Tú y yo

CAPÍTULO IX

La morena despierta con una punzada en su pecho, ha pasado una noche terrible entre pesadilla y vivir aquella realidad que estaba viviendo que no le gusta. Volvía a sentir lejos a Lucas. El había estado unos días fuera  y aquella conversación  nunca llego. Todo aquello le hizo sentiera idiota.
- Loki lo siento, no podemos vernos. - escribe Lucas.- Tuve que volver a Barcelona con problemas con, Clau. Hablamos😘
En ese precioso instante siente que Lucas jugaba con su corazón hambriento, que aquello le serviría para darse cuenta que el nunca sería de ella.
Estaba dispuesta a alejarse de nuevo de el, aquello que sentía por su amigo nunca se lo había permitido con otros. Estaba siendo frágil ante una posible relación amorosa con su amigo. Ella sabía que aquello que tenían era una relación que va y viene.
Cuando menos te lo esperas discuten, se callan mil cosas. Para no hacerse daño. Cuando todo parecía ir bien entre ellos pasa algo que lo hace casi imposible de seguir con algo que duele. Ambos se miran Lucas no quiere dejar su vida y aún así Naiara lo espera como una idiota. En qué momento no has tomado aquella decisión que te va hacer aún más daño.
- Vas a dejar que te siga doliendo tanto.
- piensa. Mientras se levanta de la cama. Y recuerda en qué momento se vio metida en la cama con Víctor que la prensa decía que era su nueva conquista. Si le gustaba, no había pasado nada entre ellos. Unos besos locos y una noche de sexo sin más. Lo que significaba para ella nada. Estaba centrada  en su carrera, no le apetecia tener relaciones sentimentales con nadie.
Su mente divaga mientras se pone un café en su nueva cafetera Nespresso.
- Nai vais a seguir buscando piso. - le pregunta su amiga Mari que anda por la cocina aún.
- Si, mañana veo dos a ver si alguno me convence pero tengo que irme a Málaga con Salma tenemos el festival de cine.  Cuando vuelva te pongo al día. - dice antes de tomarse su café.
Horas más tarde su mirada se pierde entre el espejo de esa habitación de hotel.  Sentía un pellizco en su estómago. Una chica bajita con gafas, de pelo castaño y mechas rubias se acerca a ella. La mira le sonríe cómplice. Es la tercera vez que coincida con ella pero se ha convertido en las últimas semanas alguien muy importante en su vida se llama Beatriz y está siendo su mano derecha en estos meses junto a Ana de Bendita Trinidad.
La conocio un día en un encuentro con fans le inspiro confianza y le dio su mano para que le llevara su agenda. Necesitaba alguien así. Ahora era su confidente más fiel, alguien con quien poder desahogarse de los miedos más profundos. La que conocía parte de ella y la que le lleva toda la agenda raja tabla si no sería un caos.
-¿Nai, estás lista?- dice la chica con una tablet en una mano y su móvil en la otra.
-Si, ya acabé de maquillarme y vestirme.-dice con una sonrisa.
- Perfecto.- dice Bea mirando a Naiara. Está preocupada por ella. Lleva semanas con la mente en otro sitio y se le ve demasiado triste. Por unos minutos deja su trabajo y saca su lado más sentimental. - Naiara sabes que si necesitas descansar cancelo todo. - dice mirándole a los ojos a la morena.
- No, para nada, estoy bien. No hace falta que canceles nada, tengo fuerza para todo. - dice algo triste agachando la cabeza. Es el primer evento así importante tras salir de la academia.

Tal vez tenga una mezcla de sentimientos. Pero esta vez no sabe muy bien que pasa por su cabeza  .

Pero Bea la mira y sabe perfectamente lo que pasa por su mente. Sobre todo sabe a qué se debe, la ha observado durante estos últimos días. 
- Se que le estás dando vuelta aquel mensaje de algún Uruguayo que aún pasa por tu cabeza.
- No se cómo lo haces siempre para adivinar lo que pienso. - se acerca a la chica y la abraza. - Gracias, por ser mis manos y a veces mi cabeza.- dice en un tono sarcástico. - Me alegro mucho de haberte conocido aquel día. Se que ahora eres  mi gran apoyo.- hace una pausa- A veces me pongo demasiado sentimental e intensa y  me guardo todo para mí. No soy capaz ni de contárselo a mí madre. - hace una mueca. 
- Sabes que te admiro demasiado, que para mí esto es una gran oportunidad. Pero antes que todo estás tú. Eres humana si necesitas días de descanso, quitó cosas de la agenda.
- No hace falta, tal vez un día o dos por Zaragoza no me vendría mal. Recargo las pilas y aceleró.- dice en tono de broma.
- Lo que tú veas, si te ves con ganas. A partir de mañana la tienes libre. Si quieres te pillo vuelo para Zaragoza esta noche para salir mañana desde Málaga.
- Me dejas que me lo piense y te digo.
La chica se aleja un poco. Naiara la vuelve abrazar antes de salir de la habitación de hotel. Cada una piensa algo diferente. Naiara sale hasta la  puerta del hotel, le espera un coche para irse a la alfombra roja del festival con su Tata Salma.
Ella le  dejo claro a Lucas que no podía esperarlo. Pero se sentía con la necesidad de tener un luto. Un luto, que se había impuesto, que había olvidado una noche de soledad y tristeza que alguien le arropo bajo las sábanas. Una noche debilidad que la llevo al pecado máximo, un pecado que le gustó, pero que no había sentido lo mismo que con Lucas.