🧭 RENTING TO NARAVIT - [PONDPHUWIN] 🧭+16

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"A veces solo necesitamos que una sola persona confié en nosotros, que una sola persona piense que eres increíble así tú mismo creas que no eres suficiente, con una sola persona basta para estar bien..."

-Phuwin Tangsakyuen, 22 años.

Cree que puede con cualquier situación, y que es insuperable, pero le falta más experiencia.

Intenta no fallar, pero las expectativas de los demás le superan.

Pond es su nueva y única debilidad favorita. 

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Phuwin se sintió espantado al escuchar esas palabras, su cuerpo tembló, y aunque le dolía el rostro, su terror disipaba la sensación molesta. Su padre se estaba metiendo en una guerra que solo le concernía a él, y eso le ofendía sobremanera. Lo veía como alguien incapaz. Podía entender su preocupación por el futuro de la empresa, pero no le gustaba para nada él que tuviera que hacerle frente a Mark, era demasiado bochornoso solo imaginarlo lidiando con sus batallas, y él simplemente resguardándose tras su espalda como siempre solía ser, estaba harto de eso.

El tema con el padre de Mark era que, después de que su padre salvó su negocio, las cosas solo fueron a peor. El tipo se involucró con la mafia y acumuló deudas en los casinos. Por eso, su padre había decidido retirar el 80% de la inversión en la empresa, incluso puso a gran parte de los accionistas en contra, y después de que el tipo le rogó por su hijo, por su futuro, decidió llegar a un acuerdo justo, le dio un montón de dinero para pagar sus deudas, y lo obligo a firmar un contrato con la condición de que toda la empresa seria de Mark, y que él debía marcharse y jamás regresar. Así que el padre de Mark ahora estaba oculto en Japón, viviendo quizás una vida de excesos con el dinero que el señor Tangsakyuen le dio.

Poco tiempo después, su padre decidió dejar todo en manos de Mark, convirtiéndolo en director, ya que este tenía un gran potencial. Y no estaba equivocado, Mark logró reconstruir su propia empresa y recuperó al menos el 40%. El restante seguía siendo de la familia Tangsakyuen.

—Déjame arreglarlo —le suplico con una mirada desesperada, pero su padre puso muy mala cara. Incluso cuando intentó tocarle el brazo, su padre se alejó con fastidio.

—¿Así como lo has hecho hasta ahora? ¡Eres patético!

—Padre, por favor.

—¿Hasta qué punto deseas avergonzarnos a tu madre y a mí? —gruñó frunciendo el ceño—. Puedo aceptar que seas gay, me importa muy poco tu orientación sexual. Podemos alquilar un vientre para que tengas tus herederos de esa manera, si es que no decides casarte con una mujer. Incluso entiendo que te guste tener una vida descontrolada, pero debes entender que todo tiene su límite. Si haces algo, debes hacerlo en secreto, sin que nadie lo sepa. Así es como funcionan estas cosas, así es como puedes vivir con todos estos lujos, y nada ni nadie puede atreverse a quitártelos.

Phuwin tragó saliva con pesadez. Quizás en otro momento se hubiera sentido feliz de que su padre no rechazara sus preferencias, pero hablar de matrimonio e hijos, cuando él a su edad ni siquiera lo había pensado, ni sabía con quién lo quería realmente, le resultaba abrumador. Además, el hecho de que no se hubiera casado con Namtan le daba el tiempo suficiente para entender si quería una familia o no. Él quería elegir, no que se lo impusieran. Pero que su padre lo mencionara le hacía sentir nuevamente asfixiado, con todo el peso de las expectativas en sus hombros.

—He sido irresponsable, pero esta vez voy a detener todo, te lo juro. Solo confía en mí. Yo sé cómo destruir a Mark Pakin también.

—Phuwin, crees que te las sabes todas, pero realmente eres un niño estúpido.