Amor en sombras.

Chapter 12

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Capítulo 12:
La Tormenta Interior
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La tormenta arreciaba afuera, los truenos retumbaban en la lejanía y los relámpagos iluminaban brevemente los oscuros pasillos de la mansión. Will estaba encerrado en su habitación, con la cabeza llena de pensamientos confusos y una creciente ansiedad que no lograba disipar. Sabía que Ford quería hablar con él, pero el miedo a descubrir algo que no quería saber lo tenía paralizado.

Mientras la lluvia golpeaba con furia las ventanas, Will intentaba concentrarse en cualquier otra cosa, cualquier cosa que pudiera distraerlo de la creciente tormenta emocional en su interior. Los ecos de las palabras de Ford resonaban en su mente, una mezcla de advertencias y promesas rotas que no lograba encajar.

De repente, el sonido de la puerta de su habitación siendo forzada hizo que el corazón de Will se acelerara. La puerta se abrió con un estrépito, y Ford entró en la habitación con una expresión de desesperación en el rostro. El aire en la habitación se volvió más denso con cada segundo que pasaba.

-¡Will! -exclamó Ford, su voz cargada de frustración y un toque de furia-. ¡Necesitamos hablar!

Will retrocedió instintivamente, su mente llena de miedo y desconfianza. No quería enfrentar lo que Ford quería decirle, no quería que sus peores temores se confirmaran. La mirada de Ford era intensa, sus ojos reflejaban una mezcla de preocupación y enojo que lo hizo sentir atrapado.

-No... no quiero hablar -dijo Will, intentando mantener la calma a pesar de su creciente pánico-. No quiero saber más de lo que ya sé.─

Ford avanzó, acercándose cada vez más. Su paciencia se estaba agotando, y la tensión en el aire era palpable. Will intentó evitar el contacto visual, pero Ford no iba a dejar que se escapara.

-¡Cálmate! -gritó Ford, con el ceño fruncido-. ¡Quiero hablar, maldita sea!

Will se encontró arrinconado contra la pared, la desesperación en los ojos de Ford se reflejaba en su propia ansiedad. La situación era intensa, cada palabra de Ford parecía cortar a través de sus defensas, y la cercanía de Ford lo hacía sentir aún más vulnerable.

-¿Qué es lo que quieres decirme? -preguntó Will, su voz temblando-. ¿Qué es lo que no me estás diciendo?─

Ford, con un suspiro profundo, intentó calmar su tono, pero había una intención calculada en sus palabras. Sabía que debía mantener el control de la situación para manipular a Will según sus propios fines.

-Escucha -dijo Ford, acercándose aún más-. No confíes en las palabras de Stanley. Hay cosas que no sabes, cosas que aún no entiendo completamente. Pero confía en mí cuando te digo que no todo es como parece. Necesitas escucharme, Will, porque yo soy el único que realmente se preocupa por ti.─

Ford usó un tono suave y persuasivo, tratando de sembrar la duda en la mente de Will y hacerlo sentir que solo él podía proporcionarle la verdad y el apoyo que necesitaba. La manipulación estaba clara, pero Will, en su estado de confusión, no lograba ver las verdaderas intenciones de Ford.

La tensión en la habitación se volvió insoportable, y la lluvia que caía fuera parecía reflejar el caos interno de ambos. En un momento de desesperación, Ford tomó el rostro de Will entre sus manos y, sin previo aviso, lo besó. Fue un beso inesperado, lleno de urgencia y emoción contenida. Will, sorprendido, se quedó inmóvil por un instante antes de corresponder al beso, sus emociones mezcladas en un torbellino de confusión y deseo.

Cuando finalmente se separaron, ambos estaban respirando con dificultad, Will co las mejillas teñidas de carmesí. La tormenta afuera parecía haber alcanzado su punto máximo, y el silencio en la habitación era abrumador. Will, con los ojos llenos de lágrimas, no sabía cómo reaccionar. El beso había sido un intento de Ford de calmar la situación, pero también había sido un acto calculado para consolidar su control sobre Will.

-No sé si puedo confiar en ti -dijo Will, su voz apenas un susurro-. Pero necesito entender qué está pasando..─

Ford asintió, con una expresión que ocultaba una mezcla de resignación y satisfacción. Sabía que el camino por delante sería difícil, que las dudas y desconfianzas seguirían persiguiéndolos. Pero en ese momento, la tormenta fuera y dentro de la mansión parecía haber alcanzado un equilibrio temporal, dejando a ambos atrapados en un estado de incertidumbre y dolor. Ford había logrado un paso más en su manipulación, manteniendo a Will bajo su control mientras la verdad seguía oculta en las sombras.
Y con ello Ford abrazo a Will mientras se acostaban en la cama.
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