir solo para expiar unos pecados que no existen. No puedo perdonarte por morir por alguien más, ni siquiera por mi hermana.

Por la mirada que le estaba mandando, la obsesión de Jungkook por él comenzó a transmitirse muy claramente. Pero aunque la ansiedad que había estado anidando en el pecho de Jimin se derritió, el sentimiento de culpa por la muerte de Shinae seguía estando presente.

-Pero... Todavía soy el responsable de la muerte de Shinae.

Se preguntaba si estaba calificado para amar a Jungkook incluso después de cometer un error así de terrible. Sin embargo, en lugar de él, fue Yoongi quien abrió la boca cuando lo escuchó.

-Shinae no fue una prometida sincera para Jimin. Yo sabía que era una hija caprichosa y de espíritu libre y de todos modos, la impulsamos para que se casara contigo. Fue todo planeado para atraparte. Era como nuestra manera para que te quedaras en nuestra familia. Además, primero que nada, Shinae murió por ella misma. Era responsabilidad de Shinae conducir el auto. No tienes nada que ver en absoluto.

Fue un tono firme y sin dudas. La expresión de Yoongi no mostraba ningún resentimiento o enojo y no pareció dar un consuelo superficial.

-Y si realmente quieres hacer las paces con nosotros, entonces permite que los dos sigamos amándote justo como ahora. Ese es castigo suficiente.

Castigo.

Las palabras de Yoongi fueron una dulce tentación. Después de todo, no solo Jungkook, sino también Yoongi, quien perdió a su hija, debía ser compensado por igual.