Era una tarde tranquila en el apartamento de Freddy y Gustabo. El clima había estado frío durante todo el día, lo que hacía que el ambiente dentro de su hogar se sintiera aún más acogedor. Después de una semana agitada, ambos estaban ansiosos por relajarse y pasar una noche tranquila juntos.
Freddy había decidido que una noche de películas era la manera perfecta de desconectar. Había preparado algunas palomitas, y había sacado una pila de mantas y almohadas para hacer el sofá lo más cómodo posible. Cuando Gustabo llegó a casa, se encontró con la sala iluminada suavemente por las luces del sofá y el televisor encendido, preparándose para la noche.
-Hola, amor- dijo Freddy con una sonrisa cálida mientras se acercaba para darle un abrazo. -¿Cómo estuvo tu día?-Gustabo sonrió y correspondió al abrazo, sintiéndose inmediatamente más relajado.
-Fue largo, pero ahora estoy feliz de estar aquí. ¿Qué película vamos a ver?-Freddy le dio un rápido beso en la frente y lo guió hacia el sofá.
-He preparado un maratón de nuestras películas favoritas.-Gustabo se acomodó en el sofá, y Freddy comenzó a organizar las mantas alrededor de ellos. Una vez que todo estuvo listo, se sentó al lado de Gustabo y lo abrazó. Las luces de la sala estaban tenues, creando un ambiente perfecto para una noche acogedora.
La película comenzó, y Freddy pasó un brazo alrededor de Gustabo, quien se acurrucó contra él. Gustabo dejó escapar un suspiro de satisfacción mientras se asentaba en la calidez del abrazo, sintiéndose completamente a gusto.Durante la película, Gustabo se movió un poco y acomodó su cabeza en el pecho de Freddy. Freddy acariciaba suavemente su brazo y le daba pequeños besos en la cabeza de vez en cuando.
La película estaba llena de momentos divertidos y conmovedores, y ellos se reían y comentaban juntos, disfrutando de la compañía del otro.En un momento particularmente emotivo de la película, Gustabo alzó la vista y miró a Freddy con una sonrisa llena de cariño. -Gracias por hacer esto, Freddy. Esto es exactamente lo que necesitaba.-Freddy le devolvió la sonrisa y le dio un beso en la mejilla.
-Me alegra que lo disfrutes. Para mí, no hay nada mejor que pasar tiempo contigo y ver que te sientes bien.-a medida que la noche avanzaba, la película dio paso a otra, y Gustabo se acomodó aún más en el abrazo de Freddy. Los dos estaban envueltos en mantas, con las palomitas olvidadas en la mesa, mientras se concentraban en disfrutar el uno del otro y la película en pantalla.
Cuando la última película terminó, Freddy apagó el televisor y se recostó en el sofá, manteniendo a Gustabo acurrucado junto a él. -¿Qué te parece si nos quedamos aquí un poco más neno?- sugirió Freddy, acariciando suavemente el cabello de Gustabo.Gustabo asintió y se acomodó aún más cerca, disfrutando del calor y la cercanía de Freddy.
-Me encantaría.-Así pasaron el resto de la noche, acurrucados en el sofá, disfrutando de la compañía del otro en silencio, intercalado solo por suaves palabras y risas ocasionales. La calidez de su hogar y el amor que compartían hicieron que esos momentos fueran perfectos.
Finalmente, se quedaron dormidos juntos en el sofá, envueltos en mantas, con Freddy abrazando a Gustabo y ambos sintiéndose completamente felices y en paz. La noche de películas se convirtió en una de esas memorias simples pero perfectas que atesorarían para siempre.
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