RIVALES - ROWINA

Capitulo 9

Hoy era el día, después de esperar una desesperante semana, por fin eran las pruebas para entrar al equipo de animadoras. Rowan se sentía muy segura, era una actividad en la cual destacaba y por eso sentía confianza. Olivia era todo lo contrario, aunque intentara ocultarlo durante las clases parecía nerviosa, mordisqueaba sus dedos como acostumbraba a hacer cuando estaba ansiosa.

—Relájate, Liv.— le dijo la castaña dándole un golpecito en la cadera.

Olivia la miro confundida y negó con la cabeza.

—¿De que hablas?—

—Qué estas nerviosa, descuida. Lo harás bien.— le sonrío a su mejor amiga.

—No estoy nerviosa.— mintió, pero al ver que Rowan no le creía suspiro. —Bueno, un poco.—

—Esa es mi chica.— le dio un beso en la mejilla antes de darse la vuelta.

—¿A donde vas?—

—A la clase de arte, he olvidado mis pinceles.— tranquilizó a Olivia mientras buscaba el salón.

Al llegar a la clase allí estaba Sabrina, no le sorprendía, lo extraño era que no habían más personas en el salón. La rubia solo miraba fijamente un cuadro, era arte abstracto por lo cual Rowan no entendía mucho el concepto del cuadro. Sigilosamente se posicionó tras Sabrina, mirando la pintura, eran unas manchas de colores interrumpidas por unas líneas negras y grises. Daba la apariencia de ser una pintura feliz elaborada por un artista triste. Fue un impulso, pero la castaña quería fastidiar a Sabrina, se acercó hasta su oreja y susurró en voz baja:

—Creo que es muy complejo para tu cerebrito, ¿no crees, Carpenter?— de inmediato Sabrina volteo abruptamente, pero no se alejó.

Ay, madre mía. Pensó la castaña al ver el rostro de la rubia muy, demasiado, cerca suyo. Observó brevemente sus ojos verdes, parecían muy profundos y cálidos, nuevamente la sensación de cosquilleo apareció en su estómago y se separó de Sabrina rápidamente. Estaba colorada y desconectada por su reacción. ¿Por que siempre actuaba así frente a Sabrina Carpenter?

—Per... perdón.— se disculpó la rubia bajando el rostro y con las mejillas encendidas, nunca había estado tan cerca de Rowan.

—Me desesperas tanto, cuando te disculpas y todo eso.— rascó su cabeza, los ojos cafe se encontraron un segundo con los ojos verdes, pero el breve momento se cortó.

El profesor entró por la puerta, un poco desconcentrado por ver a dos de sus alumnas alejadas un metro de la otra y coloradas.

—Señorita Carpenter, ¿Ya terminó su obra?— preguntó sentándose en su escritorio.

Sabrina lanzaba miradas de reojo a la castaña, asintió suavemente antes de mostrar una tímida sonrisa.

—Si, señor. Acabo de guardarlo en el almacén.— señaló la puerta que estaba tras el escritorio, el profesor asintió.

—Gracias, ya puede irse, Carpenter.— le hizo señas con la mano para que la chica abandonara el salón.

Las dos chicas entendieron la indirecta, Sabrina volvió a cabecear mientras tomaba sus cosas y caminaban hasta la puerta. Dió una última mirada a Rowan, la castaña sintió un vuelco en el corazón al ver que los ojos verdes no se despejaban de ella.

—¿Algo más, señorita Carpenter?— el profesor alzó una ceja al ver a Sabrina aún en la puerta.

La rubia se sonrojó un poco antes de dejar de ver a Rowan e irse, cuando por fin la puerta estuvo cerrada fue que la castaña respiró profundamente. ¿En que momento había comenzado a aguantar la respiración?