"¿Qué sucede cuando dos personas comienzan a amarse muy a su manera? ¿Caos, cariño, destrucción, tranquilidad? Solo eran dos jóvenes queriéndoce a su manera ¿Oh a destruirse mutuamente?".
Tal cual ninguno de los personajes me pertenece, todos a acep...
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No encontró a su cuervo en aquel lugar, eso era preocupante pero cuando volvió a sentir un peso en su hombro se relajo.
-Creí que llegarías pronto.
-Caw Caw me dijo Hashibami que solo fuera a dejarle el mensaje a Mitsuri Caw y regresara que el se encargaría de traerte caw.
Ella simplemente mostró una sonrisa cansada para cambiarse e irse a dormir lo más pronto, pensaría en lo de cambiar su uniforme seriamente.
A la mañana siguiente despertó temprano y acomodo aquel pequeño cuarto en el que se quedaba la ropa y algunos accesorios, se termino por quedar sentada en el futon mirando las bolsitas que había comprado.
-Caw caw ___ el patrón te llama caw.
La chica asintió y rápidamente se fue a cambiar al ya estar con su uniforme no tardo en seguir al cuervo donde le indicaba donde estaría el patrón, cuando llego al lugar indicado se inco haciendo una reverencia.
-Estoy aquí.
El señor se encontraba sentado en la madera dentro de aquella habitación a su lado estaba su esposa y las niñas.
-La construcción de tu finca va másrápido de lo esperado, dentro de dos o tres díasestará terminada, ¿quieres ir a dar un vistazo?.
La joven alzó la mirada para dirigirle la palabra con una sonrisa.
-Claro encantada.
-Se an reportado problemas enAomori.
-Oh, ¿____ puedes ir?.
-Encantada.
-Llegando podemos pedir a alguien que te forje una nueva espada.
Ella asintió para segundos después levantarse despidiéndose de los Ubuyashiki e irse siguiendo a su cuervo.
Al llegar a aquel lugar se hizo de noche por la caminata larga que tenía que hacer, comenzó a caminar con cuidado por el pueblo que parecía estar en silencio.
Era un lugar con niebla se podían ver las casas y la luz de las farolas que alumbraban el camino silencio, los árboles de alrededor le daban un aspecto desolado, la gente estaba encerrada por el pánico a que si salían algo les atacara.
De un momento a otro alguien intentó lanzarse sobre ella con rapidez, con intenciones de derribarla al suelo, la chica logro esquivar a tiempo y alejarse un poco quedando a una distancia aceptable desenfundando su espada, la persona que le atacaba era un hombre corpulento de nariz ancha pelo gris y ojos rojos, pero no daba la impresión de ser un luchador.
-Tueres la nueva pilar, ¿verdad?.
-¿Eso importa?.
Soltó con un tono controlado mirando fijamente a su oponente ya con su katana preparada a atacar.
