Credence. | AFYDE

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"Favores innegables"
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—¡No puede ser, Newt! —Theseus reacciona de la forma exacta en que Newton sabía que lo haría cuando supiera lo que estaba sucediendo. —¡Eres- ! —decide cortar las palabras, cubriendo su boca con una ira contenida en su mirada. Luego suspira, pasando su mano por el cabello en un intento de tranquilizarse, dándole la espalda a su hermano para enfocar su vista en cualquier otra cosa que no le hiciera enfurecer.

Había regresado a Inglaterra luego de atender unos asuntos privados, para enterarse de la prohibición de Newt para hacer viajes internacionales después de que se negara a cooperar con el Ministerio al no brindarles la información que querían.

Theseus se había enterado de lo ocurrido en New York, pero no sobre la profundidad de la participación de su hermano en todo aquello. No fue hasta que regresó, que le pusieron al corriente. El Misterio le pidió que hablara con Newt, que le hiciera entrar en razón para que les ayudara. Estaba preocupado por su hermano, así que fue a verlo en cuanto pudo.

Su idea era hablar tranquilamente con él, convencerlo de que se uniera a ellos en la guerra que sabían se avecinaba ahora con la huida de Grindelwald, información que todo el mundo mágico ahora sabía.

Pero, por supuesto, las cosas nunca podían ser sencillas con Newt. ¡Nunca! Toda su propuesta de darle un puesto en el Ministerio a su lado, se le olvidó en el momento en que Newt le contó lo que estaba ocurriendo. Y, por todo el maldito mundo mágico ¿Cómo lograba meterse en problemas tan serios?

¡Tenía a Credence! El Obscurial que atacó New York, el Obscurial que se suponía ¡debía estar muerto! Pero, por supuesto, sobrevivió. Y, claramente, debía ser su hermano quien lo consiguiera, tomando la impulsiva e increíble idea de llevarlo hasta allí, donde de por si estaba siendo investigado por su supuesta participación a favor de Grindelwald. ¡Es que no podía entender como funcionaba la cabeza de Newt!

—¿Te quedarás a cenar? —en la cocina, donde Newt llevó a Theseus para hablar, le pregunta casualmente. Como si su hermano no estuviera pasando por una de sus típicas crisis cuando se trataba de él.

—¿Cocinas? —Theseus se voltea a verlo con incredulidad.

—Ahora lo hago. —Newt sonríe de manera orgullosa y despreocupada, lo que molesta a Theseus.

¿Es que no podía tomarse aquello con la seriedad que requería? ¿No estaba preocupado? Porque él estaba a punto de sufrir un infarto. Si el Ministerio se enteraba que Newt tenía al Obscurial que había desatado todo un caos en New York, no tardarían en ir por él.

—¡Debes sacar la cabeza de la arena! —acercandose, el hermano mayor golpea con su palma la mesa de madera.

El estruendo sobresalta al Scamander más joven, pero también hace salir a Credence de su escondite, entrando a la cocina para correr hasta Newt, abrazándose a sus piernas. Aunque está visiblemente asustado, ve a Theseus con una clara advertencia en su mirada, la cual le dice que mantenga su distancia.

Credence había huido nuevamente a la sala de estar, escuchando como Newt guiaba a la inesperada persona dentro de casa. Lleno de curiosidad, luego de un rato entre la incertidumbre si acercarse o no, tomó la decisión de hacerlo. Sólo llegó para escuchar desde donde la persona extraña estaba molesta con Newt.

Se asustó mucho cuando escuchó el estruendo de algo que fue golpeado, congelandolo, pero se armó de valor y entró a la cocina porque tenía más miedo de que aquella persona lastimara a Newt. ¡No podía permitir eso!