Muchos saben que la esperanza es el motor de aquellos que tienen una angustia en el corazón y esta los mueve para encontrar su camino, pero pocos son los valientes que deciden emprender el viaje que conlleva recorrerlo y saber que lo que desean puede no hacerse realidad.
El caminar por el sendero de la posibilidad puede ser peligroso y muchas veces doloroso pues nunca sabemos con certeza lo que va a ocurrir, puede causarnos miedo, ansiedad, preguntas y algunas veces si la vida lo quiere... respuestas, pero mientras esperamos pacientemente debemos ser capaces de sentir y vivir nuestra vida de lo más normal que podamos.
Aurora nunca se había sentido culpable de sentir demasiado, siempre había sido una persona que no le importaba lo que los demás pensaran sobre ella, siempre decía que venimos a esta vida a sentir, a experimentar y a aprender de nuestros errores y de nosotros mismos. Nunca se había sentido culpable por saber que tenía una capacidad sensitiva extraordinaria y que jamás nunca en la vida había visto que otro ser humano lo poseyera.
A medida que Aurora crecía se daba cuenta de muchas cosas que tenía en frente pero antes no podía percibir con facilidad. Aunque durante sus años de juventud se había sentido muy sola, muchas veces siempre existía algo que la motivaba a seguir, a veces era su canción favorita, una frase de un libro, un documental de su escritor favorito o simplemente salir a dar un paseo y disfrutar de la naturaleza.
Siempre había tenido presente que era una persona diferente a las demás pues nunca a sabido encajar en ningún lugar. Cuando era más pequeña siempre decía que se sentía como la pieza de un rompecabezas completamente nuevo tratando de cazar en uno que ya estaba completo. Su refugio siempre fueron sus libros y la literatura, su vida se ha basado de todos aquellos escritores que le han dado consuelo cuando no se sentía bien o simplemente necesitaba escuchar algo y no tenía con quien hablar. Antes era de muchos amigos pero el tiempo le enseñó a apartarse porque las heridas y la decepción la hicieron tozuda en cuanto a su decisión de aislarse del mundo y entrar en mundos galácticos desde su habitación.
Siempre había sabido que la veían diferente y no porque estuviera mal, pero no la veían como veían a las demás chicas de su edad.
A Aurora nunca le importó demasiado que la dejaran entrar en ese tipo de grupo social pero alguna vez se preguntó qué se sentiría tener amigos de verdad (o lo que se suponía que pretendía que eran los amigos de verdad) y qué se sentiría ser amada de la manera que ella soñaba. Tal vez no esperaba que la llenaran de obsequios ni de halagos cada que la vieran, pero solo esperaba que la amaran aún siendo el hombre más sencillo y pobre del planeta, porque lo que quería era que lo hiciera de corazón.
En la cabeza de Aurora rara vez pasaban ideas obstinadas que no se esfumaran con facilidad pero desde hacía unas cuantas semanas su cabeza se hacía la pregunta que desde su interior lo anhelaba ''¿y si fuera como ellas, me amarían también?''
No se sentía ansiosa por buscar amor tan pronto ni tan desesperada por buscar a su alma gemela, pero su corazón anhelaba saber que se sentía ser amado por alguien que no fuera ni de su sangre ni de su conocimiento previo. Había conocido chicos anteriormente pero ninguno que le llamara a querer sentir un amor de verdad.
Aurora no recordaba claramente su niñez y aunque no hubiera tenido la mejor infancia como para que fuera memorable, si tenia algo impregnado en su memoria era porque valía la pena.
Aurora siempre fue de pocas palabras pero de grandes pensamientos, hablaba poco pero teniendo una capacidad crítica extraordinaria que le permitió ampliar su campo de visión en varios aspectos, ya sea tanto académicos como en su día a día.
Aurora pasaba el día con su nariz metida en los libros polvorientos de la biblioteca, ansiosa de descubrir algo nuevo y tratando de nutrirse de información nueva e interesante que le pudiera llegara a ser de utilidad en algún momento.
Ella entraba ya en la edad de 16 años tiendo frente si oportunidades de futuras inscripciones en la universidad, ella siempre tuvo una visión y una meta sobre lo que quería lograr en su vida, todo muy planeado organizado aunque algunas veces los planes no salían como esperaba porque era muy olvidadiza o las cosas tenían que pasar como tenían que pasar.
Le encantaba escribir con su vieja máquina, se pasaba horas escribiendo poemas y cartas; es un medio por el cual ella mostraba su amor, respeto y admiración hacia las personas que más la inspiraban.
Tenía la creencia de que debe dársele a alguien que realmente lo valore y de cuan importante es que las palabras (ya sean escritas por la tinta de la pluma o por la máquina) deben de llevar la mayor sinceridad posible para que cuando la persona a quien va dirigida sienta realmente en su corazón la veracidad que se encuentra en cada palabra.
Le gustaba escribir siempre, desde que tiene memoria le servía para recordar y para desahogarse, para hablarle a un amigo o al menos así lo creía ella. Nunca jamás compartía sus escritos con nadie, por sus más profundos sentimientos y por el miedo a ser juzgada por las palabras que utilizaba para expresarse. Desde su perspectiva es algo tan valioso y tan personal que solo podría confiárselo a "el amigo que todo lo escucha pero nunca habla".
Siempre trataba de que no pareciera demasiado loca la idea de imaginarse a una Aurora mayor y contarle lo sucedido por medio de sus cartas, pues sabía que cuando las leyera y llegara a ser un poco más vieja encontraría una solución que probablemente en sus días de juventud parecía un problema que ni Sherlock Holmes podría resolver.
Aurora siempre había sido alegre, una persona esperanzadora y a los ojos de quienes la conocían aseguran que era una chica que mantiene vivo el espíritu de la alegría y la perseverancia, por lo tanto siempre era alguien en quien podías confiar y sabías que estaría para ti cuando más lo necesitabas.
Ella aprendió a perdonar, aunque antes le costaba demasiado supo que guardar rencor no era algo bueno a la vista de Dios entonces se esmeró por cambiar su corazón y así ser la versión de ella misma que sabe que quiere ser y de la cual se sentirá orgullosa en un futuro.
Solo ella conocía sus debilidades y fortalezas aunque algunas veces le costaba ver más unas que otras y aunque siempre tenía personas que le apoyaban y le hacían ver que era una persona exitosa en todo ámbito necesitaba la aprobación de si misma para probarse que era lo suficientemente capaz de superar sus penas y angustias al igual que sus pesares para saber que podía con eso y más.
A veces era demasiado dura consigo misma y eso la agotaba pero ella insistía en seguir adelante para conseguir lo que deseaba. Supongo que todos en algún momento lo fuimos al fallarnos pero a pesar de eso no significa que todo este perdido.
Ella siempre tenía una sonrisa en su rostro y cuando la veías podías contemplar unos ojos cafés hermosos que te hundían en la profundidad de los mismos, ella te hacía sentir mejor con una cálida sonrisa aún no abriendo su boca pero emanando un espíritu agradable.Era ella Aurora, una Aurora de 16 años llena de esperanza de alegría de amor incondicional incapaz de fallar en sus metas, una ella decidida a salir adelante pese a todo lo que viniera. Una ella un poco más curiosa, más madura...una ella un poco mayor...
Cuando la hoja de un árbol cae no significa que sea una casualidad, pasó porque se decidió que era tiempo de partir para que una hoja nueva creciera y reemplazara la anterior.
La vida siempre nos trae sorpresas que no esperamos o que alguna vez deseamos pero al ser humanos lo olvidamos, al recibirlo lo despreciamos y cuando se va lo extrañamos.
Los recuerdos nos invaden, nos mantienen prisioneros a ellos de alguna manera causando dolor o alegría dependiendo el momento, sin embargo un recuerdo puede ser el detonante de un sentimiento, de alguna discusión, de algunas lagrimas pero nunca jamás se había visto que un recuerdo evocara amor desde la niñez, claro está que el amor familiar no cuenta como parte de esto sin embargo el enamoramiento es algo complicadísimo y bueno... ¿se había visto desde antes?
Cuando tienes el vago recuerdo de alguien a quien dices amar desde niño no estas seguro si lo dices porque posees nostalgia o porque realmente lo sentiste, pero de lo que sí estas seguro es de no saber como rayos tienes recuerdos tan viejos siendo tú ''mayor''.
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Ni un verso más
Teen Fiction''Y entonces, fue ahí donde el fuego de mi pasado me consumió y entendí que ya no era quien solía ser y que si decidía caminar hacia adelante yo sería la dueña mi futuro, pero todo dependía de mi''