ᯓᡣ𐭩Capítulo 27.ᐟ ⊹

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JENNIE KIM.

Fui abriendo los ojos despacio, sintiendo la incómoda molestia de un leve dolor de cabeza y mi cuerpo pesado. Solté unos gimoteos, acomodándome en lo que parecía mi cama, pero no lo era. Al momento de abrir los ojos, me tomé un momento procesando que las paredes de este lugar eran azules, con pocos adornos y solo un sofá disponible.

Pestañee en varias ocasiones, fijándome que no solo mis padres estaban en la sala, sino también Rosé. Sentía una clara molestia en mi brazo, y llevé mi mano allí para quitarme todo lo que molestara.

—No, no hagas eso —me detuvo Rosé—. No puedes, perdiste mucha fuerza en el accidente.

—¿Accidente? —musité con la voz rasposa—. Cierto... el incendio —me llevé la mano a la cabeza—, me duele todo.

—No es para menos, sabrá Dios que maldito desquiciado quiso hacerte ese daño —repuso mi madre—. No soporto ver como ponen tu vida en peligro. ¿Tienes alguna idea de quien fue, Jennie?

—Creo que Visha, pero no estoy segura, vi de reojo a alguien, pero nada más —cerré mis ojos con fuerza, para abrirlos más relajada—. Todo fue un plan.

—Sí, un plan de Caín y Visha —declaró Rosé—. La policía se está encargando de seguirles el rastro, a Caín lo atraparon, pero a Visha no, no se sabe donde está.

—Puede hacerle daño a Lisa —respondí—. Es a ella a quien tienen que proteger ahora.

—Lisa está en las mismas condiciones que tú, Jennie —contestó mi padre—. No se encuentra bien debido a algunas quemaduras que tuvo y al humo que entró en sus pulmones.

—No me digan que es grave —me senté de golpe en la cama—. ¿Por qué lo hizo? No tenía que hacerlo.

—Tranquila, Jennie —gesticuló Rosé—. Lo hizo porque quiso, y si no hubiese sido por Lisa, tal vez tú no estuvieras aquí. Había más personas dentro, pero Lisa solo se concentró en ti.

—No quería que esto pasara —dije por lo bajo.

—Nadie lo quería —mi madre sostuvo mi mano—. Pero son cosas que no se pueden controlar cuando hay tanta gente mala en este mundo, Jennie. Ahora hay que colaborar lo máximo posible con la policía para que puedan atraparla lo antes posible y que no haga más daño.

—¿Y mi hija? Dana debe de estar...

—Dana está con Jisoo —se encargó de decir Rosé—. Yo estaba con ellas unas horas atrás, están bien, dejé a un policía custodiando la casa.

—Todo por la estupidez de Visha —miré por la ventana—. Está de noche, ¿Lisa sigue despierta?

—Puede que sí, su abuela y Darcie se encuentran con ella —Rosé se acercó más—. Si quieres te acompaño a su habitación.

—Sí, necesito verla —afirmé.

Rosé pidió un permiso y con ayuda de algunas enfermeras, arrastré el soporte conmigo, entrando a la habitación de Lisa, donde Darcie y su abuela se encontraban a los lados, hablando con ella. La abuela Manobal se giró para sonreírme.

—Jennie, qué alegría verte —avanzó hasta dejar un beso en mi mejilla—. Es una felicidad tenerte aquí.

—Gracias, Señora Manobal —sonreí sin separar mis labios—. Es un placer verla.

—Vamos a dejarlas un momento a solas —dijo Darcie—. Así que vamos, afuera todos.

Darcie sacó a todos de la sala, donde solo quedáramos Lisa y yo. Fruncí el ceño y con cuidado, con mi poca fuerza me senté en un taburete, Lisa sonrió, me miró a los ojos, pero en su mirada solo había cansancio, estaba agotada. Tanto como todos nosotros de siempre luchar contra personas dañinas.

This Side Of Paradise. (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora