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"No hay que bajar la guardia aun cuando todo parece que está muy tranquilo."

-Pond Naravit, 24 años.

Esta completamente enamorado de su novio, Phuwin Tangsakyuen.

Dunk le parece un tonto con todas las letras.

Su futuro por ahora tiene un mejor pronostico, pero no sabe hasta cuanto le durara la buena racha.

🧭

Temprano por la mañana, cuando el sol se colaba por el ventanal de la habitación de hotel, Phuwin fue el primero en despertar.

La noche anterior, justo antes de que Pond se durmiera, Phuwin se había tomado la libertad de tirar los condones usados, y limpiar sus cuerpos con paños húmedos antes de cubrirlos con la sabana. Ahora, ambos seguían desnudos, Pond abrazándolo con fuerza por la cintura, respirando suavemente contra su cabello revuelto, sumido en un profundo sueño.

Con cuidado de no hacer ruido, Phuwin se levantó lentamente. Pond simplemente suspiró y continuó durmiendo. Phuwin esbozó una ligera sonrisa mientras se dirigió al teléfono de la habitación para pedir el desayuno. Luego de charlar entre susurros con la chica de la recepción, se encaminó al baño a darse una ducha.

Al salir envuelto en una toalla, recogió las prendas que seguían en el suelo, y se vistió con la misma ropa de la noche anterior. Justo en ese instante, llamaron a la puerta. Una empleada del hotel intentó entrar con un carrito de metal, pero Phuwin la detuvo y tomó el carrito por su cuenta, y ella no opuso resistencia al final era la privacidad del cliente. Phuwin se sentó en el sofá y comió lentamente mientras Pond seguía dormido.

Entre bocados al croissant, y los huevos revueltos con beicon, revisó su celular y encontró un mensaje de Prem con la agenda del día. Una vez que terminó de leerla, su plato estaba prácticamente vacío, así que se sentó nuevamente en la cama y le dio un casto beso en la frente a Pond, quien ni se inmuto con su contacto.

—Pond... —lo llamó Phuwin con dulzura, pero solo obtuvo un ronroneo como respuesta—. Tengo que irme a trabajar —continuó—. Ya pedí el desayuno, asegúrate de comer algo. También dejé medicina para la resaca por si te sientes mal. Puedes quedarte en el hotel tanto como te apetezca, yo me aseguraré de pagar todo, pero no podre acompañarte...

Pond, con los ojos aún cerrados, se aferró a su brazo, impidiendo que se marchara. Phuwin suspiró, al borde de rendirse, él tampoco es que deseara irse, pero había cosas que no podía aplazar por mucho que quisiera.

—No te vayas —rogó Pond, abriendo finalmente los ojos y haciendo un puchero—. Es sábado, ven y descansa conmigo.

—No puedo —respondió Phuwin con una sonrisa—. Tengo reuniones y clases por la tarde.

—Quiero quedarme contigo más tiempo.

—Nos veremos otra vez el domingo —le prometió Phuwin, dedicándole una mirada apacible y amorosa que hizo que Pond sintiera mariposas en el estómago—. Ten un lindo día, Dino...

—Tú también...

Phuwin le brindo un rápido beso en la mejilla, y Pond sin poder hacer más, solo suspiro entre las sábanas, escuchando cómo Phuwin se retiraba de la habitación. Lentamente el mayor se sentó en medio de la cama, su cabeza dolía un poco, pero sus recuerdos eran muy claros, podía revivir cada instante de lo ocurrido en su cabeza, y sin poderlo evitar sonrió cual tonto. Mordió su labio inferior, ansioso porque llegara el domingo y poder disfrutar de otra velada de trabajo y amor con su ahora novio.

🧭 RENTING TO NARAVIT - [PONDPHUWIN] 🧭+16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora