Misión: Suna y la Provincia Rebelde

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Cuando ese mes acabó, la misión de Shikaku Nara, Gina Hazard y Shikameru Nara, hacia el extremo noreste del país del viento comenzó, habían sido preparados durante un par de semanas anteriores, el clima era extremo y cruel, pueblo ubicado donde el desierto arenoso se convierte en arboles fosilizados y el suelo empieza a solidificarse en una roca durísima.

Las condiciones no estaban dispuestas para que cualquiera pudiera sobrevivir, de hecho, en esa zona, se la conocía por ser zona de fanáticos religiosos, provincianos alejados del sur oeste donde el kazekage habitaba en las aldeas más pobladas, zonas abandonadas a su suerte inhabitables excepto para aquellos que aún se aferraban a su fe

La fe, qué problema inmenso, lo que da y lo que quita, el inicio y el final de los problemas humanos, desatador de conflictos, dador de esperanza.

Los pueblos del noreste de la Suna habían sido tomados a la fuerza por dos familias poderosas que hasta el momento habían protegido a los pobladores, un lugar abandonado por inhabitable recientemente se había descubierto a sí mismo como prospero gracias a su fe y contaba con millares de habitantes que pese a las arduas circunstancias del lugar, se las habían arreglado para prosperar.

El problema de estos pueblos por el cual enviaron mediadores de Konoha, fue la más reciente intención de pronta conquista hacia el pueblo de la Suna, los olvidados quisieron tomar las tierras de quienes los olvidaron.

Visto desde ese punto de vista, ¿no suena tan mal verdad?, aquellos abandonados levantaron finalmente la cabeza.

Y si te dijera que hacía más de sesenta años que esas tierras dichas abandonadas, en los registros de la Suna y de los demás países aparecía como tierra virgen e inhabitable para seres humanos, ¿me creerías?, ¿le creerías al joven Kazekage quien pese a su profundo arrepentimiento, no salía de su asombro al reconocer las recientes revueltas de un pueblo que nunca supo que estaban ahí?

Cuando se les envió el informe detallado de la misión a los jóvenes residentes a los pocos minutos un golpe en su puerta los distrajo de su debate al respecto:

— Shikamaru, Srta.Hazard, soy Shikaku Nara, ¿puedo pasar? —

— Esta abierto papá, entra...—diciendo esto la puerta principal se abrió dejando ver a una exacta copia de su compañero de apartamento con unos años más en la guantera, con un rostro calmado adornado con cicatrices similares a las de Kotetsu y una suave sonrisa dirigida hacia nosotros, este era el famoso Shikaku del que siempre hablaba Shion,.

— Con permiso, Buenas tardes Gina, tiempo sin verte, espero que mi hijo no te haga las cosas muy difíciles conviviendo...—enseguida nos sacó una sonrisa al entrar—niños ¿ustedes ya recibieron el informe? —

— De eso mismo hablábamos señor, por favor siéntase como en su casa, Shikamaru hazle espacio en el sillón—el perezoso al otro extremo del sillón se hizo a un lado y su padre procedió a sentarse, dejando salir un quejido agotado al caer junto a nosotros,

— Será una misión larga, será mejor que se preparen muy bien, el viaje de ida será muy difícil por las condiciones, es una suerte que yo conozca un poco mejor el terreno de la Suna, en el extremo este nos estará esperando un delegado de las familias nobles del noreste, él nos meterá dentro de los poblados y garantizará nuestra seguridad, igualmente debemos estar abiertos a las costumbres de los habitantes de las colmenas, son religiosos y muy muy apegados a sus costumbres, debemos respetar sus métodos y que nos vean como personas capaces de mediar entre sus intereses y los del Kazekage—

— Entonces, ¿vamos como mediadores políticos pertenecientes a la unidad AMBU?, ¿O debemos pretender tener algún cargo para ganarnos su confianza?... —

Un Hogar Al Cual Volver-  Shikamaru Nara x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora