En Amarant, el planeta donde los vampiros existían, justamente en la ciudad de Kyuketsu. Zurie, el primo de la princesa de los vampiros estaba andando en el pasillo hasta llegar a su destino: El cuarto de Selene.
El llanto de una niña se podía oír incluso detrás de la puerta doble, el vampiro joven se entristece porque ya sabía a quien le pertenecía esos sollozos, así que abre la puerta para entrar en la habitación, era enorme, gótico y victoriano pero propio de una princesa. Habían peluches de murciélagos cerca de la gran cama incluído el que le regaló Shizuka junto con el resto.
El libro de murciélago estaba en su librero, el bolso morado con detalles negros estaba en su armario junto con los paquetes de dulces rojos, el cd de <éxitos> estaba en un cajón de su coqueta de madera, la Puerta del cuarto dimensional estaba guardada en su gran clóset.
Se veía a alguien llorar. Era Selene, ya no tenía puesto su brazalete vampírico porque allí no le hacía falta, por lo que tenía sus orejas en punta de nuevo y sus colmillos estaban presentes porque ya no los ocultaba, pero ya no tenía reflejo ni sombra. Pero ella sí tenía el brazalete que su gran amigo humano le regaló, estaba sosteniendo un cuaderno en sus manos, era el cuaderno que Nobita estaba haciendo para ella y que no pudo terminar por las circunstancias.
Había pasado una semana desde que Selene volvió a Amarant
Ella había dejado a Nobita y a sus amigos en sus casas aprovechando que ella era bienvenida en estas por reglas vampíricas, preparó el escenario para que no haya pasado nada, tomó la puerta de la habitación dimensional con todas sus cosas, su cápsula de escape, su regalos de cumpleaños, el collar de magentun tanto de Shizuka como de Nobita, el brazalete vampírico y por supuesto, las fotos de la playa que eran de ella, y el cuaderno que Nobita estaba haciendo.
Tomó esas cosas ya que iban a terminar desapareciendo con el hechizo del consejo que después lanzó en Tokio cuando Selene terminó de empacar. Así todos los recuerdos y los registros de ella quedaron eliminados, nunca hubo una chica de platino, solo una chica del que nadie sabe quien es y nadie la recuerda porque pasó desapercibida.
Selene estaba abrazando el cuaderno con cariño, estaba intacto porque lo había sacado de la ciudad con sus cosas antes del hechizo, ella tenía puesta su pijama ya que era hora de dormir, lo había y leía todo lo que él escribió acerca de ella y de lo que ha aprendido, veía los dibujos que aunque no eran para nada buenos y la escritura no era tan bueno, lo hicieron sonreír porque estaba hecho con cariño para ella.
La vampiresa vio con especial atención la página donde estaba la foto de ellos dos en la playa y la frase: A Selene le hace feliz el no estar sola.
"Nobita..." Dice la vampiresa mientras rompe en llanto de nuevo.
Ambos chicos sabían que tenían que despedirse, pero eso iba a pasar en buenos términos y en comunicación. Pero su separación terminó siendo forzada y él no lo recordaba, por esa misma razón les había afectado el separarse.
El corazón de la vampiresa estaba roto por perder una vez más una amistad por su propia mano. El corazón del humano estaba roto por tener que olvidarla aunque él no lo sabía y por eso estaba en ese estado decaído.
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Nobita, Doraemon y la Reina Nocturna
VampirgeschichtenLa rutina diaria de Nobita, Doraemon y sus amigos tendrá un curioso cambio cuando en una noche sucede algo en la montaña detrás de la escuela, encontrándose con algo... O alguien.