¡El día de la ceremonia de ascenso ha llegado! Todo estaba listo para el evento. El salón del trono que era el lugar donde se hacía la ceremonia, estaba pasando por una última inspección por parte del consejo vampírico de Kyuketsu, todo debía ser perfecto. No faltaba mucho para que la gente cercana a los Vasilescu llegaran al salón para atestiguar en vivo el gran suceso, mientras que el resto de la población estaban mirando en una pantalla gigante que estaba fuera del castillo, otro lo veían desde unos televisores modernos en sus casas.
Niños, jóvenes, adultos, ancianos, todos estaban emocionados por la ceremonia de ascenso y el debut de la nueva Reina de los Vampiros. Todos menos Selene.
El Rey Vampiro debía estar presente en la ceremonia, así que por ese día, había salido de su habitación con la recomendación del médico personal, estaba en una silla de ruedas que era empujada por una sirvienta. El conde Caleb llega a la habitación de Selene, donde estaba terminada de ser arreglada para su ceremonia por otras sirvientas.
Ella lucía un vestido largo de cuello alto de color morado con detallados florales, con un corte de color negro en medio pero elegante, con mangas largas que terminaban en forma de campana, tenía guantes medias largas y zapatos negros, tenía una gran cinta morada a modo de diadema en su cabello de platino con adornos de rosas negras encima. Tenía unos aretes preciosos de magentun, al igual que un collar de joyas, también tenía puesto el brazalete que Nobita le dio, el cual nunca se lo quitaba desde que regresó a casa, al menos eso le quedaba después de haber perdido el cuaderno. El pintalabios morado resaltaba en su piel de porcelana, aunque tenía un poco de rubor ligero en las mejillas de maquillaje para resaltar su lindura natural.
"Mírate mi Luz de luna, desbordas la misma vibra que emulaba tu madre. Hoy es tu gran día" Caleb nota la mirada triste y decíada de Selene, le indica a las sirvientas que se vayan y cuando los dos se quedan solos, él le sonríe "Mi pequeña niña. ¿Sigues pensando en tu amigo verdad? Puedo verlo en tus ojos"
"¿Se nota mucho padre? Yo... Pensé ayer que lo había oído pero solo son mis emociones alteradas por la nostalgia. Y sí, realmente extraño a Nobita, esto no me dolería si nos hubiésemos despedido en buenos términos como planeamos, manteniendo el contacto. Pero ahora, ya no puedo comunicarme con él porque ni siquiera me recordará, volveré a ser una extraña para él si lo veo. Quiero volverlo a ver"
"Aunque... Si estoy cerca de él de seguro volverá a estar en peligro por mí, y no quiero eso, casi muere por mi culpa y si resolvemos lo de Luna Escarlata, habrán otros que tendrán esos pensamientos aterradores como Lady Belladonna. Yo, quiero protegerlo a él y a mi gente, pero..."
"¿Pero te duele estar lejos de ese amigo que hiciste en la Tierra, verdad? No es la primera vez que te veo así, hace años te pasó lo mismo con el chico que decidió alejarse de ti pensando en sí mismo por miedo, pero ahora eres tú quien decidiste alejarte de él por miedo a que lo lastimen, piensas en su seguridad y eso es algo muy noble de ti, pero sé que debe dolerte mucho. El día en que tu madre murió tuve una sensación similar, el sentimiento de nostalgia me invadía y el dolor del corazón destrozaba mi pecho."
El Rey Vampiro abre sus brazos, a lo que Selene no pudo soportar el correr a abrazarlo, ahora lo que más necesitaba para su nueva etapa de vida era un abrazo de su padre "En una parte sensata, tal vez estar separados por proteger a alguien importante para ti que cambió tu vida, así sea a un amigo es lo correcto. Pero en el corazón, no lo es, para nada, duele como una estaca, que no te mata pero hace sufrir a quien lo tiene."
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Nobita, Doraemon y la Reina Nocturna
VampireLa rutina diaria de Nobita, Doraemon y sus amigos tendrá un curioso cambio cuando en una noche sucede algo en la montaña detrás de la escuela, encontrándose con algo... O alguien.