Dos años habían pasado desde la devastadora batalla de Marineford, un conflicto que había dejado cicatrices profundas en el mundo y en el corazón de Luffy. En una isla lejana, apartada del caos y del bullicio de los mares, Luffy caminaba junto a su madre, Aurora Calypso, y sus esposas. La luz del sol se filtraba a través de las copas de los árboles, iluminando el claro del bosque donde se encontraban.
Hancock, caminando a su lado, rompió el silencio con una voz suave pero cargada de curiosidad.
"Amor, ¿qué estamos buscando?" preguntó, su mirada llena de devoción y preocupación.
Luffy, con una calma inusual, giró hacia ella, sus ojos sombríos reflejando el dolor de los recuerdos. "Ya sabes lo que busco, amor," respondió, su voz firme, pero teñida de una tristeza que solo aquellos más cercanos a él podían entender.
Con un gesto lento, Luffy señaló la capa que llevaba sobre los hombros, una prenda que una vez perteneció a Marshall D. Teach, el hombre que se había sacrificado para salvarlo. Hancock observó la capa, finalmente comprendiendo el propósito de su viaje.
"Ah, ya veo," murmuró, asintiendo mientras su mirada se suavizaba. "Vienes a despedirte de él, ¿verdad?"
Luffy asintió en silencio, su mente sumida en los recuerdos de aquellos que había perdido. La sombra de la traición y la venganza aún pesaba sobre él, pero en ese momento, en ese claro del bosque, Luffy buscaba cerrar un capítulo de su vida, un capítulo marcado por el sacrificio y la redención.
Con cada paso que daba, el joven pirata sabía que el camino por delante no sería fácil, pero estaba dispuesto a enfrentarlo, con la fuerza y la determinación que solo el dolor y la pérdida podían forjar. El mundo aún no había visto lo que Luffy D. Monkey estaba destinado a convertirse, pero pronto, muy pronto, descubrirían el verdadero poder del hombre que llevaba el legado de sus seres queridos en sus hombros.
El grupo pronto llegó a la tumba de Teach, un lugar tranquilo y apartado, donde la naturaleza había reclamado el terreno. Luffy se arrodilló frente a la tumba, dejando un ramo de flores sobre la tierra. Cerró los ojos y respiró profundamente, dejando que los recuerdos lo invadieran.
"Hola, amigo," murmuró Luffy, su voz llena de una mezcla de tristeza y gratitud. "Vine a verte. Hoy hago mi viaje otra vez."
Mientras las palabras salían de sus labios, los recuerdos de su tiempo con Teach pasaron por su mente: las risas compartidas, las luchas, y finalmente, el sacrificio que había cambiado todo. Al final, una leve sonrisa apareció en su rostro, una sonrisa que reflejaba tanto el dolor como la aceptación de lo que había sucedido.
Después de unos minutos de silencio, Luffy se levantó, listo para continuar su camino. Pero antes de que pudiera dar el primer paso, sintió un leve empujón en la espalda. Sorprendido, se giró rápidamente, y allí, frente a él, vio una figura que jamás pensó volver a ver: Teach, con su típica sonrisa, lo miraba con complicidad, levantando un pulgar en señal de aprobación.
Luffy, con el corazón latiendo con fuerza, sintió cómo la emoción lo inundaba. "Gracias, amigo," susurró con voz entrecortada. "Siempre te llevaré conmigo, y cumpliré mi sueño por ti."
La figura de Teach se desvaneció lentamente, pero la calidez de su presencia permaneció en el aire, dándole a Luffy la fuerza que necesitaba para seguir adelante. Con la promesa de honrar el legado de su amigo y con la convicción de alcanzar su sueño, Luffy se giró hacia el horizonte, preparado para enfrentar el nuevo capítulo de su vida.
El grupo subió a su barco y, navegando con determinación, pronto llegaron a Sabaody. Una vez allí, Luffy se dirigió a su tripulación con una decisión firme.
"Bien, solo iremos mi madre y yo," anunció, su mirada recorriendo a sus esposas y a su tripulación. "El resto se quedará aquí en el barco a esperar al resto."
Yamato, con una ligera sonrisa, asintió. "Por mí está bien," dijo, pero luego agregó, "aunque tu hija está un poco inquieta hoy."
Luffy se detuvo, su expresión cambiando a una mezcla de preocupación y ternura. "Ah, demonios, mi pequeña akane . No la he visto desde que llegamos."
Yamato le pasó la niña, que estaba en sus brazos, a Luffy. Tan pronto como akane estuvo en los brazos de su padre, se calmó instantáneamente, acurrucándose contra él.
Yamato observó la escena con asombro. "¿En serio? ¿Cómo lo haces?"
Luffy sonrió, acariciando suavemente la cabeza de su hija. "Supongo que ella sabe que siempre estaré aquí para ella, pase lo que pase."
Con su hija ya calmada, Luffy la llevó a su habitación en el barco. Con cuidado, la dejó dormida en su cama y la arropó con delicadeza. Al salir del cuarto, se encontró con Bon Clay, quien lo esperaba en la entrada.
"Bon, cuídalas bien," dijo Luffy, su tono lleno de confianza.
Bon Clay, con su habitual energía, asintió con determinación. "¡Sí, capitán! Las protegeré con mi vida."
Luffy sonrió, satisfecho, y le dio una última mirada a su hija antes de salir de la habitación. En la cubierta del barco, tomó una máscara de samurái para no ser reconocido en Sabaody.
"Listo, mamá. Nos vamos," dijo Luffy, preparándose para partir.
Aurora, su madre, lo miró con amor y orgullo. "Sí, cariño," respondió, tomando la mano de Luffy.
Juntos, madre e hijo descendieron del barco, envueltos en un tornado de arena que los llevó hacia la isla de Sabaody, donde los aguardaba un nuevo destino.
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one piece : alinza en la oscuridad segunda temporada
Fanfictionsegunda temporada dondeLuffy es traicionado por sus nakamas ya que la marina envía falsos reportes de una llamada boster en sus islas. Para saber más de la historia te invito a leer y adentrarte en esta historia. -_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_...