Capítulo 8

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Estaba bien cortito el anterior, pero me quedé sin imaginación ayuda. Aún es mi primer fic, doy lo mejor que tengo 😭. (Por favor den sugerencias.)
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Se escuchaba un golpe constante y molesto sobre la madera de la mesa, los dedos del rubio golpeaban con impaciencia el mueble, esperando la estupidez de la semana (o día) de parte del pecoso.

Una cosa era citarlo de forma casual a su cafetería favorita, una salida de amigos, casual.

Otra cosa es llamarlo desesperado diciendo que si pasaba lo que tenía que pasar, que aún no sabe de que demonios habla, de seguro iría a la cárcel como un viejo verde.

— ¿Vas a hablar o te tengo que sacar las palabras con cuchara?

Su tono de voz era brusco, pero era su manera de decirle a su amigo que le contara que pasará, que de seguro lo ayudaría en lo que pudiera.

— Tenías razón— exclamó en un tono decaído el peliverde.

— Siempre la tengo— se burló mientras dejaba de golpear la mesa con sus dedos, de seguro y se había hecho agujero.— Pero especificame en que.

— Sobre el joven Todoroki— el menor le había dicho que lo llame por su nombre, pero ahora no estaba con él.

— Es un mocoso encaprichado, ya lo sabía, pero es joven, ni que fuera tan tonto como para declararse— su café había llegado junto con un trozo del tiramisú que pidió, por lo que ansioso (pues en toda la mañana y tarde no había comido), finalmente metió un trozo del postre a su boca.— De hecho lo hizo con música banda, al estilo mexicano— y se terminó atragantando con el dulce.

El héroe número uno estaba callado después de decir eso, mirando como su amigo tosia con algo de fuerza por la repentina revelación, y, apenas agarro aire, sintió como Katsuki lo miraba de forma pesada.

— Carajo, sabía que ese mocoso era atrevido, pero no pensé que llegaría tan lejos— Esperaba y rogaba a los dioses que no le pase lo mismo con el mocoso de pelo rojizo.—¿Y que hiciste?

—Lo rechacé obviamente, ¿Enserio me ves como un viejo verde?— realmente la pregunta ofendía, obviamente lo iba a rechazar, era un menor y sabía los límites que tenía que tomar.

— Bueno, se llevan cinco años, en la tabla de asalta cunas no estas ni siquiera en la lista— sus palabras eran más para si mismo que para su amigo, por que considerar algo asi estaba mal, osea estaba rico pero está mal.

— Bueno tienes razón, y en la tabla de asalta asilos el tampoco entraría—

El que definitivamente entraba era su ex profesor, ese si que se llevaba no solo cinco, sino quince años con el que había sido el antiguo símbolo de la paz, y aún así tuvieron un amorío.

— Jmm, que te diré, creo que algunos se toman muy en serio lo de “mira en grande”— finalmente tomo un poco del café que pidió, disfrutando de lo amargo que estaba.

— No me digas que también estás en las mismas— bromeó mientras le robaba un poco del tiramisú a su amigo, no tenía tanta hambre, pero si la suficiente como para siquiera probar.

— ¿Quien fue el sapo?— preguntó con un aura oscura, mataría al que se atrevió a contarle al pecoso de los regalos y detalles que con mucho esfuerzo logro esconder.

— Oh dios ¿Enserio? Yo lo decía de broma—

Que pasará con uno de sus estudiantes era coincidencia, pero ya dos era maña, ahora quería que soltará todo su mejor amigo.

So if you need a hero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora