Capitulo 19.

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Vendetta.

Matteo.

La bodega abandonada y que modificamos para ser un centro de tortura secreto me da el lugar perfecto para hacer lo que quiero. Daenna baja de la camioneta acompañada solo del traidor hijo de perra de Biagio. Pensé que era el único hombre leal que tenía en mis filas, pero no.

Todo este tiempo ha estado a mi lado, claro, como un aliado a Domenico y supervisando mis acciones. Lo mejor que pudo suceder es que viniera, así se mueren juntos de una vez.

La rubia avanza a paso firme y con una confianza y aires de superioridad que a desarrollado en estos años. Las puntas de los dedos me hormiguean ansiosas de arrancarle la cabeza y picar su cuerpo en pedacitos que esparciré por toda Francia.

—Y bien, demonio. ¿Qué quieres? —Pregunta con las manos dentro de los bolsillos de su gabardina y los ojos clavados en mí.

Mis manos se mantienen firmes tras mi espalda, una postura muy común en Daeron Beckett, siempre esperando la orden de su abuelo, el siguiente asesinato o la siguiente masacre por realizar para aumentar su imperio. Me mantengo dentro de su papel y avanzo unos pocos pasos al frente hasta que puedo detallar su rostro.

Biagio nos observa silencioso y unos pocos metros atrás.

—Sareth Beckett ha muerto al igual que la británica, y la bratva está con nosotros. Cumplí todo lo que mi abuelo dispuso.

—Estamos bien con lo que has logrado, pero no olvides tu lugar.

«Créeme, lo tengo muy claro.»

—Por supuesto.

—Los siguientes en la lista son Thiago Maxwell y el novio de la perra pelirroja. Son carnada y luego serán cenizas.

El calor en el centro de mi pecho aumenta al igual que el hormigueo en mis dedos y la sed de matar. Es obvio que los quieren como carnada para atraer a mi familia.

—¿Y dónde están?

—No es de tu incumbencia. Lo saben quienes deben saberlo. —Habla manteniendo la frente en alto con unos aires de superioridad que cree que me intimidan.

—Ya demostré de más mi lealtad, Daenna. Creo que merezco un voto de confianza, aunque aún no entiendo porque soy el único en esta familia que debe probar lealtad como si dudaran de mí.

Guarda silencio unos instantes donde mantiene sus ojos calvados en los míos tratando de leerme. Me mantengo lo más sereno y obediente que mi sistema puede generar en estos instantes.

—Pero si no quieren decirme, lo entiendo. Mi lealtad y apoyo siguen firmes con uste...

—Están en Villa Bela Kiss, a los ojos de todos, y a la vez ocultos. —Presume con orgullo—. Domenico siempre se supera a él mismo.

La sonrisa que se dibuja en sus labios me hastía y no puedo resistir más.

—Sí, su único error es confiar en la gente equivocada y estúpida como tú.

Antes de que pueda reaccionar desenfundo la Beretta y le lleno el cuerpo de balas haciendo que caiga arrodillada a mis pies y empuño su cabello evitando que caiga al piso mientras la sangre emerge de su boca y Biagio está listo para dispararme, pero en su lugar lanza el arma al piso arrodillándose con una mano al corazón antes de llevar el mismo destino de Daenna.

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