Era una noche tranquila en el apartamento que compartían Gustabo y Freddy. Freddy había tenido que quedarse unas horas más en la comisaría para terminar un par de informes, mientras Gustabo había llegado a casa temprano después de un largo día de trabajo. A pesar del cansancio, Gustabo había decidido esperarlo despierto, porque quería pasar un rato con Freddy antes de irse a dormir.Se acomodó en el sofá con una manta sobre las piernas, mirando la televisión sin prestar mucha atención a lo que pasaba en la pantalla. De vez en cuando, miraba su teléfono para ver si Freddy le enviaba algún mensaje, pero sabía que podría tardar un poco más.
-Solo un rato más...- murmuró Gustabo, estirándose y acomodándose mejor en el sofá, sintiendo cómo sus ojos comenzaban a cerrarse lentamente.
El apartamento estaba en silencio, y el calor de la manta, sumado al suave zumbido de la televisión, fue demasiado relajante. Antes de que se diera cuenta, Gustabo comenzó a cabecear, sus párpados cada vez más pesados. Trataba de mantenerse despierto, pero el sueño fue ganando la batalla, y en cuestión de minutos, se quedó completamente dormido, acurrucado en el sofá, aún esperando a Freddy.
Pasaron algunas horas hasta que Freddy finalmente llegó a casa. Al abrir la puerta, lo primero que notó fue la suave luz de la televisión iluminando la sala. Cerró la puerta con cuidado, quitándose la chaqueta y dejando sus llaves en la mesa del recibidor. Cuando se acercó a la sala, vio la escena más adorable que podría imaginar: Gustabo, envuelto en la manta, dormido profundamente en el sofá, con el mando de la televisión todavía en su mano.
Freddy sonrió, su corazón llenándose de ternura al ver lo pacífico que se veía Gustabo. Sabía que había estado esperando por él, y eso solo hacía que el momento fuera aún más especial.
Se acercó en silencio y se arrodilló junto al sofá, observando cómo Gustabo respiraba lentamente, con el rostro relajado en un sueño profundo. Freddy no pudo evitar acariciar suavemente su cabello, con cuidado de no despertarlo. -Te ves tan adorable dormido, tabito- murmuró en voz baja, inclinándose para darle un suave beso en la frente.
Gustabo se movió ligeramente, murmurando algo inaudible, pero no se despertó. Freddy sonrió con ternura y decidió que no podía dejarlo dormir allí toda la noche en una posición incómoda. Con movimientos suaves, deslizó sus brazos bajo el cuerpo de Gustabo y lo levantó con cuidado.
Freddy lo llevó hasta la cama con pasos silenciosos, tratando de no despertarlo. Una vez que lo depositó suavemente sobre las sábanas, volvió a arroparlo con la manta que había traído del sofá, asegurándose de que estuviera cómodo y abrigado. Gustabo se giró ligeramente, acomodándose en la cama mientras Freddy lo observaba con una sonrisa.
-Descansa, mi amor- murmuró Freddy antes de darle otro beso, esta vez en la mejilla.
Después de asegurarse de que Gustabo estaba bien, Freddy se cambió de ropa y apagó las luces del apartamento. Se metió en la cama junto a Gustabo, quien, instintivamente, se acercó a él en cuanto sintió su presencia. Freddy lo envolvió con sus brazos, abrazándolo con suavidad mientras ambos se acomodaban en la calidez de la cama.
Freddy cerró los ojos, feliz de haber vuelto a casa y estar al lado de Gustabo. Mientras el sueño comenzaba a vencerlo también, no pudo evitar sonreír ante la ternura de la situación. Gustabo siempre encontraba la manera de hacerlo sentir afortunado, incluso en los momentos más simples, como quedarse dormido esperándolo.
-Te amo, Gus- susurró Freddy antes de quedarse dormido, disfrutando de la tranquilidad de tenerlo a su lado.
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Hola! Disculpen la tardanza en actualizar, he tenido algunas complicaciones, pero ahora volveré a actualizar más!<3