Capítulo 7: La verdad.

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Poco tiempo antes del colapso de las rocas que darían paso a la inundación de la guarida del enemigo, Turuiemon estaba arreglando cuentas con Gladimon; este se distrae un momento al ver que Rojo había quebrado la espada de Musyamon de una patada, por lo que estaba pensando ir al lugar a ayudarlo, pero tiene que regresar su atención al combate al escuchar la voz de su oponente.

Turiemon: Ni siquiera la pienses. Si intentas huir de nuestro combate acabaré contigo en cuanto me des la espalda.

Gladimon: Si piensas que un montón de niños tendrán oportunidad contra Musyamon estás muy equivocado.

Turuiemon: Je, pues entonces es una suerte que no estén solos; a diferencia de ustedes, los digimon de la aldea Hoshi nos cuidamos unos a otros.

Gladimon voltea a tiempo para ver como Garurumon entra al combate a tomar venganza contra Musyamon, derribándolo y cubriéndolo en sus llamas azules. El gladiador intenta ir a socorrerlo, pero Turuiemon llama su atención antes de atacarlo, a lo que él a penas y logra bloquear el ataque.

Turuiemon: ¡Hey! ¡No lo volveré a repetir! ¡Si te distraes lo consideraré como que estas abandonando la batalla y acabaré contigo aunque sea por la espalda!

Gladimon: (¡Demonios! Por más que quiera ayudar al jefe... tendré que poner toda mi atención al enemigo... Bueno, al menos de esa forma no habrá dudas de quien es el más fuerte, confío en que los demás se harán cargo del asunto.) ¡bien, entonces; en Garde!

Con esta resolución, Gladimon se mete por completo en el combate, haciendo que su habilidad con las espadas mejore bastante, tanto sus brazos como sus espadas son considerablemente largos y su cuerpo es pequeño, por lo que tiene mucho alcance y poca probabilidad de ser golpeado. Turuiemon sufre por esto, pero ha pasado varios días entrenando en secreto para compensar esa habilidad y poder lidiar con este enemigo, además de que esta vez no fue herido antes del combate, así que logra abrirse paso entre la oleada de cortes y estocadas del enemigo, llegando a rozarlo con las cuchillas de sus brazos por momentos.

Luego de decenas y hasta cientos de cortes cruzados que resuenan por todo el lugar por el violento choque del metal de sus armas, ambos han recibido varios ataques, Turuiemon tiene varios pequeños cortes alrededor de su cuerpo, pero ha logrado evitar recibir daño serio. Gladimon no corre con tanta suerte, pese a las ventajas que tiene ha recibido múltiples golpes directos de las armas del enemigo, de no ser por la armadura que cubre todo su cuerpo ya hubiera recibido demasiado daño, la ventaja es clara para su oponente y él lo sabe.

Gladimon comienza a perder la compostura, sus ataques se vuelven más agresivos y descuidados, poniéndose a sí mismo en peligro con tal de herir a su oponente. Esto toma por sorpresa a Turuiemon, quien recibe un par de cortes más profundos que los que había recibido hasta ahora, uno en el hombro derecho y otro en la pierna izquierda, pero logra mantener la calma, sabe que su enemigo está desesperado. Gladimon se abalanza hasta él con una estocada directo a su cara, pretende terminar el combate con este ataque sin piedad, sin embargo este movimiento fue bastante torpe e impulsivo. Turuiemon logra esquivarlo y aprovecha esa apertura para dar un potente golpe directo en su cara que lo hace rebotar en el piso y alzarse un poco sobre el suelo; el artista marcial no pierde el tiempo y vuelve a golpearlo antes de que toque el suelo, mandándolo a volar hasta que este choca contra una casa cercana. Turueimon nuevamente lo alcanza antes de que logre caer y lo lleva súbitamente al suelo con una patada descendente (patada de hacha). Gladimon logra reaccionar pese al daño e intenta darle una estocada con su espada, pero antes de que logre levantar el brazo Turueimon lo pisa, inmovilizándolo y dejándolo indefenso para el golpe con el que pretende terminar el combate.

Sin embargo, antes de que pueda hacerlo sucede algo que nadie en el lugar pudo ignorar; la pared de roca desde donde cae el agua del lago que esta sobre ellos colapsa, dejando caer una torrencial cantidad de agua que arrasa con todo lo que encuentra a su paso. Garurumon abandona su batalla contra los digimon más débiles y va por Dobermon para sacarlo del lugar antes de ser alcanzados por el agua. Turuiemon sube al techo de una de las casas cercanas, Gladimon logra reaccionar a tiempo y hace lo mismo. Ambas casas son levantadas de sus cimientos y arrastradas por el agua, pero ellos pueden mantenerse en los techos por ahora. Gladimon no quiere renunciar al combate y continúa atacando a Turuiemon pese a la situación, este responde el ataque, pero el agua destroza la casa sobre la que estaba el gladiador al azotarla contra la pared de roca, este salta y ambos continúan su batalla sobre la misma casa. Esto no dura mucho, pues esta también es arrastrada contra la pared de roca y se hunde en pedazos, sin embargo ambos contendientes logran saltar a tiempo y se aferran a la pared clavando sus armas en ella. Ambos se ven abrumados por la situación, están preocupados por sus respectivos compañeros, pero Gladimon encuentra una oportunidad en esto y ataca a Turuiemon por sorpresa.

Digimon: En el siguiente mundo, en la siguiente...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora