Obsesión [Jacaerys Velaryon]

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▬ι═Un brindis por está horrible familia═ι▬

     Veamond Velaryon caminaba para colocarse en medio y tomar el turno para hablar.

—Mi reina, mi Lord mano —saludo—. La historia de nuestras nobles casa se extiende más allá de los Siente reinos hasta los días de la antigua Valyria. Mientras la casa Targaryen ha gobernado los cielos, la casa Velaryon ha gobernado los mares. Con la caída de Valyria, nuestras casas se volvieron las últimas de su clase.

Daenerys dejó de escuchar todas esas aburridas palabras.
A Jacaerys algo lo distraía. Lo sentía en la nuca, como un suave cosquilleo, una presencia que no podía ignorar.

Ella lo observaba fijamente, sin molestarse en disimular. Sus ojos violeta, grandes y brillantes, parecían escrutar cada detalle de su rostro, como si intentara descifrar un enigma. Al principio, él se sintió sorprendido, algo desconcertado por la intensidad de su mirada. Pero, en lugar de incomodarlo, había algo en esa atención que lo hacía sentir especial.

Era una mezcla de nervios y curiosidad. Se preguntaba qué pensaba ella, qué veía en él que capturaba tanto su interés. Y entonces, mientras sostenía su mirada por un segundo más de lo que consideraba prudente, se dio cuenta de que le gustaba. Le gustaba la forma en que ella lo observaba, como si fuera el centro de su mundo en ese instante.

Una leve sonrisa se formó en sus labios, apenas perceptible, pero suficiente para hacer que la chica se sonrojara y desviara la mirada por un momento. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que sus ojos volvieran a encontrarlo. Ahora, había algo diferente en la atmósfera; un juego silencioso y cautivador que ambos estaban dispuestos a jugar.

Pero la mirada de el se cortó y se posicionaron en su madre, la princesa Rhaenyra a quien le tocaba defenderse.

—Si voy a seguir con está farsa con una respuesta empezaré recordándole a la corte que en este Salón hace 20 años...

La puerta tronó abruptamente llamando la atención de todos los presentes.

—El rey Viserys de la casa Targaryen, primero con el nombre, rey de los Andalos, de los Rhoynar y los primeros hombres —su padre ingresaba al lugar sorprendiendo a todos. Llevaba un bastón y su máscara cubriendo parte de su casa—, señor de los Siete reinos y protector de la tierra.