You Hate Me While I Love You || Ryeji

Capítulo 19

No estoy listo para volver a verte

Ese fue el pensamiento que invadió mi mente el lunes por la mañana.

A lo largo del domingo mi estado de ánimo alternó entre la tristeza, la derrota y la autocompasión. Perdí la cuenta del tiempo que pasé llorando, reflexionando sobre todas las palabras que habían salido de los labios de Yeji y tratando de convencerme de que debía seguir adelante. Yeji nunca querría tener nada que ver conmigo y eso es todo.

Rompí en llanto con Yuna e Winter por videoconferencia, pero no les permití venir a mi casa porque quería estar sola por un tiempo.

Me desperté el lunes, agradecida por el hecho de que mis padres no regresarían hasta la noche, para que no les importara mi pequeña tardanza en la escuela. Me preparé y me subí a Daisy para ir a la escuela. Con cada metro que avanzaba mi coraje iba disminuyendo, aún con mis mejores amigos esperándome, listos para consolarme y darme fuerzas, no podía seguir adelante. Conduje hasta una plaza cerca de una universidad local y me senté en uno de los bancos, observando el movimiento de los estudiantes mientras intentaba no pensar en Yeji.

"Serías la última persona de la que podría enamorarme"

Esa maldita frase pareció grabada a fuego en mi mente. Le había dado todo lo mejor que tenía y, además de negarse, ella también escupió mis sentimientos como si fueran horribles.

"¿Mal día?" Salté del susto cuando escuché la voz femenina y miré hacia un lado, encontrando a una chica con el cabello castaño despeinado sentada a mi lado mirando al frente.

"¿Qué?" Pregunté débilmente, aún analizando su hermoso perfil antes de que ella se volviera hacia mí, mirando lo más profundo de mi alma.

"Estás llorando de manera triste y supuse que estabas teniendo un mal día." Me señaló la cara con su dedo pálido con un anillo plateado en forma de calavera y me di cuenta de que había vuelto a llorar sin darme cuenta.

"Lo lamento." Sonreí torpemente, pasando mis dedos por mis mejillas. Ella se rió sin mostrar los dientes antes de encogerse de hombros.

"La gente no necesita estar bien todo el tiempo." Volvió a mirar hacia adelante. "Entonces, ¿problemas con el novio?"

"Antes era tan sencillo..." Reí sin humor mientras miraba mis pies.

"Me salté la clase, así que tengo tiempo. He probado esto de hablar con extraños antes y funcionó." Su manera sin pretensiones de alguna manera me atrajo y pensé que tal vez debería aceptar su oferta.

"Bueno... le confesé a una chica de la que he estado enamorado durante años y ella me dejó." Volví a mirar su perfil sin dejar de mirar al frente. ¿Cómo podía un rostro tan delicado parecer tan hostil? Ella no hizo ningún esfuerzo.

"¿Por qué te dejó?" Se volvió hacia mí nuevamente y el viento hizo que su rostro quedara parcialmente cubierto por su cabello corto, pero no movió un músculo para arreglarlo, en cambio, metió la mano en el bolsillo trasero de su pantalón y sacó un paquete de cigarrillos y un encendedor. "¿Aceptas?" Me mostró el paquete de cigarrillos abierto y yo negué con la cabeza antes de que ella se encogiera de hombros y encendiera un cigarrillo. El olor me molestaba un poco, pero ella no parecía el tipo de persona que cambiaría sus hábitos por las opiniones de otras personas.

"Bueno..." Le dije todo. Absolutamente todo, desde que conocí a Yeji hasta el momento presente y en todo momento ella prestó atención, mirándome a los ojos, absorbiendo cada palabra que salía de mi boca. Me sentí como un camión lleno de arena, que a cada momento sentía como la arena se escurría de mí, dejándome más liviano. Cuando terminé de hablar, el silencio se apoderó del espacio arbolado donde estábamos y la desconocida dio una última calada a su cigarrillo antes de aplastarlo con su bota.