🧭 RENTING TO NARAVIT - [PONDPHUWIN] 🧭+16

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"Me esfuerzo lo suficiente para no ser un fracaso.

Me esfuerzo para llenar las expectativas de mis padres.

Me esfuerzo hasta el cansancio para ser alguien en la vida.

Pero por alguna razón siempre se arruina todo..."

-Pond Naravit Lertratkosum, 24 años.

Creyó que su vida se solucionaría y que cumpliría sus sueños, pero en un segundo todo se fue por el desagüe.

Está desmotivado en todos los niveles.

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Dos días se tardo Sea Tawinan en enviarle un mensaje.

Dos días dónde Pond sentía la ansiedad al extremo, dormía poco, comía en exceso, y cuando no podía con tanto, solo rogaba a los dioses que todo se diera lo que fuera necesario, que le brindaran una pequeña oportunidad, que él se lo merecía, incluso fue a orar al templo toda una tarde y hacer méritos, pero eso no fue suficiente para calmar sus nervios. Intento distraerse con sus citas programas y en las noches con su comic, retocando y bocetando, pero a pesar de ello, no era suficiente, el agotamiento no se comparaba con la angustia que lo dominaba.

Cuando finalmente llegó ese mensaje dónde Sea le indicaba la dirección de la editorial Merng, y la hora de la reunión asignada para el día siguiente. Su corazón latió como loco, pensó que le daría un ataque ahí mismo por la felicidad y solo pudo gritar y saltar emocionado de un extremo a otro.

Pond corrió fuera de su habitación, abrazó a su mamá que estaba sentada en el sofá, y quien se quedó de piedra con su cariño repentino, y sin vergüenza alguna, besó la cabeza de su papá, el cual estaba junto a ella. Ambos progenitores apartaron su mirada del televisor, para mirarse entre sí completamente extrañados, aunque le preguntaron qué demonios pasaba Pond solo revoloteaba de un lado a otro entre saltitos, incluso Tawin que pasaba por allí, terminó envuelto en la euforia del mayor. El chico llegaba con cara larga de sus clases, pero Pond sin importarle su mirada de agotamiento, lo retuvo abrazándolo cual peluche, y sacudiéndolo hasta dejarlo sin aire, Tawin tuvo que empujarlo con brusquedad, pero Pond tomó sus manos, y lo incitó a bailar como dos locos con música imaginaria, mientras Tawin lo miraba muy asustado.

—¿Q-que te pasa? —preguntó algo temeroso de la respuesta.

—Celebra conmigo, es el mejor día de mi vida —murmuró Pond sin poder contener su mágica sonrisa, esa que se pintaba en su rostro, de oreja a oreja y dejaba ver sus brillantes dientes.

—¿Te ganaste la lotería? —quiso saber su madre.

—No, pero estoy a un paso de ganarme algo muchísimo mejor.

Sus padres suspiraron decepcionados, y simplemente dejaron de mirarlo. Pond volvió a abrazar a Tawin, pero este ya harto con la cercanía, le ordenó entre pellizcos y empujones—: ¡Ya! ¡Suéltame que hace muchísimo calor!

A pesar de que nadie en su familia creía en él, y en la confianza absoluta que tenía sobre esta oportunidad, Pond no borró su sonrisa, su estado de ánimo era burbujeante, así que regresó a su habitación tarareando una canción, y haciendo pasos de baile sin sentido. Sus padres y su hermano le siguieron cada uno de sus pasos con una mirada llena de desaprobación, pero no le preguntaron nada más y Pond dichosos como nunca en su maldita vida, cerró la puerta de su habitación y se tiró en la cama a abrazar su peluche de osito, riendo, besándole y agradeciendo por todo y nada a la vez.

En esos instantes, como si la mala suerte pudiera sentir que estaba muy contento, su celular vibro desesperado y al ver el nombre de: "Cretino pretensioso" en pantalla, su felicidad se esfumó. Phuwin estaba intentando contactarlo, trató de ignorarlo, pero él siguió insistiendo. A la final le había pagado mucho dinero, lo mínimo que podía hacer era corresponderle; a sus órdenes, ese era el acuerdo y Pond siempre cumplía su palabra.