¿Amigos o conocidos? - Juantin.

Comida con Ruslana

9 de julio de 2026. Presente.

Martin

Salgo del ensayo reventado. Estas últimas semanas el ritmo de los ensayos está siendo exigente debido a varios motivos. El primero, que en el mes de agosto empezamos una gira por los distintos festivales de España. Me hace mucha ilusión pero también me genera estrés y algo de miedo el ajetreo que nos espera. Aun así muy agradecido por la oportunidad. En segundo lugar, hemos incorporado algunas canciones nuevas al repertorio y eso hace que los ensayos se alarguen más de lo habitual. 

Y en tercer lugar, desde mi "enfrentamiento" por decirlo de alguna manera con Juanjo, mi estado anímico no es el mejor y no voy a la academia con todas las ganas e ilusión con las que iba antes. Y eso se nota también en la manera de moverme y expresarme. Se que mis compañeros y Vicky lo han notado, pero nadie ha dicho nada al respecto, lo cual agradezco un montón. 

Es la una y media del mediodía cuando damos el ensayo por terminado. Hoy, además, no ensayamos por la tarde como si que solemos hacer otros días. Vicky tiene un evento al que debe acudir y nos ha dado la tarde libre. A mi cabeza y a mis músculos les va a venir bien unas horas extras de descanso. Estoy recogiendo todas mis cosas cuando Ruslana se acerca a mi. 

Ey, Martin - me llama y me giro - ¿te apetece que comamos juntos hoy? - Frunzo el ceño. Normalmente estamos tan cansados después de las mañanas en la academia que solemos irnos cada uno a nuestra casa a comer para luego poder dormir la siesta. Si queremos vernos nos encargamos de quedar por la tarde. 

No se Rus, estoy cansado - le digo con sinceridad - ¿porque no quedamos esta tarde como hacemos siempre? Te puedes pasar por casa si quieres. - Veo como duda acerca de lo que quiere decir. 

Vamos Martin, tengo comida de mi abuela en la nevera - empiezo a dudar del porqué de su insistencia ya que Ruslana jamás compartiría la comida de su abuela - y luego nos echamos la siesta juntos y asi no tengo que ir a tu casa esta tarde, venga va, porfa. 

Venga, me parece bien - veo como una sonrisa se ensancha en su cara - ¿no has traído el coche no?

De hecho, hoy si - veo que asiente rápidamente y me sonríe - no quería tener que coger el transporte público a las dos del mediodía con todo el calor del mes de julio. 

Rus, es lo que hiciste ayer - le miro dubitativo. 

Bueno, pero ayer pase tanto calor que no quería volver a pasar por ello hoy. - y aunque no me convence, doy por finalizada la conversación y caminamos hacia su coche. 

...

Ruslana

Ya no se como no hacer a Martin sospechar de que quería que viniese a casa para que si o si tuviera que ver el telediario en el que, según lo que Juanjo me había dicho, iba a reconquistar el corazón del vasco. No entiendo muy bien cómo, pero a veces hay cosas que es mejor no preguntar. 

Tampoco entiendo como no se huele algo, o si lo hace, como es capaz de ocultarlo. Jamás compartiría comida de mi abuela y él lo sabe mejor que nadie. No se como he accedido a hacer algo así. Supongo que por los amigos se hace todo lo posible. Y nunca vengo a la academia en coche, así que es raro que justo hoy lo haya hecho, lo se. Pero tenía que asegurarme de que llegaríamos a tiempo a casa antes de las dos de la tarde, hora a la que empiezan las noticias. 

Andamos rápido al coche, seguramente Martin se este preguntando porque he metido el turbo, pero es que no vamos a llegar. Una vez sentados dentro, arranco y conduzco por las calles de Madrid todo lo rápido que puedo pero sin exceder ningun limite ni poner en riesgo nuestra integridad. Lo primero es lo primero. Juanjo necesita al vasco vivito y coleando para poder reconquistarle. Si tenemos un accidente eso no va a ser posible. 

Aparco en el garaje y subimos a mi apartamento en el ascensor. No es un apartamente muy grande pero para mi es suficiente. Ademas tengo una habitación extra por si viene mi hermana o mi madre o alguna de mis amigas.

Preparo la comida. Bueno, más bien caliento la comida que mi abuela me trajo hace unos días. Vuelvo a pensar en cómo he podido acceder a compartir estos manjares tan preciados, pero intento no pensarlo más o me arrepentiré. 

Martin, que ya se conoce mi casa tanto como yo, prepara la mesa en el salón mientras yo termino de servir la comida. Nos sentamos tan solo unos minutos después. Miro la hora.l Las 14.04h. Con un poco de suerte, ha ocurrido algo más importante en el mundo como para que Juanjo Bona no haya acaparado el primer titular.

...

Martin

Noto a Ruslana acelerada y con prisa para sentarnos a comer, pero no me quejo, yo tambien estoy muerto de hambre. Después de que ella caliente y sirva la comida y de que yo prepare la mesa, nos sentamos en el sofá dispuestos a disfrutar de la comida. 

¿Vemos la peli esta nueva que han sacado en Netflix? - le pregunto cogiendo el mando. 

¡No! - exclama y me giro extrañado - mejor vamos a ver el telediario, quiero ver si dicen algo de la ola de calor esta que estamos viviendo. 

Le miro muy extrañado. A Ruslana jamás le ha podido importar menos la política o el deporte. Y si quiere ver el tiempo solo tiene que mirar la aplicación de su teléfono móvil, pero estoy demasiado cansado como para protestar y la ucraniana parece bastante decidida a ver lo que ella quiera así que no me esfuerzo en discutir con ella. 

Los minutos pasan en silencio. Rus parece bastante enfocada en escuchar cada noticia y a mi no me puede estar aburriendo mas esto de comer como los señores mayores. Me centro en remover las letras de mi sopa y desconecto de lo que ocurre a mi alrededor por unos instantes. Vuelvo a conectar con la realidad cuando escucho mi nombre en la voz de la presentadora. 

"Juanjo Bona, el cantante de moda, ¿confirma? que hay algo más de amistad con el bailarín Martín Urrutia".

Todo mi cuerpo se tensa. Que cojones es esto? Ruslana se tensa a mi lado. No estoy preparado para verle y mucho menos para escuchar algo parecido a lo que dijo en mi casa cuando se filtro aquella fotografía. Intento alcanzar el mando para cambiar de canal pero la pelirroja me lo impide. 

Rus, puedes quitarlo por favor -  le suplico - no quiero verle ni escuchar lo que sea que vaya a decir. Ya lo he pasado suficientemente mal. 

Martin, en otro momento habría sido la primera en quitarlo - me mira con algo de compasión - pero esta vez, de verdad, confia en mi y vamos a seguir viéndolo - hay algo en su mirada que me tranquiliza y asiento levemente. 

Agarro un cojín y me abrazo a él como si me fuera la vida en ello. Tengo algo de miedo, se que lo que sea que vaya a decir me va a destruir aún más. La mano de Ruslana se posa en mi muslo para demostrarme que esta aqui conmigo apoyandome, y desde ese momento solo me dedico a escuchar la voz de la persona más atractiva que he visto en mi vida. 

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Capitulo un poco más corto que ayer, pero necesario para seguir con la trama y que se entienda todo bien. Con muchas ganitas del siguiente!! Ya estoy trabajando en el.

Decidme si os gusta, de verdad, escribo mucho mas rapido cuando tengo feedback positivo vuestro. 

Como siempre, no dudéis en votar y comentar. 

Nos leemos muy pronto. AbrazOTe!!