ᯓᡣ𐭩Capítulo 21.ᐟ ⊹

1.6K 188 64
                                    

JENNIE KIM.

Caer de nuevo por el mismo barranco que me empujaron, esta vez por decisión propia era la cosa más estúpida que podía hacer. Eso era lo que estaba a punto de hacer con ella, imitar lo mismo del pasado, esta vez más segura de que ella había cambiado, pero sin poder permitirme dejar el tiempo atrás.

La había escuchado, escuché todo desde que Visha entró a la oficina hasta que salió, estaba entre lo que era lo mejor para mí y lo que le convenía a mi paz, y para ser sincera, nada me convencía del todo, eran una serie de sensaciones frías a las cuales aún no me acostumbraba.

¿Qué se hacía en este caso? ¿Se perdonaba lo que por tanto tiempo me dolió?

Era un conflicto con presencia vacía, la cual en cualquier momento podría empeorar si lo permitía.

Ella estaba nuevamente en la vida de Lisa, ¿qué me confirmaba a mí que no pasaría lo mismo? Otra vez podría ser su conejito de indias, hacerme daño y dejarme, esta vez peor que antes, porque fue como dije, que alguien falle a la primera no te reafirma que falle a la segunda, por lo tanto, estaba tan indecisa.

—Espero no te moleste, pero tengo planeado llevarte hoy también —dijo Caín, apareciendo en mi visión.

—No hace falta, Caín, tengo mi propio coche, si permití que me llevaras ayer fue por una emergencia —pasé por su lado, entregándole unos papeles a la secretaria—. Se los haces llegar al señor Kyrell, por favor.

—Te puedo llevar hoy también —insistió.

—Ya casi me voy a casa, no hace falta, en serio, Caín —forcé una sonrisa—. Y Dana debe de estar dormida, pasaré por la oficina de Lisa.

—Yo pasé por allí —suspiró—. La tiene durmiendo, y ella también está dormida.

—¿Dormidas las dos? La estoy agotando mucho, perdona, tengo que ir —pasé por su lado, avanzando hasta la oficina de Lisa, y descubriéndola durmiendo—. He sido un poco abusiva —susurré.

–No lo creo, Lalisa no se ha quejado —replicó Caín—. Y hasta creo que cuando tú y yo queramos salir, ella podrá cuidar a Dana.

Ignorando las palabras de Caín, me acerqué a Lisa, tocando su brazo para despertarla, ella yacía dormida con Dana en sus brazos, con una tela rodeándola como la otra vez para que Dana no se cayera de sus brazos.

No quería hacerlo, se veía muy adorable teniéndola en sus brazos y descansando tranquilamente, una sonrisa se posó en mis labios, sonrisa que borré para que ni ella ni Caín la vieran. Lisa fue abriendo los ojos despacio, despabilando y dándose cuenta en la situación que se encontraba.

—Oh —llevó la mano a Dana—. Disculpa, es que estaba cantándole y de repente me quedé dormida —sonrió apenada—. ¿Ya te vas?

—Sí, pensaba irme. Tengo que poner a Dana en la parte de atrás, permíteme cargarla, Lisa —le pedí, estirando mis brazos.

—Déjala conmigo, quiero decir, llévame a donde tú vayas con Dana, así no tienes por qué despertarla —se puso de pie, tambaleándose por haberse recién despertando—. Me duele mucho la cabeza y estoy mareada.

—No puedes conducir así —dije.

—Llámale un taxi y listo –opinó Caín.

—¡No! —negué—. Un taxi no, puede que me secuestren.

—Mejor —masculló Caín.

—Yo te puedo llevar, así cargas a Dana todo el camino, se ve que duerme bien contigo —pasé mi dedo índice por la mejilla de mi hija—. No quiero despertarla, después...

This Side Of Paradise. (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora