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Gustabo no comió del todo el desayuno, no podía dejar de ver la cicatriz que empieza desde su cadera hasta el medio de su muslo. Habían arruinado su bonita piel que tenía en aquel muslo.

Le llegó el pensamiento de no querer estar más ahí, se está ganando muchos problemas con terceros.

Además, no se está sintiendo bien, no después de lo que pasó recientemente. Se está arrepintiendo de haber llegado hasta esa mansión por falta de dinero cuando pudo haber conseguido un trabajo. Pero sus padres... quiere lo mejor para ellos.

No se había levantado de la cama desde la mañana, no tenía ganas de nada, ni de hablar. Esa cicatriz lo estaba incomodando y sentía un leve dolor que deseaba que ya parase.

El alfa entró dando un azotazo, mostrando su malhumor con esa acción, miró al rubio todavía en la cama pero se estaba sentando con dolor. Asumió que la cicatriz lo estaba atormentando.

— Conway — Susurró bajito, su voz fue como un hilo.

Conway apenas escuchó su apellido se acercó sin mostrar ninguna expresión.

— Quería decirte algo, pero no te lo tomes a mal — Advirtió el omega.

— Habla.

— No me he estado sintiendo bien últimamente aquí. Para ser sincero, nunca me sentí bien en este ambiente — Se sinceró, sus manos jugando con la tela de la sábana — Sé que he estado muy poco tiempo aquí, pero...

— Espero que no estés pensando en irte — Dijo dándose la vuelta, quitándose la americana y dejándola en el sillón con tanta calma.

Conway se sentó en ese sillón con la mirada hacia el ventanal, abrió una caja de cigarrillos, agarró una unidad y lo prendió.

— En eso pienso — Dijo bajándose del colchón lentamente, no puede apoyar muy bien el pie, el dolor persistía en el interior de la cicatriz.

- No vas a irte, es una orden - Dijo el mayor, sin mirarlo.

- Quiero renunciar a esto, puedes conseguir a cualquier omega.

- Ni siquiera te he usado para mi celo — Pronunció ahora mirando al menor ya que se había puesto de frente — ¿Por qué quieres irte? Di la verdad.

— Ya te la dije, no me siento bien aquí. Antes de llegar hasta aquí, no lo había pensad...

— ¿Fue por lo que te hizo Volkov? — Preguntó apuntando con el cigarrillo que tenía entre sus dedos hacia el muslo herido de Gustabo.

Este se quedó en silencio, porque era verdad, esa cicatriz le bajó la autoestima mucho más de lo bajo que la tenía.

— ¿Por esa estupidez? — Escupió, fumando como si nada, como si esas palabras no hubiese afectado el equilibrio emocional de Gustabo quien tragó el nudo de su garganta con dolor — Es solo una jodida cicatriz, no veo nada malo.

— ¿Estupidez? ¿En serio le llamas estupidez? Tu amigo quiso matarme pero optó en dejarme una cicatriz de por vida — Pronunció firme el omega, sin dejarse intimidar — ¿Te pareció bien eso?

— Entonces, ¿para qué jodes tocando la puerta de tu anterior habitación? ¿Te gusta provocar y luego no aguantar? Esto te pasa por hacerte el niño valiente que cree poder con todo — Le dio una profunda calada al cigarrillo — No estoy de humor. Apártate— Empujó con su mano a Gustabo para que dejara de estar frente suyo.

Gustabo se quejó por el pinchazo que sintió en su muslo por haberse movido bruscamente.

— Solo quería ropa — Volvió a estar al frente de Conway — No me dejó pasar y tuve que ser violento — Se cruzó de brazos

CELOS DE HIERRO (JACKSTABO) OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora