§ Capítulo 41 §

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La mente de Beomgyu era incapaz de poner en orden sus pensamientos, pues se encontraba abrumada por una serie incontenible de sentimientos y emociones que saltaban del miedo al enojo, de la tristeza al alivio, de la alegría al asco. El caos de su mente hacía que su cuerpo se paralizará, se contrajera y sudara frío, mientras su estómago se revolvía y expulsaba los jugos gástricos a través de su garganta.

La visita de Yeonjun había sido todo menos grata y su ser intentaba asimilar lo que pasaría a partir de ahora con él. Sin embargo, las emociones descontroladas a su interior junto con una serie de pensamientos ansiosos no se lo permitieron. Por otro lado, Beomgyu era incapaz de escuchar la voz de Siwoo llamándolo para sacarlo de este estado de trance.

—¡Beomgyu! ¡Beomgyu! ¡Beom...! —

La voz cada vez se hacía más distante, mientras su vista se nublaba y la oscuridad llenaba su alrededor lentamente. Su mente se tranquilizaba llevándolo a lo más profundo de sus deseos, donde el tiempo y el espacio eran carentes de relevancia. No tardó en abrir los ojos con un rayo de luz pegando directo en ellos, era de mañana y se encontraba en su cuarto.

Beomgyu no recordaba ni sabía lo que pasaba; sin embargo, la confusión no se hizo esperar. Miró a su alrededor, su habitación estaba limpia y ordenada, pero también había elementos que no reconocía, había fotos colgadas en la pared y cosas que no le pertenecían sobre su cama. Una camisa blanca y ancha estaba sobre ella, la tomó y la observó intentando adivinar, la olió y un aroma particular se desprendió de ella.

De repente una voz lo llamó desde atrás, un rostro conocido se mostraba frente a él, lo reconocía y sus ojos se abrieron con sorpresa, mientras sus manos temblaban. Volvía a sudar y su voz se hacía pequeña atravesada por un nudo en su garganta.

—Amor, ¿qué haces? —¿Amor?, se preguntó Beomgyu. —Levántate, ya preparé el desayuno.

—¿Y-yeonjun? —dijo con temblor en su voz dejando ver su temor por el mencionado. —¿Qué haces? —preguntó, mientras miraba a todos lados buscando a su mamá y a Siwoo.

—¿Qué pasa, cariño? ¿Tuviste un mal sueño otra vez? —Yeonjun se sentó a su lado para acariciar su espalda con suavidad y cariño; sin embargo, el cuerpo de Beomgyu se estremeció frente al tacto de este. —¿Qué soñaste? ¿A-acaso volviste a soñar eso otra vez?

—¿Otra vez? ¿Qué soñé? —la confusión entre ambos era evidente, pues Beomgyu no entendía qué hacía Yeonjun en su casa y mucho menos de lo hablaba.

—Vamos, cálmate —suspiró. —¿Volviste a soñar que te golpeaba y que tus amigos te abandonaban?

Beomgyu enmudeció, ¿acaso todo lo que había pasado en los últimos meses había sido tan solo un sueño? ¿Todo el dolor que se había alojado en su corazón y la miseria continua que le cortaba la respiración había sido solo un producto de su mente? ¿Todo se había reducido a una pesadilla? Muchas veces deseo que eso fuera, solo una pesadilla de la cual debía despertar, pero no lo era.

—Tranquilo, estoy aquí y jamás te haría eso —replicó envolviéndolo con sus brazos dándole una sensación desconocida a Beomgyu, quien no supo cómo reaccionar y mucho menos cómo interpretar los actos de su contrario. —Taehyun y los demás van a venir por la tarde, es nuestro aniversario y dijiste que querías celebrarlo en grande.

—¿N-nuestro aniversario? —la confusión de Beomgyu aumentaba. —¿Es hoy?

—¡Claro que sí, tontito! —sonrió. —Ayer estabas tan emocionado y hoy se te ha olvidado todo. Oh, también va a venir tu mamá la semana siguiente, me mandó un mensaje.

Yeonjun se fue, mientras continuaba hablando. Sin embargo, Beomgyu dejó de ponerle atención en cuanto salió de la habitación y se dedicó a recorrer su habitación, la cual estaba tapizada de fotos de Yeonjun y él en diferentes partes de la ciudad como si la hubieran recorrido de arriba a abajo. Ambos se veían felices, también había fotos con sus amigos que al verlas casi se le salen las lágrimas.

LOSER X LO♡ER | 𝙱𝚎𝚘𝚖𝚓𝚞𝚗 🍀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora