¿Amigos o conocidos? - Juantin.

Sorpresa

23 de julio de 2026. Presente. 

Martin

Vamos en el coche de camino a un sitio que desconozco. Juanjo solo me ha dicho que coja una muda y un cepillo de dientes. Mentiría si dijera que no estoy nervioso, pero confío tanto en Juanjo que algo en mi hace que esté tranquilo. Juanjo conduce mientras una de sus manos reposa en mi pierna. Entrelazo nuestras manos y siento mariposas. Igual que la primera vez que nos cogimos de la mano.

Media hora más tarde llegamos a un pequeño recinto a las afueras de la capital. Miro a mi alrededor intentando localizar dónde estamos. Está ya atardeciendo y la luz es algo limitada por lo que me cuesta unos segundos detectar que se trata de un pequeño hotel bastante escondido de la civilización, rodeado de naturaleza, flores y pequeños animales.

Juanjo... ¿qué es esto? ¿dónde estamos? - le miro ilusionado mientras bajamos del coche y enseguida una sonrisa se dibuja en su cara. 

Bueno quería darte una sorpresa y te iba a llevar a ese restaurante del centro que tanto te gusta pero sentia que queria algo mas intimo - el asiente - así que bueno encontre este pequeño hotel a las afueras y reserve una noche para nosotros, para desconectar por unas horas y poder pasar tiempo juntos en otro sitio que no sean nuestras casas - ambos reímos. 

Y es que ultimamente solo podemos vernos en uno de nuestros respectivos hogares. No por no querer dejarnos ver públicamente, sino porque el revuelo que nuestra situación está generando en la prensa rosa y las fans más locas, hace que nos sea imposible movernos con tranquilidad y seguridad. Por ello, estoy seguro de que estas horas a solas nos van a venir fenomenal. 

Hacemos el check-in y nos dirigimos a la habitación. Juanjo abre la puerta pero me hace pasar a mi primero. Nada más entrar veo un ramo de rosas rojas sobre la cama de matrimonio y me giro a mirar al aragonés. 

Amor... - corro a abrazarle y el me coge en brazos mientras engancho mis manos en su cuello y mis piernas alrededor de su cintura - esto es increíble, no tenias porque hacerlo.

Lo se cariño, pero quería hacerlo, porque te quiero y porque ahora mismo no imagino mi vida sin ti. Ni quiero hacerlo. - Me dice Juanjo bajando al suelo pero sin dejar de abrazarme. 

Yo tambien te quiero - dejo un tierno beso en sus labios y sigo andando por la habitación, que es sorprendentemente grande. Cuando llego al cuarto de baño me quedo impresionado. 

Hay una bañera-jacuzzi circular enorme en el centro de este. Hay un camino de pétalos de rosas rojas para llegar a esta y un montón de productos en la repisa de la pared para que nos podamos dar un baño relajante. 

Me giro y vuelvo a abrazar a Juanjo. No paro de darle las gracias aunque no se como podré agradecerle esto. Cuando nos separamos miro la hora y veo que ya son las nueve de la noche, es hora de cenar. Casi como si me hubiera leído la mente, Juanjo empieza a hablar. 

He pedido la cena a la habitación, la traen a las nueve y media, así que podemos ponernos ropa cómoda y esperar - asiento aun con una cara de emoción que no se borra de mi cara - y después de cenar pues bueno, podemos... - veo que le cuesta decir lo que quiere decir - bueno, nada, ya veremos lo que hacemos. 

Me rio. Me parece increible como Juanjo aún se pone nervioso al hablar de estos temas. Yo no tengo pelos en la lengua para ello y él es tan tímido. Al contrario que en la vida diaria, cuando yo soy el introvertido y el habla hasta con las paredes. 

¿Qué estabas pensando Juanjito? - le miro picaramente y me acerco a él - ¿Porque te da tanta vergüenza decirlo en voz alta mi amor? - susurro a medio centímetro de sus labios.