Velada bajo la luz de la luna

32 3 0
                                    

Aquella mañana fue la más esperada. Todos estaban ansiosos por que el sol se pusiera. El día había sido realmente agotador y todos durante las actividades solo divagaban en pensar por la fiesta.

Todos habían esperado muy ansiosamente ese día, en especial Sara y Aurora. Ellas habían pasado cada una de las noches imaginando como les quedaría el vestido y con quien bailarían.

Cuando llegó la tarde ambas estaban emocionadas y cada que se veían se sonreían como seña de amor y confidentes.

-¡Es hoy!

-¡Es hoy! Estoy tan emocionada, Sara.

-Yo también, mira, mira mi vestido.

-Me encanta tu vestido, es muy... tú.- Sonrió y abrazó a su amiga.

-Gracias, me encanta.- Devolvió su abrazó- Y tú ¿Trajiste vestido o te presto uno mío?

-Tranquila, traje el mío...

Mientras Sara salió de la carpa Aurora se puso su vestido.

El vestido de Aurora era rojo, con mangas holgadas y de tela razo. Lo había mandado a hacer el invierno pasado y le encantaba. El vestido le llegaba un poco más abajo de las rodillas pero era lo suficientemente corto como para dejar ver sus hermosos zapatos.

Cuando Aurora salió de la carpa Sara no lo podía creer.

-Y...¿Qué opinas?

-¡¿Saliste de un libro?!

Aurora se sonrojó

-No, ¿Por qué?

-Te ves hermosísima...

-Vamos, no es para tanto...

-¿¡Qué no es para tanto!?¿Aurora ya te viste?

Aurora se sonrojó y dio una pequeña vuelta.

-Supongo que me veo bien...

-Más que bien, ahora, vamos.

Juntas caminaron hasta llegar al patio donde entre hojas y arbustos estaba montado un pequeño escenario para tomar fotos. Como grupo tenían que tomarse una foto. Esta quedaría de recuerdo para todos. La cola era realmente larga y mientras todos esperaban otros se divertían jugando. Aurora platicaba con sus amigos cuando una de las chicas le preguntó:

-Aurora, ¿puedo saber tu secreto?

-¿Mi secreto?

-Sí, para tener ese tipo de pestañas.

-Oh, mis pestañas...

-Son hermosas.

-Te lo agradezco, pues creo que son así de por herencia... pero si quieres un truco utilizo una buena máscara de pestañas y al removerlo me pongo un aceite de romero buenísimo para que crezcan fuertes y abundantes.

-¡Gracias! Lo tomaré en cuenta.

-¡De nada!

Mientras la cola se hacía cada vez mas corta Aurora tuvo en pequeño problema con su zapatilla y se resbaló. Antes de caer al suelo sintió como alguien la tomó por los hombros y evitó que cayera, cerró los ojos avergonzada y cubrió su cara con sus manos. Mientras se enderezaba sintió como alguien estaba frente a ella sonriendo.

-Ya puede abrirlos, todo está bien.

Aurora quitó sus manos lentamente del rostro y al descubrirla se podía notar que estaba muy apenada.

-Gracias...

-No hay por que, para mi fue un placer.

-Supongo que debo ser más cuidadosa.

Ni un verso másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora