Esto se sentía familiar.
¿Un dejá vú quizás?
Solo que ahora era peor.
La cafetería en dónde estaban se encontraba desolada de más personas, solo los cuatro presentes eran los únicos clientes de ahí. Y eso incomodaba a Katsuki.
— Deku esto no-
— Silencio— interrumpió con voz firme, analizando a los dos mocosos que tenía enfrente.
— El profesor Deku está muy molesto, ¿Sabes porqué?— le susurro en el oído el de pelos rojizos a su compañero de clase, Todoroki.
Al parecer tanto Todoroki como él habían sido citados por el profesor, lo que le ponía nervioso era que también estaba el otro profesor al que se supone no debe andar cortejando ni mandando cartitas de amor, que sería muy normal, de no ser que era porque las cartas eran dirigidas a alguien cinco años mayor y encima que ya era considerado adulto.
— Ustedes mocosos no saben en lo que se meten haciendo lo que han hecho hasta ahora— empezó a hablar el héroe, con un tono de voz poco amigable.
— No les hables así— susurro el rubio cenizo sin mirarlo a los ojos.
— Para tí también es el regaño, pareces un mocoso queriéndome llevar la contra.
Parecía que los papeles se habían invertido, el héroe número uno ya no estaba con su típica sonrisa, estaba enojado, y el número dos se pegaba lo más que podía en el sillón del lugar sin siquiera mirar a ninguno queriendo hacerse bolita.
— Empecemos por tí — hablo un poco despectivo hacia el de don de piedra.— Una cosa es mandar un regalo por admiración y otra cosa es prácticamente quererlo de pareja, es que simplemente no lo entiendo, ¿Acaso no tenían padres que los cuidarán bien o que? ¿Por qué tanto encaprichamiento con mayores? ¡Por que eso es, un capricho que tienen ahorita que están en la edad del burro dónde son más necios que mula de carga y creen que tienen la razón y están “perdidamnete enamorados”, pero es algo pasajero que cuando sean grandes ni siquiera lo van a querer recordar!
Cada palabra dicha le quitaba de poco en poco el aire al mayor, porque estaba histérico, y más que todo, asustado, pero no por el bienestar de los menores, sino por su propio ser, tenía miedo de terminar haciendo algo que no iba con sus principios morales y éticos, carajo, esa vez que el medio albino llegó a su casa con tremenda propuesta indecente casi lo considera ¡Lo había considerado! Y eso era algo que nunca admitiría, ahora quería que la boda de sus antiguos profesores sea lo más pronto posible, para librarse del trabajo de suplente y no volverle a ver la cara al niño hasta que siquiera haya cumplido los 18.
— Deku, no te alteres— intento calmar el rubio a su amigo, sin embargo ya era tarde pues el más pequeño comenzó nuevamente a hablar.
— ¡A ti como se te ocurre proponerte de esa manera!— le habló al mocoso que lo había atormentado día y noche tanto en sus sueños como en la vida real.— ¡¿No ves que es algo inapropiado?! ¡Nadie lo vería con buenos ojos y les doy la razón! ¡Son unos malditos niños encaprichados! ¡¿Entienden?! ¡Somos un capricho!— y ahí fue cuando el peliverde no pudo más y se lanzo a llorar, nunca se había alterado tanto como ahora, ¿Por qué simplemente no rechazo la petición de Aizawa? Se hubiera ahorrado muchas cosas.
— ¡¿Por qué lo aceptaste Katsuki?! ¡¿Entiendes lo poco legal, ético y moral que es todo esto?!— preguntó mientras hipaba un poco, enserio quería abrazar a su amigo, esconderse en su pecho y ver unas películas como si nada hubiera pasado, pero no ahora, ojalá pronto.
Por qué si, tal vez lo único que le rencofortaba era el hecho de que su amigo de la infancia le había dicho lo que hablo con el menor, que no era correcto que hiciera eso y muchas mierdas más, pero que podrían intentar algo y cuando sea mayor ser algo oficial. ¿Por qué? ¿Por qué? Era lo que se preguntaba el pecoso, había rozado la linea entre lo que estaba bien y mal, ¡Por una mierda! ¡Era un maldito héroe!
— ¡Te odio!— se odiaba más a sí mismo, por haber considerado también algo así con el menor de don de hielo y fuego.
— Izuku...— también quería llorar, hizo una estupidez, la había cagado, y lo que su amigo más necesitaba en esos momentos era algo que lo reconforte y le diga que todo estará bien, que solo fue un mal momento, que mañana todo estaría de vuelta a la normalidad.
Los menores observaban todo, uno no sabía que hacer ante la situación, encima que habían recibido tremenda regañiza, quería consolar de alguna manera al héroe que lloraba a mares.
Pero el otro no se quedó de brazos cruzados, estaba molesto ¿El mayor enserio creía que solo era un capricho? ¿Algo de un día o a lo mucho un mes? No, no lo era, ¡Quería que entendiera que lo quería de verdad! Lo amaba de verdad, quiso acercarse, pero una bofetada fue depositada en su mejilla derecha.
Después de eso todo estuvo en silencio, los sollozos habían parado, lágrimas corrían las mejillas de ambos héroes, pero el que lanzo la bofetada estaba en estado de shock, ¿Por qué lo golpeó? ¿Por qué sentía que tenía que decirle que era su culpa cuando en realidad no lo era? Era suya, era su culpa, era completamente su culpa haber siquiera pensado de forma indebida con el estudiante. Quería disculparse, volver a sollozar y pedirle perdón de rodillas, pero no se espero lo que pasó después.
— En serio lo amo— dijo el de cabello dual para después abrazar con fuerza a su héroe, no lo podía odiar, jamás haría eso, aún con el ardor que sentia en la mejilla su intención siempre ha sido consolarlo, y lo hará, quiere ver de nuevo esa linda sonrisa que lo cautivaba, que le decía “todo estará bien”.
— Me odio, Shoto por favor, para— un poco más, si tan solo duraba un poco más sentía que se deshaceria en sus brazos.— No sigas— lágrimas recorrían sus mejillas, no paraba de llorar, quería que todo acabase.
— Lo siento— habló de repente Katsuki, que hasta eso se había mantenido al margen.— Siempre terminas estresado por las cagadas que hago, enserio lo siento— se sincero mientras se unía al abrazo, mirando de reojo al de pelo rojizo.
— Lo siento profesor Deku— Se disculpó también Eijiro, abrazando también al pecoso del otro lado.
— Los odio— dijo mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Todoroki, dejando la tela mojada gracias a sus lágrimas.
Ante eso apretaron un poco más el abrazo, queriendo que todo lo malo se resbalara como si el cuerpo del mayor estuviera con aceite, que sin siquiera saberlo, estaba funcionando, pues hasta su dolor de cabeza había disminuido.
Ese sería un momento que lo marcaría de por vida, dónde sentía que todo en lo que creía se desmoronaba de poco en poco al haber roto reglas de la sociedad importantes según el, pero por un momento, solo por un pequeño momento, no se sintió tan mal hacer eso, el abrazo era cálido, reconfortante, y más por las personas que se lo daban, que, aunque habían sido la raíz de todo su estrés, sabía que no eran malos, solo tenía que aprender a comprenderlos un poco más, el porque de sus acciones.
Pero ya se daría tiempo para hacer eso, ahora solo quería dormir una siesta de tres días si se pudiera.
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Me puse loca, JAJAJAJA, es que sentía que tenía que publicar algo, por alguna razón este es el capítulo que más me ha gustado hasta ahora, este y cuando pelean Izuku y Shoto, nose, me siento como si lo escribí medio bien.
En fin, pastel de magnolia se despide.
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So if you need a hero
FanfictionAU: Izuku pro-hero. Shoto estudiante de la U.A. Desde pequeño Todoroki fue acostumbrado a los entrenamientos largos y tortuosos, sabía que tenía que ser el mejor de todos, y cuando entro en esa prestigiosa escuela de héroes todo se volvió más frustr...