el fin de los experimentos del científico loco

48 6 0
                                    

Momonosuke flotó por un momento, mirando con sorpresa tanto a Black Maria como a Ulti.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó, visiblemente molesto.

Black Maria inclinó la cabeza, mostrándose arrepentida.

—Momonosuke-san, no te pido que me perdones. Solo te pido que nos entiendas.

Momonosuke frunció el ceño, recordando el pasado.

—¡Te acercaste con mi padre! ¡Y al final lo traicionaste! —gritó, todavía furioso.

Black Maria bajó la cabeza en señal de arrepentimiento.

—Lo sé... No merezco tu perdón, pero te juro que he cambiado.

Momonosuke, aún lleno de ira, estaba a punto de continuar cuando vio a Black Maria temblar levemente al sentir que una niña tiraba de su falda.

—¿Qué pasa, mi amor? —preguntó Black Maria, con una sonrisa mientras levantaba a la pequeña.

diana, con voz tierna, dijo:

—Mami, dile a papi que me cargue, ya me cansé.

Black Maria rió suavemente y la cargó en sus hombros.

—Mejor que mami te cargue esta vez, mi cielo —dijo, acariciando su cabecita.

Momonosuke, confundido y aún más molesto, señaló a la niña.

—¿De quién es esta niña? ¿Es tuya y de Kaido?

Black Maria negó rápidamente.

—No, no es de Kaido. Es mía, pero... el padre es Luffy.

Momonosuke se quedó congelado por un momento, con los ojos muy abiertos.

—¿¡Qué!? —gritó, intentando asimilar la noticia—. No vamos a hablar de esto ahora, pero más tarde me sentaré a hablar contigo. Solo por esa niña —añadió, refiriéndose a la pequeña que miraba curiosa desde los hombros de Black Maria.

El grupo salió del basurero y Luffy, usando su habilidad, levitó todos los escombros hasta dejarlos cerca de la salida.

—Bien, ¿y ahora qué? —preguntó Black Maria, mirando a su alrededor.

—¿Cómo que ahora qué? —respondió Luffy, algo distraído.

—¡No sé! ¡¿Qué hacemos?! —intervino Ulti, irritada—. ¡Por dios, este idiota...!

Luffy, sonriendo de lado, respondió:

—Te oí, Ulti, y solo te recuerdo que soy tu idiota.

Hiyori rió suavemente, intentando calmar el ambiente.

—Basta ya, niños. Vamos, el resto debe de estar en el lugar donde los niños han sido llevados. Vamos hacia allá.

—Bien, pero el dragoncito se durmió —comentó Luffy, mirando a Momonosuke, quien parecía agotado.

—¡Oye! Solo tengo hambre... No he comido en días —respondió Momonosuke, algo malhumorado.

Luffy materializó un trozo de carne con su poder y se lo entregó.

—Toma, dragóncito.

—¡Gracias! —dijo Momonosuke, comenzando a devorar la carne con gratitud.

Hiyori observó la escena y sonrió.

—Veo que se llevan bien.

Luffy asintió, divertido.

—Sí, mientras el dragóncito no pelee, no hay problema.

Momonosuke, aún con la boca llena de comida, replicó con un bufido:

one piece : alinza en la oscuridad segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora