~𝑴𝒀 𝑳𝑰𝑻𝑻𝑳𝑬 𝑩𝑼𝑩𝑩𝒀~

CAPITULO 4

El desfile terminó con un éxito rotundo. Los aplausos y vítores aún resonaban en mis oídos mientras me deslizaba a un rincón del salón, tratando de recomponerme. Mi mente seguía girando en torno al hecho de que Bubby, mi antigua little, había sido la estrella de mi colección. La emoción del reencuentro no planeado se mezclaba con la nostalgia, creando un torbellino de sentimientos que no podía ignorar.

Mientras los invitados seguían celebrando y la prensa rodeaba a las modelos para tomar fotografías y hacer preguntas, decidí alejarme un poco más del bullicio. Busqué una mesa tranquila en un rincón del salón y me senté, intentando calmar mis pensamientos. Tomé mi teléfono casi por inercia, y mientras navegaba sin pensar, una idea cruzó por mi mente: ¿y si intentaba reconectarme con el grupo ABDL donde conocí a Bubby años atrás?

Sin pensarlo mucho, entré a la aplicación y busqué el grupo. Mi corazón latía rápido, recordando cómo nos habíamos encontrado en este espacio virtual, compartiendo nuestras experiencias y formando un lazo tan especial. Después de un momento de duda, envié una solicitud para unirme de nuevo al grupo, esperando que aún estuviera activo.

Para mi sorpresa, la solicitud fue aprobada casi de inmediato. Mientras navegaba por las publicaciones recientes, mi corazón se detuvo por un segundo al ver un nombre familiar: Bubby. Ella había publicado algo hacía solo unos minutos. Sentí un escalofrío recorrerme la espalda. ¿Podría ser realmente ella?

Sin dudarlo, hice clic en su perfil. Su foto de perfil era la misma que recordaba de hace años: una imagen de un osito de peluche con un sombrero rosa. Una ola de nostalgia me invadió, y antes de que pudiera detenerme, escribí un mensaje privado.

Ámbar: Hola, Bubby. No sé si me recuerdas...

Esperé con nerviosismo, preguntándome si respondería o si incluso me recordaría. Minutos que se sintieron como horas pasaron antes de que viera los tres puntos que indicaban que estaba escribiendo.

Bubby: ¡Hola! Wow, ¡no esperaba verte por aquí! Claro que te recuerdo, Ámbar. ¿Cómo has estado?

Mi corazón dio un vuelco al ver su respuesta. Sentí una mezcla de alivio y emoción. Sabía que debía proceder con cautela, pero también sentía un impulso abrumador de hablar con ella más profundamente.

Ámbar: He estado bien, mucho ha cambiado desde la última vez que hablamos. Es una locura encontrarte aquí después de tanto tiempo.

Bubby: Sí, definitivamente. Ha pasado mucho tiempo. Me alegra saber que estás bien. ¿Qué te ha traído de vuelta al grupo?

Me quedé en silencio por un momento, pensando en cómo responder. ¿Debería mencionarle que la había visto en el desfile? ¿Que había sentido la necesidad de reconectar después de nuestro encuentro? Decidí ser honesta, al menos en parte.

Ámbar: La verdad es que recientemente he estado pensando mucho en los viejos tiempos, y me preguntaba cómo estabas. Quise reconectar con algunos recuerdos felices, supongo.

Bubby: Entiendo eso. Yo también pienso mucho en esos tiempos. Eran momentos más sencillos, más felices de alguna manera.

Hubo una pausa en la conversación, y sentí que había algo más que quería decir pero no sabía cómo. Decidí tomar el riesgo.

Ámbar: ¿Sabes qué es lo más loco? Estoy justo frente a ti ahora mismo.

Hubo un largo silencio, más largo que cualquier otro hasta ahora. Pude imaginar su sorpresa, su confusión. ¿Cómo podría imaginarse que yo, su antigua cuidadora, estaba aquí, a unos metros de distancia?