El diario de una fea.

Parte 1

Era una mañana lluviosa, en la cual Samanta se dirigía a la secundaria en el bus como todas las semanas. Ella se sentaba en uno de los primeros asientos, en el cual nadie se quería sentar a su lado.
No tenía amigas, ninguna se acercaba a ella, ya que generalmente todas las chicas del instituto eran hermosas, con cuerpos perfectos, y con un cabello bastante lindo.
En cambio ella no tenía nada de eso, usaba lentes, su cabello no era tan largo, y tampoco era bonito como el que tienen las demás chicas.
Su cuerpo no es como el de ellas, ya que es de contextura algo gruesa.

Por eso, últimamente cuando Samanta va al colegio la pasa  aburrida en todos los recreos, así que suele escuchar música o leer algún libro de alguna historia romántica para matar algo de aburrimiento. Incluso hay veces que se pone a escribir en su diario las situaciones de su día a día, cómo se siente, lo que le ha pasado, o lo que se le ocurra escribir.

Y así es como pasa en su vida, hasta el día de hoy, y no cree que pueda haber algo peor que le pudiera ocurrir, ¿o si?

—Hoy el viaje en autobús se me hizo largo, no sé por qué.

—Tienes razón Xiomara, a mi igual.

—Karla, primero debo bajar yo, ¿recuerdas?

—Así, perdón amiga.

—Erika, espérame, tengo que decirte algo.

—Mirá, nada más, Jorge quiere hablar con Erika, ¿que le dirá?

—Tienes que tener cuidado Xiomara, eso de que Jorge busque a Erika, no me suena.

—Lo sé, eso no es bueno, Jorge debe ser mi novio.

—Sí, amiga, y Erika no te lo puede quitar.

—Echemos un vistazo a lo que le dirá él a Erika.

—Buena idea.

—Erika, me gustas muchísimo, y me encantaría ser tu novio.

—¿Hablas enserio?, ¿quieres ser mi novio?

—Sí, claro que hablo en serio.

—No puede ser lo que estoy escuchando, tú serás novio de Erika.
Más bien, vos tendrías que ser mi novio, no el de ella.

—¿Me estás vigilando acaso, Xiomara?

—Míralo como quieras Jorge.
Y tú Erika, no puedes desaparecer te mejor.

—¿Qué te pasa?, estás loca, al decirle eso Erika.

—Yo no te he hecho nada, no es mi culpa que Jorge me busque a mi.

—Erika, mejor vámonos, ya va empezar la clase, y no vamos a perderla por las loqueras de esta.

—Sí, vámonos.

—Jorge, esto no se va quedar así, ya verás.

—Amiga, ¿que le vio Jorge a esa?

—No se karla; pero esto no se quedará así.

Un rato después en clases.
Me levanto y me dirijo hacia donde está el profesor, y le doy mi cuaderno de inglés, para que revise la tarea que nos había dejado, y la cual no había pedido que llevábamos  para revisar.

—Ya no me acordaba de la tarea que había dejado.
Muchas gracias Samanta, siempre has sido muy responsable con tus obligaciones.

—Profe, es mi deber como estudiante, y quiero aprender mucho sobre el inglés.

—Muy bien Samanta, y me alegra que te interese el inglés.
Déjelo aquí, ahorita lo reviso.

—Cómo siempre la fea, recordando al profesor las tareas, haci es con todas las materias.
Lo peor de todo es que yo no la hice porque no entendí nada, y como tu tampoco entendiste lo que había que hacer, quedamos iguales.

—Lo sé, Xiomara, ahora perderemos muchos puntos.

—Xiomara, y Karla, traigan su tarea.

—Profe, es que no hicimos la tarea.

—Solo eso faltaba, otra vez de nuevo, Karla, y Xiomara, ya van 2 tareas que no me han traído.

—Es que no la entendimos profesor.

—Disculpe, profesor que interrumpa; pero ha pasado una tragedia horrible.