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El lunes amaneció con un gris tenue que parecía filtrarse por las ventanas del apartamento de Aiden. Se había despertado temprano, pero no por elección. Los recuerdos del fin de semana, especialmente del taller de interpretación, lo habían mantenido en un estado de vigilia inquietante durante la noche.

Aiden intentó despejar su mente y comenzar su rutina habitual, pero cada pequeño detalle de la mañana lo llevaba de vuelta a un solo pensamiento: Jake. La imagen de Jake sonriéndole, hablándole con tanta naturalidad, aún estaba fresca en su mente. Era como si ese momento hubiera quedado suspendido en el tiempo, repitiéndose una y otra vez.

Después de una ducha rápida, se vistió con su ropa habitual, un atuendo sencillo pero con el estilo típico que le gustaba. Suspiró mientras se peinaba el cabello, tratando de darle el toque perfecto que tanto le costaba conseguir.

En la cocina preparó su desayuno, aunque su apetito fuera escaso. Los pensamientos seguían agolpándose en su cabeza, hasta que una notificación de su teléfono lo sacó de su ensimismamiento. Dejó caer la cuchara en el tazón de cereal y revisó su pantalla. Nada importante, solo un recordatorio de una tarea universitaria.

Con un suspiro se desplomó en el sofá, tomando su teléfono y revisando sus redes sociales como de costumbre. Al abrir Instagram, recordó la notificación que había recibido de Jake cuando lo había seguido. Aún no podía creerlo. Durante el día de ayer había repasado cada publicación suya, cada foto que tenía en su perfil, buscando entender qué había llevado a Jake a seguirlo. ¿Fue algo que publicó? ¿Una historia en particular? La idea de que Jake, su ídolo, se interesara en él de alguna manera lo dejaba completamente desconcertado todavía.

La realidad de que era lunes cayó sobre él como una losa. Aunque la universidad estaba en su agenda, sus pensamientos se mantenían centrados en lo que haría el próximo sábado. El taller era lo único que importaba, el único momento en el que podría estar cerca de Jake y quizá, solo quizás entender por qué había decidido seguirlo en Instagram.

Aiden decidió salir a dar un paseo con la esperanza de despejar su mente y encontrar algo de tranquilidad en la rutina del día. Las calles estaban llenas de gente apresurada, y el bullicio de la ciudad lo envolvió, recordándole que a pesar de todo lo que sentía, el mundo seguía su curso.

Mientras caminaba, se permitió pensar en lo que diría si volviera a encontrarse con Jake. Quería estar preparado, quería que cada palabra contara, quería que Jake lo viera como alguien interesante y digno de su tiempo. Pero cada intento de ensayar mentalmente una conversación terminaba en una confusión repleta de pensamientos y emociones complejas.

Finalmente se detuvo en un pequeño parque, se sentó en un banco y dejó que el sonido de los pájaros y el viento lo calmaran. Mientras observaba a la gente pasar, sintió una mezcla de nerviosismo y anticipación. El sábado parecía tan lejos de su alcance, pero al mismo tiempo cada día que pasaba lo acercaba más a ese momento tan esperado.

Aiden sacó su teléfono y después de dudar un poco, decidió revisar el perfil de Jake. Verlo de nuevo incluso a través de una pantalla, le daba una sensación extraña de cercanía. Las fotos, las historias, todo le recordaba del por qué había comenzado a admirarlo en primer lugar. Pero ahora, con ese seguimiento en Instagram, había algo más, una conexión que no podía explicar.

El día seguía su curso, y aunque Aiden intentó distraerse con sus estudios y otras actividades, el pensamiento de Jake siempre estaba ahí, como una sombra persistente. La ansiedad y la emoción por lo que vendría se mezclaban en su pecho, manteniéndolo en un estado de expectativa constante.

Fanático Encantador [ Jakeden ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora