1 - Querida flor de Jacinto

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Tras la lluvia que se infiltra en mi ser, junto con la frescura del aroma de la tormenta, llega a mí, como una caricia helada, el recuerdo de tu fragancia al natural. Tal ha sido la aflicción de nuestro desencuentro, que ha esculpido en estos últimos días de verano una laceracion qué probablemente, será difícil remediar. Después de todo, no tengo razón ni motivo para lamentarme, ha sido algo maravilloso. Siempre serás mi flor de jacinto, en cualquier rincón, en cualquier lugar, en cualquier nación.

Desde luego ¿quien querría estar con alguien evidentemente roto? incompleto. Podrás tener el encanto y porte de un caballero de marfil, de extraordinaria belleza, pero en tu mirada y tono vacilante causas desilusión. En el descuido de perderte a tí mismo, entre la niebla de la duda, sobre piensas demasiado querido. Esas cosas no tienen ningún valor en tu realidad, todo eso, que te causa tantas tenurias, escapa de tus manos.
¿Cuando aprenderas? Decía el demonio al filo de mi cama. "Debes de darte algo más de atención y cuidado, tan solo mírate, eres como las ruinas de un antiguo templo, erosionado por la angustia y despojado de la grandeza que alguna vez tuvo. Es una completa lastima, cada periodo de tiempo se repite una y otra vez, la misma catástrofe".
El demonio me susurró en la oscuridad aquellos recuerdos de mi niñez. Desde chico siempre fuí extremadamente delgado y pálido, parecía el hijo pequeño de un Nosferatu, algo dienton, con ambos incisivos centrales doblados ligeramente hacia dentro, que podía recordar un poco al villano de la novela de Salem Slot, "Kurt Barlow" de el legendario Stephen King. Las niñas decían que era el niño más feo de mi salón de primaria, eso me bajó los estándares desde muy temprana edad, por lo que desde siempre he pensado que jamás he sido bien parecido para las niñas, no sería algo de lo que pudiera alardear o inspirar confianza.

Sin embargo, jamás me faltó nada, jamás he pasado dificultades, ni hambre, siempre he tenido absolutamente todo lo que alguna vez ancié en mi infancia. No quisiera decir algo tan imprudente como "nací en cuna de oro", en lo absoluto, si no más bien, jamás he sentido esa frustración o tristeza de pasar una navidad sin tener lo que había pedido. Mi padre es un hombre único, totalmente entregado a la familia, amoroso y sobre todo caballeroso.

Quizás, años después crecí con esa crianza, una especie super héroe que puede con todo y más. El vivo ejemplo de un hombre que resuelve, de una manera tan entregada y totalmente incondicional. He aquí mi problema, he llegado a creer que de aquí radica todo, mientras escribo en la semi penumbra de mi habitación, siento como el paso de los meses mi corazón y espíritu se han degradado a tal punto que puedo cuestionar hasta mi propio valor humano.

He aquí en dónde redactó el primer soneto, en dónde, he sentido que he perdido partes de mí que no volverán, cada vez que estoy a punto de desfallecer y algo me lo impide, lo hace con el costo de perder algo que me hacer ser, cada vez más, un muerto en vida o tal vez un Mounstro.

He muerto yá tantas veces
que he perdido la cuenta
Y siempre me das otra
Oportunidad.

Que eres en realidad?

He caído tantas veces en tu vacío,
Me he ahogado y perdido,
Pero siempre despierto en otra cama,
En otro lugar, en otro tiempo,
Empezando de cero.

Convivo con muertos vivos, converso con serpientes y veo fantasmas.

Conozco uno que otro
Mounstruo,
Que te ha dominado.

Cada vez que lo hago,
Cada vez que me levanto,
Algo de mi se pierde
Y me siento menos humano.

Querído demonio, ya no sé que pensar, he perdido la noción de lo que es ficción y de lo que es real, podría decirse que aún no comprendo lo que aún me mantiene vivo, sin embargo, hace tiempo que ha dejado de importarme. He llegado a tal grado que no me importa si me hieren o lastiman, apuñalan o mienten, todo aquello, me termina dando exactamente igual. No importa lo que le pase a mi corazón, a las alas rotas de esta ave enjaulada, solo deseo hacer feliz a esa persona especial, mi persona favorita en todo el mundo y en lo posible algo tan enorme y caótico como la realidad y mucho más.

He pasado por tantos infortunios, dolores que te desgarran por las noches en dónde sientes como algo invisible te despelleja desde dentro, la carne, debajo de la piel, un dolor inimaginable que acabaría con la vida de cualquier ser con sentimientos. He llegado a pensar la inhumana tortura en la que me he sometido aguantando cada noche, por horas, hasta que sale el sol por mi ventana en dónde aveces, esas sensaciones amargas han podido más que el hambre. Momentos en los que no has podido llorar por tus lagrimales secos, porque simplemente has llorado tanto que el cuerpo ya no puede más, queriendo gritar sin poder de la agonía e euforia, el arrepiento, la tristeza, la impotencia, los celos, en las llamas de este infierno de una larga lista de sufrimientos, muchos de ellos auto inducidos por mis malas desiciones en el amor.

Se puede amar de forma incondicional sin caer en la locura? sin sufrir? Sin ser meramente egoísta? acaso el egoísmo muchas veces puede más que el amor? Poner tu deseo de estar con alguien por encima de los suyos y de otros, solo porque crees que algo te pertenece. Realmente se puede llegar a pesar algo así por mero instinto?

Sí es así, creo que definitivamente estaré destinado a estar solo, no espero encontrar la felicidad a través del amor o que alguien me elija. Creo, que hay placeres mucho más reconfortantes y satisfactorios que el dinero, el sexo, los besos apasionados o las cosas materiales.

Y por lo general, la gente no muestra lo terribles que son, los intereses que hay detrás de cada acción, lujuria, un deseo oculto, detrás de una sonrisa o una labia lasciva, a veces envolvente y rica, sin embargo cínica.

Cosas como esas me hace perder la fé en el amor hoy en día, la fé en las personas y como este sentido de conservación se vá perdiendo, creyendo que las personas son tan reemplazables, desechables como un objeto en sí que puedes cambiar por otro en cuanto ya no te sirva o te aburras de él. Ese valor humano, que te hace único y diferente tomado sin importancia, porque siempre habrá alguien mejor que tú.

A veces espero algo que no va a suceder, y es pensar que esa persona me deje un mensaje de que le gustaría que nos viéramos, pero no es así. Esas cosas no suceden en mi realidad, a pesar de haber nacido en una época en dónde las oportunidades para tener una cita son infinitas. No necesito algo así. Porque no estoy desesperado por estar con alguien, es casi algo tan complejo como el sentido de la vida. Este sentimiento que siento en mi pecho que a veces quisiera arrancar de mi, así me desangre en el proceso y dejé de latir en mi mano. Este sentir que solo me ha traído desgracias, noches de desvelos y amaneceres en mi ventana.

Tan solo duermo cuando mi mente se desvanece, no tengo un horario de sueño definido, solo lo hago cuando mi cuerpo ya no puede más y se rinde profundamente.

Sé que no leerás esto, querida flor de Jacinto, quisiera decirte cuánto me eres tú para mí, solo contigo he conocido el aroma de todas las rosas y el significado de cada una de ellas. Eres tan maravillosa, que siempre mereceras las mejores experiencias y sé que conmigo no las tendrás. A pesar de que me encantaría vivir las a tu lado.

Mi amor por la escritura, la poesía y la lectura han vuelto a la vida gracias a tí, la pintura y quizás también la música, ya que siempre he querido aprender tocar el violín para tí. Pero eso creo que quedarán en mi baúl de deseos inconclusos.

Lo peor es que sé que no podré tener un lugar en tu vida y eso duele.

No sé por cuánto podré vivir en este estado, que me hace empatizar un poco con Alejandra Pizarnik en dónde cada noche me cuestiono, si acaso, estaré destinado a estar solo, perdiendo cada vez más trozos de mí, cuestionando mi valor a la orilla de una playa gris, sintiéndome menos humano.

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