This Side Of Paradise. (jenlisa)

ᯓᡣ𐭩Capítulo 22.ᐟ ⊹

JENNIE KIM.

Abrí los ojos de golpe, recibiendo un golpe de realidad, la casa estaba iluminada por el sol de la mañana, me senté de golpe en el mueble recibiendo una punzada en mi cabeza por la rapidez de mi movimiento. Miré lo que me cubría y analicé que era la gabardina de Lisa, me había quedado dormida con ella aquí.

Mirando alrededor me puse de pie, encontrándome a Jisoo sentada en una de las sillas del comedor, tomando su desayuno tranquilamente, mientras tenía la mirada metida en su celular. Me encaminé hasta allí, frotando mis ojos.

—Dana está tranquilamente en su cuna, y yo quiero saber qué te pasó, tú nunca te duermes así —despegó la mirada de su celular—. Porque me empiezas a preocupar, Jendeukie.

—Estaba aquí con Lisa —dije, ella abrió los ojos como platos—. No me mires así, no hicimos nada.

—Pero bien que te mueres —dijo con una sonrisa cómplice.

—Eso no es cierto, ¿dónde estabas metida tú?, llegaste tarde —le robé parte de su desayuno—. Y quiero la verdad.

—Fui a cenar con Rosé, me llevó a su casa y cogimos —se encogió de hombros, la tostada se me terminó yendo por el camino incorrecto, y tosí sin pausas—. No es tan grave, Jennie. Me moría de ganas, y no me arrepiento de nada.

—Claro que no te arrepientes —dije—. Eres increíble, dime que por lo menos te cuidaste para no salir embarazada.

—Estúpida —golpeó mi brazo—. ¿En serio nada pasó con Lisa?

—Nada. Ni siquiera un beso —aclaré—. Para que no vayas a creer que nos comimos, tengo que ser difícil con ella, que luche por tenerme, la primera vez fue muy fácil.

—¿Y lo disfrutaste?

—No te importa —me paré para ir con Dana—. Eres muy chismosa.

—¡Eso es un sí! —dijo desde abajo.

Me di una ducha para luego vestir a Dana y salir con todas sus cosas preparadas, me despedí de Jisoo y conduje hasta la empresa, entrando y saludando a las personas que pasaban por mi lado. Llegué a la oficina de Lisa, y al momento de entrar y dejar a Dana en la cuna, me giré para encontrarme con Caín.

—Buenos días, Jennie —me miró con preocupación.

—Buenos días —fruncí el ceño—. ¿Pasa algo? Te noto tenso.

—Es que está pasando algo con el proyecto —Caín dejó los papeles sobre el escritorio, me acerqué a revisarlos—. Las licencias no están saliendo como esperábamos.

Alcé la vista, dejando de lado todo y concentrándome en la lectura de papel.

—¿Qué está pasando? —pregunté en un tono preocupado.

—Mira aquí, hay complicaciones con las autoridades locales, han cambiado algunas regulaciones, y eso significa que las licencias que ya habíamos asegurado están en revisión nuevamente. Nos han pedido que vayamos en persona para presentar una nueva propuesta y entregar toda la documentación de forma directa —detalló.

—¿Y no podemos resolverlo desde aquí?

—No. Este asunto es más complicado de lo que parece. Necesitamos viajar al país donde está la sede principal de las autoridades que aprobarán o rechazarán las licencias. Debemos asegurarnos de que todo esté correcto y no podemos permitirnos ningún error —informó—. Solo nosotros dos manejamos estos detalles del proyecto, y tenemos que ir juntos.

Confusa por lo repentino de la situación.

—¿Le avisaste a los demás? Ellos tienen que estar informados —leí detenidamente el papel—. Y llama a Kyrell, dile que tenemos problemas con las licencias.