El éxtasis de nuestro amor

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13 de Enero, 2016.

Me he quedado dormido mientras releía lo que escribí ayer. Todavía lloro del mero recuerdo, de la vista de tus hombros sacudiéndose con una vulnerabilidad que me desarmó, del sonido triste de tus sollozos.

El día siguiente en la cabaña yo hice el desayuno: rollitos de huevo. Te llevé el plato a la cama junto a una taza de chocolate caliente y te desperté con un beso sobre la frente, como si estuviéramos casados, el sólo pensamiento enloqueció a la orquesta en mi pecho. Tus ojitos rojos e hinchados hicieron doler mi corazón, pero tu sonrisa el instante siguiente fue suficiente consuelo para mí.

— Minie... Buenos días — tu voz usualmente ronca por las mañanas hoy estaba desgastada y muy suave.

— Buenos días bebé, ¿Puedes sentarte? — del hombre desesperado, demandante e intenso que había sido el día anterior, ya no quedaba mucho. En su lugar, hoy quería mimarte, estrecharte entre mis brazos por el mero placer de tenerte junto a mí sin un solo mal pensamiento.

Te vi asentir aunque hiciste una mueca de incomodidad en cuanto te incorporaste en la cama.

— ¿Dónde quedó el hombre que me tomó ayer?

— Refugiado en el abrazo de tu cuerpo — respondí besando la punta de tu nariz. Ambos reímos y esa mañana la pasamos hablando de todo lo que nunca nos dábamos chance de hablar para no entorpecer el poco tiempo que teníamos juntos usualmente: familia, infancia.

— Vivo solo con mi hermano aquí en Busan, pero mis padres nos visitan de vez en cuando. O visitan a Yeonjun, porque desde que les conté que no me gustan las mujeres se han vuelto... Distantes conmigo, pero está bien, ellos no me tratan mal ni me dejaron de apoyar con la universidad — a pesar de tu expresión tranquila, podía ver la tristeza sutil asomándose en tus ojos.

Te consideraba muy valiente Yoonie, no me encontraba capaz de arriesgarme a intentar lo que tú ya habías conseguido: ser tú mismo.

Si tan sólo hubiera sabido que...

>> Entré a medicina porque sabía que una carrera en estudios literarios acabaría por enloquecerlos a ambos. Pero planeo estudiarla luego de que empiece a trabajar — tu voz hoy suave y desgastada me encantaba.

Hubo una pausa en silencio, nuestros dedos entrelazados.

— Le he contado a mamá de ti.

Recuerdo cómo el corazón se me paralizó en el pecho en ese instante, la música que fluía cuando estaba contigo tuvo su pausa y casi sentí que flotaba en una órbita completamente distinta. El mundo dejó de tener sentido por un par de segundos. Casi te pregunté si podías repetírmelo porque no acababa de creerlo, demasiado arriesgado. Continuaste antes de que pudiera decir algo.

>> Quiere conocerte, ella es... Más comprensiva que mi papá y siempre me dice que lo único que quiere es que yo sea feliz, aunque sé que nunca va a asimilarlo por completo. Podríamos almorzar juntos un día de estos.

>> Sólo si tú quieres, no planeo presionarte... Sé que no somos una pareja convencional — recuerdo darte mi mejor sonrisa mientras el agua volvía a su cauce y las cosas lentamente se reubicaban en su lugar para traerme de vuelta al asfalto de la realidad.

In the end | JimSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora