—¿No es muy temprano?— preguntó la señora Blanchard, al ver a su hija asaltando el refrigerador arreglada para ir al instituto.
Rowan lucía igual que todos los días, una falda y una franelilla que le dejaba al descubierto su abdomen, su rostro estaba maquillado y ahora estaba un poco intimidada en ir caminando en la calle así. Aún seguía sin hablar con Olivia, por esa razón nadie ma llevaría hoy, también se iba temprano para evitar que su amiga viniera a buscarla obligada.
—No creo, ¿No deberías estar preparándole el desayuno a tu "compañero"?— hizo comillas en la palabra y su mamá hizo una mueca.
—Rowan...—
La castaña le hizo callar levantando una manos, en sus labios sostenía una tostada.
—No intentes negarlo, mamá, los escuche toda la noche.— dijo antes de colgar su cartera al hombro. —Hasta luego.—
Salió rápidamente por la puerta ignorando el llamado de su madre, hoy estaba un poco irritante ya que no durmió en toda la noche por la gran actividad en la habitación contigua. Sujeto su pelo liso en una trenza mientras caminaba, era la primera vez desde hace tiempo que mi hacía pero le servía para pensar. Vio de reojo la casa de Sabrina, mientras se colocaba sus audífonos, la rubia estaba despertándose y se asomó por la ventana. Las dos se vieron, Sabrina estaba a medio vestir cuando vio a Rowan en la acera, de inmediato la castaña apartó la mirada y siguió caminando.
No sabía para donde mirar mientras caminaba, el cielo aún estaba gris y el viento era agradable. La música estaba a todo volumen, su banda favorita de estaba escuchando , y su cabeza estaba en otra parte. No podía seguir ignorando a Olivia era su mejor amiga y debían arreglarlo. ¿pero que le diría? Que estaba confundida y sentía un extraño sentimiento hacia la vida, ella misma, o peor: hacía Sabrina Carpenter. Escuchaba su nombre, pensaba que era una alucinación así que aumento el volumen de su móvil. Pero pronto se dio cuenta que alguien su ma llamaba.
—¿Eh?— vio a su lado y casi suelta un jadeo de sorpresa al ver a Sabrina que parecía haber pegado una carrera.
—¿Qué demonios haces aquí, Carpenter?— la castaña no entendía ya que ella siempre se iba en automóvil.
Sabrina se alejó unos pasos de ella aún caminando en la acera junto a Rowan.
—Yo... te vi y no quería irme sola al instituto, así que...— estaba balbuceando y la castaña arqueó una ceja.
—Tu siempre te vas con tu mamá en auto.— apuntó y Sabrina se sonrojó.
—Bueno, hoy quería irme contigo.— confesó, pero después abrió los ojos negando con la cabeza. —Porque quería irme temprano y... tú también salías a esta hora así que podemos darnos compañía mutua o...—
—Ya entendí, Carpenter, solo cállate y no me hables.— era muy temprano para hacer sonrojar a Rowan y para su gran fastidio Sabrina lo estaba logrando.
La rubia asintió tímidamente y la castaña casi pudo jurar que estaba escondiendo una sonrisa. Fastidiada volvió a encender la música ignorando a la chica junto a ella, pero eso no evitó verla de reojo. Jersey y unos jeans oscuros y su cabello suelto, aún así lucía más hermosa que la propia Rowan. Enojada consigo misma por esos pensamientos, aumento el paso casi dejando a Sabrina atrás. Duraron todo el camino en silencio y al llegar Rowan ni se despidió, se fue corriendo por el aparcamiento al grupo de sus amigos. Allí estaba Olivia cuchicheando con Joshua y al verla llegar se quedó callada.
—Hola, chicos.— saludó alegremente mientras intentaba sólo enfocarse en Madi.
—¡Row, hasta que por fin muestras señales de vida!— Dove le dio un empujón amistoso en el hombro.
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RIVALES - ROWINA
FanfictionRowan Blanchard tiene que comenzar la secundaria, junto a su mejor amiga Olivia Rodrigo, después del divorcio de sus padres que supuso una etapa difícil en su vida. Ella no creía en el amor, hasta que conoció a Sabrina Carpenter, la mejor forma de h...