RIVALES - ROWINA

Capitulo 7

Rowan estaba levantando unos platos, era de mañana, pero ayer su mamá se había acostado muy temprano como para lavar los trastes de la cena. Hoy era el último día de escuela, al fin, después de tantos meses saldría libre. Estarían de vacaciones y podría quedarse, si deseaba, en casa de Olivia todo el verano.

Llevaba casi un año sin saber de su papá personalmente, suponía que su mamá seguía en contacto con el para hablar sobre los gastos estudiantiles de su hija, pero aprecia aún no poder superar su separación. Rowan prefieres no pensar en eso, hoy tenía una gran broma planeada, fue una idea que sugirió una tarde en casa de Olivia y por fin hoy ella y sus amigas lo harían.

Ayer Olivia y ella habían comprado las latas de pintura y el disparador de aire, Dove ya debía haber llegado temprano para instalarlo y darle una sorpresa a sus raritas favoritas. Escucho a la vecina del frente, la señora Carpenter, llama a su hija y luego los vio saliendo. Se asomó levemente para ver hacia la castaña, la mamá de Sabrina se montaba en su automóvil apurando a su hija.

Sabrina estaba con un Jersey y unos jeans, los mechones de cabello se balanceaban ligeramente por el viento mientras la rubia bostezaba. Rowan soltó una pequeña risa. Parece una niñita de primaria. Dijo para ella misma. Sabrina nunca usaba maquillaje o algún cosmético que la hiciera lucir hermosa, por eso la castaña no se explicaba como hacía todas las mañanas para verse tan linda.

Mal camino, Rowan. Dijo por el rumbo de sus pensamientos. Se apartó de la puerta y fue hasta su cuarto a arreglarse, después de pasar por casa de Olivia ya se encontraban en el instituto. El aire está mañana parecía estar cargado con energía, hoy era el último día para los alumnos que cursaban el último año. Rowan se pregunta a qué haría al graduarse, ¿Con quien estaría? Con Olivia claro, pero se preguntaba cómo sería su último día antes de irse a la universidad, debía de ser emocionante.

En todo el día no se cruzó con Sabrina y su rari pandilla, pero no tenía importancia, era obvio que las vería cuando sucediera. La castaña y su mejor amiga esperaba con ansias la hora del almuerzo. Y así fue, allí estaban las cuatro chicas cerca de donde se encontraba el casillero de Sabrina para ver la acción en primera fila.

—¿Crees que funcione?— pregunto Madison un poco ansiosa, nunca había presenciado una buena nivel dos.

Dove se miró las uñas con superioridad.

—Madi, por favor, lo instalé yo. Claro que funcionará.— las cuatro pegaron los ojos en el lugar cuando vieron a la enana y a Sabrina llegar.

Nadie podía borrar la sonrisa burlona de los labios de Rowan.

—3... 2... 1 y.— dijo Dove entre risas contando en retroceso.

Cuando Sabrina abrió su casillero un disparador de aire se activó manchándolas completamente, a las dos, con pintura.

—¡Ahh!— chilló Sabrina sacudiendo sus manos mojadas en rosado y su rostro.

Rowan explotó en risas con el resto de los jóvenes que iban con el pasillo, todos las señalaban burlándose de ellas. Dos por una, no planeaba que la enana estuviera con ella. Se alegró se que su broma fuera un éxito.

—¿Que mierda?— la castaña dijo enojada al ver que su franela favorita estaba sucia.

Sabrina escucho las risas de Rowan y de volteo a verla, la castaña vio por primera vez enojo en esos ojos verdes.

—¡Blanchard!— iba a ir hasta ella pero Olivia se interpuso con su móvil en alto.

—A ver, sonríe a la cámara.— cantó con la lengua entre los dientes mientras tomaba miles de fotos diferentes de Sabrina y su amiga en ridículo.