Fanático Encantador [ Jakeden ]

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Jake respiró hondo, ajustando el auricular en su oído mientras el presentador hablaba en voz alta al público sobre su carrera. Era uno de esos programas matutinos donde el ambiente se suponía que era relajado, pero para Jake, cada palabra y cada gesto se sentía con el peso de la expectativa.

La entrevista había comenzado sin problemas, con preguntas sobre su nuevo álbum, su reciente gira, y cómo había evolucionado desde sus primeros días en la industria. Jake tenía respuestas preparadas, frases cuidadosamente estructuradas que había ensayado en su cabeza.

Pero luego, la conversación cambió. El presentador, con una sonrisa afilada, lanzó una pregunta que tomó a Jake por sorpresa.

---Jake, sabemos que tu vida ha estado llena de éxitos, pero también de desafíos personales. Ha habido rumores recientes sobre tu vida amorosa, especialmente en relación con un antiguo romance... ¿Hay algo que te gustaría aclarar sobre eso?---

Cuando el presentador lanzó la pregunta sobre su vida amorosa, Jake sintió que se le helaba la sangre. Sabía que los rumores sobre él y Tom habían resurgido, pero había hecho todo lo posible para ignorarlos, para enfocarse en su música y en su carrera. ¿Por qué tenía que salir esto a la luz justo en ese momento? ¿Por qué tenía que ser interrogado sobre algo tan personal y doloroso frente a millones de espectadores?

Jake sintió que el mundo se detenía. Repentinamente su corazón comenzó a latir más rápido, su garganta se secó, y las luces del estudio que antes se sentían como una cálida presencia para él, ahora se convirtieron en focos implacables que lo hacían sudar. Las palabras del presentador zumbaban en su mente, y aunque trató de sonreír y mantener la calma, sintió que la ansiedad lo envolvía poco a poco.

El silencio en el estudio se sintió eterno, aunque solo fueron unos pocos segundos. La audiencia, los técnicos, incluso el presentador, todos esperaban una respuesta de él, pero Jake se encontraba atrapado en una red de ansiedad que le impedía articular palabras inclusive sencillas. Trataba de recordar sus respuestas ensayadas, aquellas que había preparado para cualquier contingencia, pero ninguna de ellas parecía adecuada para esa situación. Se sintió completamente expuesto, como si el traje de estrella del pop que llevaba puesto no fuera más que una fina capa, incapaz de protegerlo del escrutinio público.

Las cámaras capturaron cada detalle de su expresión, el ligero temblor de sus manos, la rigidez en sus hombros, la forma en que su sonrisa comenzó a desvanecerse. Cada segundo se sentía como una eternidad, y con cada tic del reloj, el peso de la situación aumentaba. Trató de responder, de dar una respuesta cortés y profesional, pero solo logró balbucear algunas palabras inconexas. Sabía que lo que decía no era para nada convincente, que su voz traicionaba la tormenta interna que estaba experimentando.

Jake respiró hondo, intentando tranquilizarse, pero cada inhalación se sentía insuficiente. El estudio de televisión, que normalmente proyectaba una imagen de brillante profesionalismo, ahora parecía un espacio hostil. Las luces que iluminaban cada rincón del set se sentían como cuchillos punzantes en su piel, y los murmullos del equipo técnico a su alrededor eran como ecos distantes que no podía descifrar.

La presión se convirtió en un nudo apretado en su pecho, y de repente, el estudio comenzó a girar ligeramente. Jake sintió que el aire se volvía denso, casi irrespirable. El sudor comenzó a acumularse en su frente, y sus manos ahora aferradas al brazo del sillón, temblaban visiblemente. Las luces brillantes del set se transformaron en una neblina blanca que lo envolvía, y por un momento, Jake pensó que iba a desmayarse frente a todos.

Entonces, la señal de corte se dio y el programa fue abruptamente a un comercial. Los asistentes del estudio se apresuraron hacia él, ofreciéndole agua y preguntando si estaba bien, pero Jake apenas podía concentrarse en ellos. Todo lo que quería era escapar, salir de ese entorno asfixiante, pero sabía que no podía. Tenía que recomponerse antes de que el programa volviera al aire. Sin embargo, cada fibra de su ser estaba gritando en contra, incitando lo a huir, a esconderse de la mirada pública que lo acechaba.