Era otro día más en Tokio, aproximadamente el mediodía y un fin de semana más. Ahí también había pasado una semana desde que todo volvió a la <normalidad> Aunque muchos sin saberlo pasaron por un cambio agradable, había algo que persistía entre ese grupo de amigos.
Nobita seguía en un estado de confusión y tristeza que no sabía el por qué lo sentía. Claro, había mejorado en la escuela, se había acostumbrado a esa mejora, pero dentro de sí sentía que algo estaba mal y en su pecho había un dolor extraño. Sus amigos trataron de animarlo, consiguiéndolo un momento para que al día siguiente volviera a su bajo estado de ánimo.
La situación no mejoraba cuando a veces veía cosas relacionadas con murciélagos, verbenas o ajos, incluso si veía a una actriz en televisión que tenía el cabello platinado, se estristecía y prefería alejarse del asunto. Sus padres estaban preocupados e incluso lo llevaron a un médico porque siempre decía que sentía algo en el pecho, pero estaba sano, físicamente.
El azabache se irritaba por no saber por lo que pasaba en sí mismo, además de soltar lágrimas sin razón una que otra noche antes de dormir, incluso él estaba harto de su propia situación, trataba de animarse a sí mismo, pero no podía.
Volviendo al día de hoy, el grupo de amigos decidieron ir a pasar el tiempo e ir a una heladería, así que Shizuka, Doraemon, Suneo y Gigante estaban caminando hacia allá, con Nobita un poco más atrás que estaba con esa mirada cabisbaja. "Vaya que sí te está afectado la pubertad ¿Eh?" Dice Gigante mirando hacia atrás para mirar a Nobita.
"Vamos que no puedes estar así para siempre. Tiene que haber una razón por la que estás así y no la quieres decir" Dice Suneo quien suspira cansado
"¡Pero ya se los dije, no lo sé y eso me irrita!" El azabache solo se da golpecitos en la cabeza por la rabia.
"Yo te creo Nobita" Shizuka le sonríe con preocupación "Por eso es que iremos a la heladería para que te animes un poco, sé que lo que sea que te pase se desvanecerá"
"Sí amigo, estás teniendo progresos últimamente y no deberías sentirte de ese modo, te animaremos" Doraemon y Shizuka le sonríen haciendo que Nobita sonría un poco.
"Gracias chicos, eso espero porque yo también quiero animarme"
Pero justo que estaban pasando por un callejón oscuro, los 4 pasan con normalidad, pero Nobita se queda ahí y mira allí, lo que sus amigos notan. "¿Qué te pasa Nobita?" Pregunta el gato robot.
"No sé" El chico torpe mira a sus amigos con cara de confusión "Es que creí que había escuchado algo extrañ..."
El chico no pudo terminar la oración cuando siente que es jalado por algo quien inmediatamente le tapa la boca para que no gritara, los 4 gritan el nombre del azabache y corren hacia el callejón, pero cuando entran no ven a nadie, era como si se lo hubiese devorado la tierra. "¡Doraemon, alguien jaló a Nobita!"
"¡Eso lo sé, pero no hay nadie aquí!" Doraemon desesperado busca en su bolsillo.
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Nobita, Doraemon y la Reina Nocturna
VampireLa rutina diaria de Nobita, Doraemon y sus amigos tendrá un curioso cambio cuando en una noche sucede algo en la montaña detrás de la escuela, encontrándose con algo... O alguien.