You Hate Me While I Love You || Ryeji

Capítulo 39

"Todavía tengo las flores que me compraste el último día de San Valentín. Murieron hace un tiempo junto con el amor que solías tener por mí. A veces duermo con tu sudadera porque me recuerda que lo que teníamos era real. No huele. Ya no me gustas, pero me consuela saber que aunque ya no me amas, solías amarme la última vez, pero aún puedo oírte murmurar mi nombre si me esfuerzo más.

Visité nuestra ciudad la semana pasada. Cada lugar tenía un recuerdo, era extraño regresar a un lugar que no se sentía tan acogedor como cuando estaba afuera. Me di cuenta que alguien tapó nuestras iniciales que grabamos en esa pasarela y una parte de mí se desmoronó. Me pregunto si fuiste tú.

Ya no lloro mientras duermo. Mi mamá dice que estoy muy bien, pero a veces me despierto en medio de la noche y me duele todo en el cuerpo, de la misma manera que me dolió esa noche que dijiste que no querías amarme más.

No creo que esté tan triste como hace seis meses, pero todavía extraño tus manos recorriendo mi cabello. Te reconozco como una tristeza cómoda. Es como darte cuenta de que falta una parte de ti, pero comprender que nunca volverá".

"¿¡Me oyes, Yedori!?" me gritó Lia al oído y desvié mi atención del texto que estaba leyendo en Tumblr para dedicárselo íntegramente a la molesta chica sentada a mi lado en la cama.

"¡Qué pasó, mierda!" refunfuñé, repasando el texto y bloqueando mi celular antes de centrar mi atención en Lia.

"Dije que recordé algo importante, ¡presta atención a lo que digo, idiota!" Contuve un giro de ojos.

"¿Qué cosa importante?"

"¿Recuerdas ese día que Ryujin se comió todo el pudín y por casualidad un poco terminó en mi mejilla y tú me acusaste injustamente de un montón de mierda?"

"Si, ese día TÚ te comiste todo el pudín y le echaste la culpa a mi novia, ¿qué pasó?"

"¿Recuerdas la promesa que me hiciste?" respondió con una sonrisa y cerré los ojos. Sí, lo recordé. Cuando volví a abrir los ojos Lia estaba acostada boca abajo con la mitad de su short bajado "Dijiste que si algún día dejaras de odiar a Ryujin, me besarías el trasero. Entonces es hora de hacerlo."

Ryujin debería besarle el trasero a Lia, no yo. Ella había sido una idiota antes y por eso le prometí que no me enamoraría de ella, en otras palabras, fue completamente culpa suya.

"¿No podemos olvidar esa estúpida promesa?" pregunté con un rayo de esperanza, esperando que ella aceptara.

"Deberías sentirte honrada de haber besado ese maravilloso trasero, ¡date prisa Yedori!" Cerré los ojos con fuerza y ​​con un pico muy resistente me acerqué a ese culo que estaba expuesto ante mí. Tan pronto como mis labios tocaron la piel de Lia, la idiota enterró mi cabeza contra su trasero y ni siquiera pude defenderme de su mano gigante. El pendejo se rió mientras yo me asfixiaba contra su piel.

"¿Qué está pasando aquí?" Lia rápidamente soltó mi cabeza y pude respirar antes de mirar a mi madre que estaba parada en el umbral con el ceño fruncido.

"¿Puedes creer que tu hija me rogó para que me besara el trasero?" Respondió mi cínico amigo idiota.

"Ya vio señora, ella me estaba agarrando." No lo sé, tal vez mi madre decida creer en Lia.

"Creo que prefiero no saber la verdad." gruñó mi madre "Hija, Ryujin está abajo queriendo hablar contigo."

"¿Por qué no subió?" Fue extraño que Ryujin no viniera directamente a mi habitación.

"Le dije que subiera, pero prefirió esperar más abajo. ¿Están peleados?2

"No, nos vimos hace apenas unas horas y todo estuvo bien. De todos modos, bajaré enseguida." Mi madre asintió y se fue.