[0]

679 50 11
                                    


"Mi vida se siente como un examen para el cuál no estudié..."

-Pond Naravit Lertratkosum, 24 años, recién graduado de Bellas Artes.

(Aún no encuentra un puesto relacionado a lo que estudió)


🧭

Cuando Pond se graduó con excelentes calificaciones y reconocimientos por sus obras y proyectos finales, realmente pensó que sería muy sencillo conseguir un empleo fijo y sobre todo ganar montones de dinero, creyó como todo un iluso que conseguir éxito era pan comido porque claro él era muy talentoso, el mejor de su generación. Pensó que ganaría muchísima fama en un abrir y cerrar de ojos, pero la verdad es que su vida se fue en picada solo unos días después de recibir el cartón.

Repentinamente nada le salía bien, pensó que lo contrarían en la galería donde hizo su proyecto final, pero no fue de esa manera, solo le dieron una carta de agradecimiento y unas rosas que se dañaron a las semanas. Y por muchas hojas de vida que envió a los diferentes lugares que encontró, nadie lo llamó, así que tuvo que trabajar por un tiempo en un McDonald's, donde los niños le dejaban las mesas hecho un caos y la zona de juegos al menos una vez al día alguno la vomitaba. Y los adultos no se quedaban atrás, algunos eran muy groseros y otros hasta lo miraban con desprecio. Como si las pocas oportunidades laborales en su profesión fueran obra de él.

Pond intentó ser positivo y sobre todo recursivo, así que en sus tiempos libres dibujaba y subía contenido a las redes sociales, eso lo llevó a pensar que quizás podría crear algo más grande, como un comic o algún corto animado, la simple idea lo inspiró. Pero eso no fue suficiente para darle ingresos económicos, que, aunque vivía con sus padres y su hermano menor, y no tenía grandes gastos, si le urgía independizarse, y tener un trabajo que no odiara con toda su alma. Así que tenía que ahorrar, y buscar demostrarles a sus padres que el dinero y el tiempo invertido en bellas artes había valido la pena, porque por ahora lo miraban con decepción. Por lo que, su mayor esperanza en esos instantes era su hermano menor que estaba estudiando ingeniería, aun cuando había repetido dos veces materias del primer año, cuando ya estaba cursando el tercero.

Afortunadamente tenía buenos amigos como lo eran Dunk y Santa, quiénes siempre le acompañaban en sus quejas y alegrías, en su ideas brillantes y desaciertos, a veces invitándolo a beber para despejarse, pero eso lo desmotivaba más porque Dunk ya tenía un puesto en recursos humanos de una empresa pequeña, y Santa tenía su emprendimiento de ropa que comenzaba a hacerse muy popular últimamente, porque él diseñaba todas las prendas con sumo cuidado y eran bastante exclusivas, así que ellos estaban bien y aunque le pasaban contactos para abrirse camino, a nadie le interesaba o necesitaba a un tipo que hacía arte con sus manos. Y eso le deprimía.

—¿Y qué tal si trabajas en mi tienda de ropa? Seguro haces unas buenas ventas con esa cara que tienes —propuso Santa para segundos después beber de su botella de cerveza.

—No gracias, eres un jefe terrible. Explotas a tus empleados, han renunciado como cuatro en el ultimo mes.

—Desagradecido.

—Pero teniendo esa cara y ese cuerpo como ventaja, quizás deberías usarlo a tu favor —cuchicheó Dunk con su mirada distraída en el panorama. Estaban afuera de un OXXO, sentados en las sillas de plástico, acompañados por el cálido entorno, los ruidos de los autos y las personas que iban y venían.

—¿Propones que me vuelva modelo de revista o algo así?

—Por favor, Pond. Tampoco exageres, nadie te contrataría de modelo, eres lindo, pero no lo suficiente —le corrigió ganándose una mirada asesina de Pond—. Me refiero a venderte todo.

—¿Que me prostituya? —escupió antes de romper a reír—. No estoy tan desesperado.

—No de esa manera —continuó Santa algo pensativo—, en Japón hacen este tipo de cosas de ser novio falso, o acompañante de personas solitarias. Ya sabes, sin necesidad de algo muy íntimo a menos de que paguen por ello.

—Sigue siendo prostitución —replicó Pond frunciendo el ceño.

—No lo es, si no te acuestas con nadie.

—¿Ofrecerme como acompañante y ya?

—Seguramente harías millones —asintió Dunk con una sonrisa burlona.

A decir verdad, Pond lo meditó un buen tiempo, mientras paseaba a los 15 perros de los vecinos cercanos por una paga paupérrima, y después en la cafetería dónde era mesero, y para su mala suerte, una tipa loca le tiró agua en la cara porque no quiso darle su número de teléfono a pesar de decirle que no tenía permitido compartir esa información, y que no tenía interés en ella. Quizá la idea de ser acompañante se vio en su cabeza como algo maravilloso, cuando en otro de sus trabajos, en esa vieja discoteca, su jefe lo regaño toda la noche y lo humillo frente a todo el personal, porque no se le dio la gana de entretener a un grupo de ladyboys que lo querían en su mesa para manosearlo. Realmente odiaba sus circunstancias, lo detestaba tanto que solo pudo decirse que situaciones desesperadas requieren medidas igual de desesperadas.

Había gente que vendía fotos de sus cuerpos, e incluso de sus pies, ¿Por qué no podría él ofrecerse como servicio de acompañante? Obviamente poniendo ciertas reglas, era bastante factible, y podía tolerarlo hasta cierto punto, tenía el rostro, la sonrisa y el encanto, cualquiera pagaría por pasar un rato con él así fuera para tomar un café. Así que decidido a ello, se creó una página de Instagram y en una aplicación del celular empezó a crear el diseño de imagen de su nuevo emprendimiento.


¡Soy Nara, y puedes alquilarme para lo que necesites!

Puedo ser tu novio falso.

Puedo ser tu cita para pasar el rato.

Puedo ser tu mejor amigo.

Puedo ser incluso tu amante, ese que se opone a tu boda de pesadilla si así lo deseas.

Puedo hasta darte clases de cualquier tema, ayudarte en tus tareas y repasos para los exámenes, seré muy paciente contigo.

Puedo hacer cualquier cosa que necesites, escríbeme por solo 1000 Bath la hora.

*Si deseas contacto físico como besos, abrazos, y tomarnos la mano (cada una cuesta 500 Bath)*


Sin pensarlo mucho compartió la publicación, para en cuestión de unos segundos comenzar a pagar por la promoción básica de Instagram. Lo que sucedió después de ello, puede considerarse lo mejor de su vida o tal vez, el peor error. Todo depende de las perspectivas en que se miren cada uno de los acontecimientos que vinieron tras esa decisión.

🧭


🧭 RENTING TO NARAVIT - [PONDPHUWIN] 🧭+16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora