"¿Qué sucede cuando dos personas comienzan a amarse muy a su manera? ¿Caos, cariño, destrucción, tranquilidad? Solo eran dos jóvenes queriéndoce a su manera ¿Oh a destruirse mutuamente?".
Tal cual ninguno de los personajes me pertenece, todos a acep...
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La chica había salido de aquella soledad en la que si misma se había sometido, ya pasaba tiempos con sus amigos cercanos y los niños aprendían nuevas cosas de cocina y otras cosas.
Un día se encontraban tranquilos los tres en la habitación, los niños estaban leyéndole un cuento a la mayor y la chica solo miraba el techo escuchando.
De la nada escucho la voz de Mitsuri y Obanai quienes hablaban animados acercandoce cada vez más a la habitación interrumpiendo el cuento de sus niños.
-¡¡____!! —Hablo feliz con algunas cosas en la mano, comida.—
-Hola —Saludo el chico quien también llevaba cosas en las manos.—
La chica peli-negra arqueo el entrecejo sentándose viendo como ellos entraban como si nada a la habitación y con eso llegando los demas pilares con cosas y comidas.
-Ora ora ora esto les parece fiesta o que?.
-Sabes es irónico que te pagen mucho y no tengas nada —era la voz de uzui criticando el lugar.—
La habitación se lleno de los pilares, sus tonos de voces y sus propias personalidades criticando el lugar.
-Pero a ustedes quien los invito.
Dijo confusa ya que ella no invito a absolutamente nadie, poco después de decir eso se aparecieron las hijas de Ubuyashiki y la señora Amane.
-Mami en realidad no tiene nada.
Una pequeña vena se le marcó en el cuello porque no era la primera vez que lo escuchaba en solo unos segundos.
-¡Bien vamos a decorar esto para que en realidad parezca una cena divertida! —Era la voz de Mitsuri dejando las cosas en el piso para poner manos a la obra.—
Con eso el chico de cabellos rojos con naranja arrastro a la chica hacia fuera ya que los demás iban al frente, los niños no entendían nada pero la situación les parecía divertida por lo cual comenzaron a seguirlos con una sonrisa.
Al estar todos en el área libre del centro dejaron a la chica en la madera sentada.
-Bueno o mandamos a alguien que traiga una mesa o hacemos una?
Pregunto la peli-rosa mirando a Obanai como buscándo su opinión.
-hagamos una, que tan difícil puede ser.
Las tres esposas de uzui asintieron pero la peli-negra negó rápidamente levantándose del piso.
-Nononono mejor mande a alguien por una.
El pateo se lleno de voces y puntos de vista diferentes mientras debatían aquello y daban opciones.
La peli-negra se acercó a Sanemi quien estaba parado observando la situación antes de opinar algo, la cabeza de la chica se recargo en su hombro cerrando los ojos.
