Cuatro horas después...
Marlene pasa por la chimenea de los Potter, luce traumada.
-Marls- llama Sirius- ¿qué pasó?
-Ella, y ella, y él... y el otro... y pude matarlo, pero ellas...
James frunce el ceño.
-Marlene, ¿qué pasó?
-Hoy a la mañana decidí ir a visitar a Mary- respira entrecortado, Regulus observa la escena junto a Remus- y sus padres dijeron que estaba en lo de Lily- señala a James y toma de la copa de Sirius, Euphemia y Fleamont también están ahí. De hecho estaban almorzando- y fui a lo de Lily y estaba...
-¿Quién estaba, Marlene?
-Lily esta muerta en el piso,él también y Mary se batía a duelo con uno de los estúpidos seguidores de ese maldito asesino.
Regulus retrocede, James se congela en su lugar.
-¿Qué?
-El mortífago ganó, él la mató y yo lo maté a él.
-James- llama Remus, el niño llora entre los brazos de su padre- tienes a Harry- recuerda acercándose lentamente.
Regulus traga saliva, esperando la reacción de James, pero James está en shock.
Es Euphemia quien lo abraza y logra hacerlo reaccionar. Regulus se mantiene al margen, no quiere molestar, y comprende que James sí llorará por Lily. Y así lo hace.
Sirius abraza a Regulus.
-¿Todo bien?- el menor de los Black asiente.
-Deberían ir por su cuerpo- propone Regulus- yo me quedaré con Harry.
-No creo que sea lo mejor- opina Fleamont- iremos al velorio luego, no expondré a mi hijo a esa horrible imagen, después de todo era su esposa, bien o mal.
Regulus asiente.
-Tiene razón, señor Potter. Lo siento- Mont pasa una mano por los hombros de Regulus, abrazándolo.
-No te disculpes, hijo.
James se acerca a Regulus y lo mira a los ojos.
-¿La guerra terminó?- pregunta. Regulus asiente mientras las lágrimas salen de sus ojos.
-La guerra terminó, James.
Potter lo abraza fuerte y solloza en su hombro. Tienen miedo juntos.

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Forbidden// Jegulus
RomanceJames y Regulus nunca se llevaron bien, Sirius logra convencer a Regulus de escapar a la casa Potter. ¿El problema? James y Lily están juntos, Harry acaba de nacer y la guerra está sucediendo. Entre celos, odio, guerra, llanto y amor. La portada no...