CAPITULO 1

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Un día, mientras navegaba por un foro ABDL, encuentro una comunidad en línea que parecía muy acogedora. Decido registrarme bajo el nombre de Bubby y comenzó a participar tímidamente en las conversaciones.

Mande el mensaje a bubby recibió el mensaje privado con mi usuario "CareBearCG". El mensaje que habia mandado era cálido y amigable (así lo veía yo), entonces llegó el momento de presentarme, me presenté como una Caregiver experimentado que buscaba conocer a una little para ofrecerle apoyo y amistad. Bubby, aunque nerviosa, decidió responderme.

Las primeras conversaciones fueron cautelosas, pero pronto Bubby se sintió cómoda conmigo. Hablábamos de sus juguetes favoritos, sus actividades favoritas y compartían cuentos antes de dormir. Yo siempre era atenta y cariñosa, escuchando a Bubby y ofreciéndole palabras de consuelo y aliento cuando las necesitaba.

De pronto pasaron 3 meses seguíamos compartiendo como Cg y little, y la verdad nos iba muy bien, yo era muy atenta con ella, la cuidaba como era debido y también la mimaba porque eso le gustaba mucho, Pero llegó el día en la que ella pasó a la preparatoria y yo ya empezaba en mis últimos años en ella, estábamos pasando por unas etapas difíciles y muy complicadas, Pero llegó el momento en el ya no podíamos tener tiempo suficiente como para compartir. El tiempo que solíamos pasar juntas empezó a disminuir.

Ya no podíamos tener nuestras largas conversaciones nocturnas ni compartir cuentos antes de dormir tan a menudo como antes. Fue un ajuste doloroso para ambas, pero especialmente para las dos. Me dolía ver cómo la distancia y el tiempo nos separaban lentamente, y sabía que eventualmente tendríamos que enfrentarnos a la realidad de nuestra situación.

"Querida Danny/bubby,

Sé que esta carta puede ser difícil de leer, y créeme cuando te digo que también es difícil para mí escribirla. Quiero que sepas cuánto he disfrutado cada momento que hemos compartido juntos, y lo mucho que significas para mí.

Lamentablemente, debido a las circunstancias y compromisos en mi vida, ya no tengo el tiempo que mereces. No es justo para ti, y no quiero que sientas que no te estoy dando el amor y la atención que necesitas.

Siempre estarás en mi corazón, y siempre recordaré nuestros momentos con cariño. Espero que encuentres a alguien que pueda ser todo lo que necesitas y más.

Con todo mi cariño,

Ambar"

Envié la carta con lágrimas en los ojos, sabiendo que probablemente rompería el corazoncito de Bubby, pero también sabiendo que era lo correcto. A veces, amar a alguien significa saber cuándo dejarlas ir.

Pasaron unas horas después de que envié el mensaje, y la ansiedad se apoderó de mí. Era un momento difícil para ambas, pero sabía que Bubby dependía mucho de mí, y eso era lo que más dolía en mi corazón. Sabía que en el fondo de mi corazón roto, esta era la mejor decisión para ambas. Era lo más sano y lo más adecuado que podía hacer.

Me imaginaba un futuro en el que, si alguna vez nos encontrábamos en persona, no dudaría en tomarla en mis brazos y llevarla a casa, cuidándola como siempre lo había hecho. Pero por ahora, debía aprender a vivir con la ausencia y esperar que Bubby encontrara a alguien más que pudiera cuidarla tanto como yo lo hice.

La respuesta de Bubby llegó al día siguiente. Su mensaje era breve pero conmovedor. "Te voy a extrañar mucho, mami Ambar. Gracias por todo lo que has hecho por mí. Siempre serás mi CareBearCG." Sentí un alivio al saber que, aunque nuestro tiempo juntas había llegado a su fin, Bubby entendía mi decisión y apreciaba los momentos que habíamos compartido.

Y así, con el corazón pesado pero lleno de gratitud, "cerré" el capítulo de mi vida con Bubby. Sabía que siempre llevaría conmigo los recuerdos de nuestro tiempo juntas, y que esos recuerdos serían un faro de luz en los momentos oscuros. Y mientras avanzaba hacia el futuro, mantenía la esperanza de que, algún día, nuestros caminos se cruzarían de nuevo.

Después de enviar la carta y recibir la respuesta de Bubby, intenté seguir adelante con mi vida. Sin embargo, la sensación de vacío persistía. Había sido difícil dejar ir a alguien que había llegado a significar tanto para mí. Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. Durante este tiempo, traté de mantenerme ocupada con los estudios y las responsabilidades diarias, pero en los momentos de soledad, mi mente siempre regresaba a Bubby.

Pasé mucho tiempo reflexionando sobre nuestra relación. Me preguntaba si había tomado la decisión correcta al despedirme, pero cada vez que esos pensamientos surgían, me recordaba a mí misma que lo hice por su bien. Bubby merecía a alguien que pudiera estar presente de verdad, alguien que pudiera ofrecerle la atención y el cuidado que yo no podía darle en ese momento de mi vida.

Un día, mientras revisaba mi correo electrónico, noté un mensaje de una dirección desconocida. Al principio, pensé en ignorarlo, pero algo me hizo hacer clic en él. Cuando abrí el mensaje, mis ojos se agrandaron de sorpresa. Era de Bubby. "Hola, Ambar," comenzaba el correo. "Han pasado unos meses desde que nos despedimos, y he estado pensando mucho en ti. Quería agradecerte por todo lo que hiciste por mí. Esos meses fueron algunos de los más felices de mi vida, y aunque me dolió cuando te fuiste, entiendo por qué lo hiciste. Solo quería que supieras que estoy bien. He conocido a otros amigos en la comunidad, y aunque nadie podrá reemplazarte, estoy aprendiendo a ser más independiente."

Sentí una mezcla de alivio y tristeza al leer sus palabras. Me alegraba saber que Bubby estaba bien y que había encontrado una manera de seguir adelante, pero también me dolía pensar en el vacío que yo había dejado en su vida. Decidí responderle. "Hola, Bubby," escribí con cuidado. "Gracias por tu mensaje. Significa mucho para mí saber que estás bien y que has encontrado apoyo en otros amigos. Siempre supe que eras fuerte y valiente. Espero que continúes creciendo y encontrando felicidad en todo lo que haces."

A partir de ese momento, comenzamos a intercambiar correos ocasionales. Nuestras conversaciones no eran tan frecuentes ni tan íntimas como antes, pero había una comodidad y una familiaridad que aún perduraba. Me enteré de que Bubby estaba disfrutando de la preparatoria y que había comenzado a explorar nuevos intereses, como el modelaje. Me sentía orgullosa de verla florecer y descubrir nuevas facetas de sí misma.

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Holiss, les dejo este primer capítulo de mi hija y mio, espero que lo disfruten y le den mucho apoyo al libro 💗💗

~𝑴𝒀 𝑳𝑰𝑻𝑻𝑳𝑬 𝑩𝑼𝑩𝑩𝒀~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora