Fanático Encantador [ Jakeden ]

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Aiden salió del taller con una mezcla de emociones que no podía contener por si solo. Mientras caminaba hacia su casa, sentía que cada paso lo llevaba más lejos del mundo real y lo adentraba en un sueño que no quería que terminara. La experiencia del día había sido más de lo que podía haber imaginado. No solo había tenido la oportunidad de estar cerca de Jake, sino que había logrado actuar con él, compartir miradas, palabras, ¡E incluso recibir su apoyo!

Llegó a su pequeño apartamento y cerró la puerta detrás de él, apoyándose en ella por un momento. El eco de las palabras de Jake aún resonaban en su mente, dándole vueltas una y otra vez. Caminó hacia su cuarto, dejándose caer sobre la cama, mirando el techo mientras la sonrisa tonta que tenia no se le borraba de su rostro. Cada rincón de su espacio ahora parecía impregnado de una energía nueva, como si la presencia dulce de Jake aún estuviera con él.

Aiden sacó su teléfono y, sin pensarlo demasiado, comenzó a escribir en sus notas. Quería capturar cada detalle a tiempo, cada emoción antes de que se desvaneciera en algún momento. Escribió sobre cómo Jake lo había hecho sentir seguro, cómo había logrado superar sus nervios gracias a su ídolo, y cómo esa conexión durante la improvisación había sido tan genuina que casi había olvidado que estaba actuando.

Después de escribir todo, Aiden se quedó un momento observando las fotos de Jake que había guardado en su teléfono hace semanas. Las fotos de sus conciertos, sus entrevistas, y algunas capturadas por él mismo desde las sombras, eran testigos de su obsesión creciente por él. Pero ahora, había algo más en su colección: el recuerdo de haber estado cerca de él, de haber compartido un momento que nadie más podría entender o incluso tener.

A medida que la noche avanzaba, Aiden no podía evitar pensar en lo que vendría después. ¿Cómo sería el siguiente día en el taller? ¿Qué nuevas oportunidades se le presentarían para acercarse aún más a Jake? La emoción se mezclaba con una inquietud que le costaba identificar. Mientras se acomodaba bajo las mantas, su mente divagaba entre la realidad y la fantasía, hasta que finalmente se quedó dormido, soñando con todo lo que podría suceder en los días por venir.

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Aiden despertó con los primeros rayos del sol filtrándose a través de las cortinas. Durante unos segundos, permaneció inmóvil, saboreando la tranquilidad de la mañana. Pero entonces, la memoria del día anterior irrumpió en su mente como una oleada de energía.
Todo se sentía tan vívido, como si hubiera ocurrido apenas unos minutos antes.

Jake.
El taller.
La improvisación.

Se levantó de la cama, todavía envuelto en la euforia de sus recuerdos. Sabía que hoy no habría taller, ya que solo se realizaba los sábados, pero eso no apagaba su entusiasmo. Mientras preparaba su desayuno, no podía evitar pensar en qué estaría haciendo Jake en ese momento. ¿Estaría descansando? ¿Trabajando en una nueva canción? La curiosidad y la fascinación que sentía por él eran inagotables.

Aiden pasó la mañana navegando por las redes sociales, buscando cualquier actualización sobre Jake. Sabía que esto era parte de su rutina habitual, pero después de lo que había vivido, sentía que había una nueva dimensión en su obsesión. No solo se trataba de admirar a Jake desde lejos; ahora había una conexión, aunque pequeña, entre ellos. Un vínculo que Aiden estaba decidido a fortalecer a toda costa.

Conforme avanzaba el día, Aiden trataba de mantener su mente ocupada, pero sus pensamientos siempre regresaban a Jake. Imaginaba cómo sería si se encontraran fuera del taller, en una cafetería o en un parque. Fantaseaba con conversaciones espontáneas, con momentos en los que Jake lo miraría no solo como un simple fan, sino como alguien realmente especial para él.

A medida que la tarde llegaba a su fin, Aiden decidió salir a dar un paseo para despejar su mente. Caminó por las calles de su vecindario, sumido en sus pensamientos. Aunque era un día común, para él todo parecía estar teñido por la luz de la oportunidad. El próximo sábado estaba lejos, pero Aiden estaba decidido a utilizar cada día para prepararse, no solo en términos de actuación, sino también para acercarse más a Jake.

Cuando finalmente regresó a casa, se sentó frente a su computadora y comenzó a buscar información detallada sobre otros participantes del taller. Quería conocer más sobre ellos, entender sus habilidades y, quizás, sus debilidades. Sabía que destacarse entre los demás sería crucial para mantenerse cerca de Jake, para seguir ganando su atención.

Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Aiden repasó mentalmente el día que había pasado en el taller. Las palabras de Tess, la sonrisa de Jake, y la conexión que había sentido durante la improvisación. Estaba decidido a no dejar que esa oportunidad se desvaneciera. Con una mezcla de determinación y emoción, cerró los ojos, esperando con ansias que llegara el próximo sábado, el próximo encuentro con Jake.

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Jake se despertó temprano, como de costumbre, aunque no tenía ninguna entrevista ni grabación programada para ese día.
Había disfrutado de su tiempo en el taller de interpretación el día anterior totalmente. Era un respiro necesario de la vida que llevaba como una 'estrella del pop', siempre bajo los reflectores y las expectativas del público. En ese pequeño taller, los sábados probablemente se convertirán en un santuario donde podrá explorar una faceta diferente de sí mismo, lejos de la presión de su carrera como estrella.

Mientras se preparaba un café, los recuerdos del día anterior comenzaron a llenar su mente. La mirada nerviosa de Aiden al verlo entrar en la sala, la forma en que el chico trataba de mantenerse tranquilo a pesar de su evidente admiración hacia él. Jake no pudo evitar sonreír ante el pensamiento. Recordaba a Aiden por un video que él había subido a TikTok que se había vuelto medianamente popular, uno de esos trends que él mismo había iniciado como parte de su estrategia para conectarse con sus fans jóvenes. Aiden había hecho un buen trabajo con el video, capturando la esencia del trend y poniéndole su propio toque.

Sin embargo, ver a Aiden en persona había sido diferente. Jake se había acostumbrado a la atención y el entusiasmo de sus seguidores, pero había algo en la manera en que Aiden lo miraba que lo hizo sentir algo más que una simple admiración. Había visto a fans que se emocionaban al conocerlo, pero Aiden parecía tener una mezcla de nerviosismo y determinación que le resultaba curiosa.

Mientras sorbía su café, Jake se preguntaba qué lo había llevado a inscribirse a ese taller de interpretación. No solamente quería mejorar sus habilidades actorales, sino también quería buscar algo que le permitiera desconectarse de la imagen que el mundo tenía de él. En ese taller, no era 'Jake, la estrella del pop', sino simplemente era un alumno más, alguien que estaba allí para aprender.

Y sin embargo, Aiden había roto esa ilusión. A pesar de sus intentos por mantener un perfil bajo, había sido reconocido. Jake no podía negar que le gustaba la idea de ser admirado, pero también le preocupaba lo que esa dinámica podría significar para su experiencia en el taller. ¿Sería capaz de seguir viendo a Aiden como un compañero de clase y no como un fan?

Con estos pensamientos en mente, Jake se dirigió a su estudio de música, no para trabajar en su próximo hit, sino para tocar algunas melodías que tenía en la cabeza. La música siempre había sido su refugio, pero ahora, más que nunca, sentía que necesitaba algo más. Algo que lo ayudara a reconectar con quién era realmente, más allá de las expectativas de los demás.

Mientras sus dedos se deslizaban por las teclas del piano, Jake pensó en lo que Aiden le había dicho sobre querer aprender a actuar. Recordó la intensidad en los ojos de Aiden durante la improvisación, su deseo de mejorar, de ser algo más. En ese momento, Jake comprendió que quizás ambos estaban allí por razones similares, buscando algo que los ayudara a comprenderse mejor a sí mismos.

Por primera vez, Jake sintió que ese pequeño taller podría ofrecerle más de lo que esperaba, no solo en términos de habilidades actorales, sino en conexiones humanas. Y aunque aún no estaba seguro de cómo manejar la situación con Aiden, decidió que no dejaría que su presencia lo disuadiera de seguir adelante.

Mientras el sol se levantaba más alto en el cielo, Jake se sintió renovado, listo para enfrentar el resto de la semana, sabiendo que el próximo sábado volvería a ese pequeño taller, quizás con una nueva perspectiva sobre lo que realmente estaba buscando.

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